miércoles, 26 de agosto de 2015

Tecnología y control electoral







El control ciudadano de un acto electoral, no es imposible, solo que nadie quiere implementarlo. Hoy existe tecnología de uso común que mediante una planificación adecuada permitiría monitorear cualquier acto eleccionario en tiempo real. Pero la planificación tecnológica no forma parte de las capacidades de nuestra dirigencia política, mas interesada en un “acting mediático” que en ejercer un control de la voluntad electoral. Haciendo un simple ejercicio de estrategia tecnológica diría que disponiendo de 10.000 teléfonos inteligentes, con acceso a datos, y cámara fotográfica; unos 100 centros de cómputos (una computadora conectada a Internet) y un sitio web, constituyen una plataforma de control que segura un control de las elecciones en tiempo real, que permitiría verificar el normal funcionamiento del acto elecciónario, el escrutinio de votos y la carga de datos los centros de información oficial. Si a esto se le agrega un equipo jurídico que vaya presentando las denuncias sobre irregularidades en el mismo momento que el sistema las denuncia, se dispondría de un sistema de control, superior a cualquier logística de fraude. Adicionalmente, un centro de comunicación a la prensa, garantizaría la difusión de las anormalidades en los comicios. Esta idea solo requiere voluntad política para llevarla a cabo, sino se podría decir lo que le dijo a Sultana Aixa a su hijo Boabdil, cuando este perdió Granada No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”

martes, 18 de agosto de 2015

Estragias Electorales

Resultado de imagen para elecciones



Pasadas las PASO, los ahora candidatos, deben delinear su estrategia electoral. Pero el abanico de posibles estrategias se limitó, al menos si se desea tener éxito. Las paso limitaron las opciones electorales con posibilidades reales a 3 candidatos; Scioli (8,5 millones de votos, un 38% de los votos emitidos), Macri (6,5 millones de votos, un 30% de los votos emitidos) y Massa(4,5 millones de votos, un 20% de los votos emitidos); con lo cual se cumplió lo que la mayoría de las consultoras y analistas preveían. Lo que nadie previó fue la alta tasa de ausentismo (votaron 23 millones sobre un padrón de 32 millones, un 70%), motivado por condiciones climáticas en algunos casos, o desinterés en otros. El otro hecho a destacar es la gran cantidad de voto en blanco (casi 1 millón de votos, el 5% del padrón), tampoco previsto previamente. Estos hechos, sumados a los resultados electorales son la base sobre el que debería asentarse cualquier análisis estratégicos.

Comencemos por las posible estrategias que podría desarrollar el FPV, pero antes veamos cual es su situación en números y hechos. Si ajustamos el caudal electoral a los porcentajes de un ausentismo del 80% y un 3% de votos en blanco su nuevo porcentaje sería del 32%, para mantener el mismo porcentaje de las PASO debería obtener un millón y medio mas de votos y para obtener el 45%, casi 3 millones de votos mas, casi la totalidad de nuevos votos que podrían emitirse; de obtener un proporción similar de los nuevos votos a emitir, el nuevo porcentaje que obtendría sería del 37%. ¿Que posibilidades tiene Scioli de obtener esos nuevos votos? La mayoría de los votos en blanco y de ausentes que emitan un voto par el FPV corresponderán a quienes votaron así por desinterés, y como Scioli es uno de los candidatos que mas publicidad y campaña hizo, es poco probable que pueda captar a muchos de ellos a menos que genere un hecho político que llegue a estos votantes, El perfil del candidato y su estilo de campaña no lo muestran como proclive a este tipo de actitudes. Los votos no emitidos que no asistieron por problemas climáticos no parecen estar dentro de los votantes del FPV, ya que este contó con una capacidad logística suficiente para superar cualquier contingencia climática que impidiera a sus adherentes no asistir a votar.

¿Puede tener dificultades Scioli para mantener el caudal de votos logrados en las PASO? Este creo que es el verdadero problema que enfrenta el FPV, gran parte de su caudal electoral proviene de la provincia de Buenos Aires, y mas específicamente del acompañamiento de muchos políticos con poder territorial, estos, en muchos casos, han sido desplazados de sus pre candidaturas en internas donde enfrentaron a otros candidatos del FPV. Este desplazamiento de referentes históricos del pejotismo, puede activar un “voto bronca” contra Scioli, mas aún cuando algunos de estos referentes se pasaron del Massismo a FPV; sumado a esto, los pre candidatos que perdieron conservan representación deliberativa en sus distritos y el triunfo de los opositores al FPV les permitiría retener una cuota de poder hasta las próximas elecciones.

Un hecho adicional a tener en cuenta es la pobre gestión del gobierno de la provincia de Buenos Aires que se ha puesto en evidencia con las últimas inundaciones, ya que el viaje de Scioli a Italia no tendría mayor impacto si sus funcionarios hubieran reaccionado a tiempo y enfrentado el problema con soluciones rápidas y efectivas.

Scioli es el mejor posicionado para ser, en caso de que nadie logre la victoria en primera vuelta, uno que los que dispute el ballotage por la presidencia. Ante el escenario planteado, las estrategias tendrían que apuntar a consolidar el voto de sus actuales aliados territoriales, y tender puentes con Massa para que en caso de ir a un ballotage, cuente con el voto peronista, que no suele votar no peronistas. La principal fortaleza de Scioli es que no requiere de un trabajo en las bases para cambiar su voto, sino en afianzar las alianzas existentes y plantear una nueva alianza entre dirigentes, lo cual no es imposible, vistos los antecedentes de la actual dirigencia política.

Dentro del frente cambiemos, haciendo el mismo ajuste obtenemos que sobre el nuevo total el porcentaje obtenido representa el 25% del nuevo total, para obtener el 45% debería sumar 5 millones de votos, lo que supera la cantidad de nuevos votantes. Si nuevamente prorrateamos el porcentaje obtenido con los nuevos votos, estos representarían casi el 29% de nuevo total. Este espacio debe retener el voto radical de Saenz y Carrió y evitar el efecto “Lousteau” de fuga hacia el frente progresista, algo difícil de lograr con la pura intención de los dirigentes, ya que el votante medio de este sector, no responde a conductas verticalistas.

Aquí Macri puede captar a sectores rurales afectados por la reciente inundación y algunos sectores indiferentes del voto en blanco y el ausentismo, su capacidad de captación en estos sectores alcanzaría para cubrir su fuga de votantes radicales y darle solo algún pequeño margen de crecimiento, pero muy posiblemente el techo de Macri para las próximas elecciones sea de 8 millones de votos. El principal problema de Macri, en el escenario de un ballotage con Scioli, es que no captaría el total de los votos del sector de Massa (se podría hablar solo de un 50%) y tampoco atraería al total de los sectores progresistas o de izquierda.

En este escenario, las estrategias de Macri deberían enfocarse en lograr adhesiones para un eventual ballotage y retener el voto radical. Para ello no le sirven las alianzas con otros dirigentes, sino un trabajo enfocado en el votante, y su actual metodología de tocar timbres no le reditúa, ni en términos cuantitativos ni cualitativos (para ello solo hay que ver la escasa diferencia entre los votos a nivel nacional, provincial y municipal, donde salvo en algunos territorios con liderazgos previos, se manifiesta que no se ha logrado adhesión territorial), tampoco le reditúan las propagandas donde cambia su estilo personal de hacer política.

En el frente UNA, el candidato Massa se ha convertido en el gran elector, posee ya un caudal legislativo obtenido en las elecciones de 2013, y manteniendo su caudal de votos, se convertiría en una fuerza legislativa de peso para viabilizar cualquier iniciativa parlamentaria. Los 4,5 millones de votos obtenido lo alejan de ganar en primera vuelta en las próximas elecciones, su única posibilidad radica en una disminución del voto a Macri por el efecto “Lousteau”, la captura de votos provenientes de los no votantes en las PASO y la fuga de votos de algunos candidatos del FPV que perdieron en las PASO (en la jerga le llamábamos usar la ambulancia para recoger a los heridos de las internas). La fortaleza de Massa es que, si llegara a disputar el ballotage con Scioli, si tendría la mayoría del voto opositor y ganaría sin problemas. Su perspectiva en números es que, su proyección para las elecciones de octubre sería del 19%, para disputarle a Macri la opción de ser segundo, debería conseguir como mínimo 2 millones mas de votos, algo bastante improbable si no hay fuga de votos del FPV y de Cambiemos.

Para lograr la opción de tener el segundo lugar en octubre, Massa debería plantear una doble estrategia, una respecto a alianzas de dirigentes y otra respecto a los votantes. Respecto de los referentes territoriales que perdieron en su territorio, estos saben que la consolidación de los candidatos del FPV significaría el fin de su poder territorial, pero el encumbramiento de candidatos opositores le permitiría retener el espacio de poder que tienen negociando con Massa, quien puede ofrecer mas que lo que ofrecería el FPV (la principal fortaleza que obtuvo el FPV en votos es su principal debilidad en la negociación por detrás, ya que los compromisos con los candidatos instalados, limita lo que puede ofrecer, cosa que no limita a una tercer fuerza). De cara a los votantes Massa debería presentarse como la única opción que puede vencer al FPV en un ballotage (esto representa la opción inversa de la alquimia electoral que propuso Beatriz Sarlo, ya que Massa garantiza una victoria en ballotage y no Macri).

Es obvio que estas estrategias señaladas se rigen por ciertos principios lógicos que tienen porque ser compartidos por quienes manejan las campañas de los candidatos, tampoco afirmo que siguiendo estas estrategias se lograría cumplir los objetivos propuestos, ya que la mejor estrategia no garantiza el triunfo. Si se puede afirmar los contrario, que sería muy difícil que siguiendo estrategias muy distintas se logren los objetivos que hemos propuesto. De todos modos la política sigue siendo el arte de los posible, donde nunca se debe ignorar que existen alternativas que no por impensables no sean realizables.

martes, 11 de agosto de 2015

Nadie es profeta en su pago




Nobleza obliga, en mis anteriores artículos analicé las tendencias de quienes a mi parecer eran los candidatos mejor posicionados en los ámbitos nacional y municipal, así que debo admitir que a nivel municipal mi análisis no fue correcto. Las tablas muestran los resultados con el 90% de los votos escrutados.

Nacional

Frente/Partido
Estimado por analisis
Resultado PASO a nivel nacional
Nivel Nacional En Bahía Blanca
FPV
40/35%
38,00%
24,92%
Cambiemos
35/30%
30,50%
38,65%
UNA
20/15%
20,50%
19,64%
Progresistas
10/5%
3,50%
8,80%

La única diferencia a nivel nacional se dio en la sobre estimación del voto de tradición radical del Frente Progresistas, que pudo haber sido capturado en la interna del frente Cambiemos, lo mismo que aparentemente ocurrió a nivel municipal.


Municipal

Frente/Partido
Estimadopor analisis
Resultado PASO
Cambiemos
30/25%
38,00%
FPV
30/25%
32,50%
UNA
25/20%
13,40%
Progresistas
20/15%
10,05%

Los errores de apreciación en el caudal de votos de Cambiemos, se debe al arraste del voto a lista completa que tuvo este frente, principalmente desde sectores que votaron tradicionalmente al radicalismo. El FPV tuvo menos votos a nivel nacional, que a municipal, casi 6 puntos, sus votos se explican por un corte de votos del frente UNA, que no votaron a su candidato a intendente. El otro efecto que se nota es la polarización entre los candidatos de Cambiemos y del FPV,que los coloca como los únicos con posibilidades de ganar en octubre. También hay que destacar que el frente Progresistas, a nivel local tuvo una ligera diferencia a favor del candidato local.
El último actor en este análisis es el ausentismo, que se ubicó en mas del 40%, frente a valores históricos del 25%. Esto, sumado a mas de un 10% de voto en blanco, puede ser algo que va a influir en las próximas elecciones de octubre, ya que contribuyeron a esto, condiciones climáticas y cierto desgano de la población por una elección que solo decide candidaturas y no cargos.
Queda para un próximo análisis que podría esperase en la elecciones de octubre, ya que algunos aspectos de la conducta electoral quedaron expuestos en estas PASO, de todos modos como la política es el arte de lo posible siempre puede esperarse alguna alquimia electoral.



sábado, 1 de agosto de 2015

¿Que puede pasar en las PASO?



Leyendo en los últimos días distintos medios periodísticos y de información, uno puede detectar que lo que mas predomina es la incertidumbre y la propaganda. Incertidumbre, porque la información sobre las elecciones de la CABA, que dieron las empresas encuestadoras (por mas que se autodenominen consultoras, son empresas de venta de encuestas como negocio) resultaron palmariamente erróneas; y de propaganda a favor o en contra, porque la opinión de la mayoría de los periodistas se encuentra sesgada por intereses propios o ajenos. ¿Porqué pasa esto? ¿Porqué los candidatos se limitan a consolidar una imagen y no una propuesta? ¿Porqué hay tan escaso lugar para el análisis político y tanto espacio para propaganda? Trataré de echar un poco de luz sobre estas y otras preguntas similares, además de analizar que escenario proponen las próximas PASO.

La primera pregunta que trataré de esclarecer es ¿Porque analizar y no encuestar? La respuesta, aunque obvia, es por el costo de hacer una encuesta seria. Hacer una encuesta seria requeriría disponer de datos sobre composición y distribución geográfica de la población, historial de comportamiento electoral (no solo a quien se vota sino cual es la conducta de los electores). Recién con estos datos se podría diseñar una encuesta con la cantidad de encuestados necesarios para una confiabilidad razonable de los resultados (2% de probabilidad de error), cual llevaría a costos muy elevados (la encuesta tendría que realizarse personalmente y no por teléfono, al azar entre una población bien estratificada geográficamente, por edades, sexo, nivel cultural y nivel socio-económico). A dichas encuestas podrían acceder solo unos pocos candidatos (que dispongan del dinero necesario), pero sus resultados nunca serían públicos, ya que la difusión de dichos resultados, podría hacer que cambien ciertas tendencias del electorado. Por ello los resultados de las PASO, son la mejor encuesta de cara a los comicios definitivos de octubre, y por ello solo se puede hacer algunas suposiciones mediante el análisis de la situación actual, cuya validez se agota al conocer los resultados definitivos, el 9 de agosto por la noche.

Convenimos que los resultados que muestran ciertas encuestas y los análisis de la mayoría de los periodistas, no otorgan valor de certeza a sus aseveraciones. A pesar de ello ¿Que información podemos rescatar o inferir?. En principio es mas conveniente suponer que ciertas encuestas, su difusión y analisis obedece a ciertos intereses, por ello es importante buscar la intencionalidad detrás de ellas, mas que los resultados que muestran.

Para hacer este análisis, nos restringiremos a las cuatro fuerzas con la supuesta mayor intensión de voto (en esto, aún las encuestadoras que se prestan a juegos electorales, no pueden aparecer como equivocadas, ya que ademas hay un historial de resultados previos). El aparentemente mejor posicionado es el candidato del FPV Scioli, seguido por la alianza Cambiemos con Macri, Saenz y Carrió; la alianza UNA con Massa y De la Sota; y el frente Progresistas con Stolbizer.

El FPV, sin interna a dilucidar, se presenta como liderando la intensión de voto. La composición de su electorado abarca: parte del PJ bonaerense, algunos sectores progresistas y sectores populares que se identifican con el FPV por las políticas sociales que llevó a cabo el gobierno. La característica de estos sectores es el solapamiento de estas categorías, así en algunos sectores del PJ bonaerense la adhesión es por las políticas sociales y no por la pertenencia política. Esta característica forzó a muchos referentes territoriales a alinearse con el FPV por temor a dejar al descubierto su falta de liderazgo (algo que perjudicó a Massa y que sus analistas no habían previsto). El apoyo de los sectores progresistas esta mas sectorizado en grupos de clase media de cierto nivel cultural y económico (principalmente profesionales y empleados de nivel medio y alto). El problema de Scioli, es que las adhesiones de ciertos referentes territoriales “arrepentidos”, aportan mas a los adherentes que al propio Scioli, si bien sirve para la foto. En parte este es el principal problema que tiene el FPV en la Provincia de Buenos Aires, ya que si la vuelta de los “massistas arrepentidos” hubiera sumado mas votos que los que ya tenían Scioli, ganaría sin necesidad de ballotage. Esto puede haberlo inducido a mostrar en un primer momento encuestas donde ganaba en las primarias por mas del 42%, lo que si hubiera sido cierto forzaba una alianza PRO y Frente Renovador (no porque los uniera el amor sino el espanto). En función de esto podemos concluir que el FPV ganaría en las PASO, pero no obtendría el caudal necesario para evitar el ballotage. Si fuera muy rebuscado, pensaría que no es una mala estrategia presentarse en las PASO como lejos del 42% (aún voicoteando su propia elección) para asegurarse que no haya una alianza opositora que sume un caudal electoral que garantice el ballotage.

Cambiemos, por su parte debe elegir a su candidato entre Macri, Saenz y Carrió, esta coalición presenta la particularidad de que va a sumar mas votos en las PASO que en las elecciones de octubre. Esto, ya que sería el pre candidato Macri quien tiene las de ganar, no lograría retener el voto de sus competidores (como ejemplo basta y sobra las declaraciones del candidato Lousteau, luego de perder el ballotage en la CABA). El frente cuenta con apoyo en sectores medio-alto, sectores rurales, sectores medios no progresistas (también en las PASO algunos sectores medios progresistas apoyaran a algunos candidatos del frente) y sectores medio bajo (asalariados de los sectores industrial, gubernamental y comercial) y un muy escaso apoyo de sectores bajos. Los votos que obtendría Cambiemos lo ubicaría entre un 10% o un 5% por debajo del FPV. Esta diferencia sería muy difícil de mantener luego de las PASO (algo que Macri o sus asesores no vieron al plantear el frente Cambiemos, lo que se suma a sus errores en Santa Fe y CABA).

La alianza UNA, también debe dilucidar entre las pre candidaturas de Massa y De la Sota, aquí el caudal de la provincia de Buenos Aires, garantizaría el triunfo de Massa, pero su candidatura conservaría el caudal de votos que obtenga en las PASO. El pre candidato Massa, no cuenta con una estructura nacional, que si tiene De la Sota, su estrategia de formar una alianza con intendentes de la provincia de Buenos Aires, no fue buena, ya que muchos de sus sus aliados no habían consolidado su territorio, y solo construyeron con su alianza, una base parlamentaria en las elecciones pasadas. Lo mismo que perjudicó a Massa perjudica al FPV, ya que estos candidatos van a buscar los votos que les permitan retener los ejecutivos municipales, y aunque deban ceder cargos legislativos, tienen la fuerza deliberativa propia obtenida en 2013. Posiblemente UNA obtenga entre el 20% y el 15% de los votos, su composición esta soportada en los sectores medios y medios bajos del peronismo tradicional, y sectores bajos de alianzas territoriales. La fuerza de este sector, es que si en las PASO se visualiza que el FPV tien posibilidades de consagrarse en primera vuelta, podría forzarse una alianza con el PRO, o porque no, con Cambiemos, lo que le permitiría ubicarse en segundo lugar en octubre, y ser la opción que concurra al ballotage con el FPV.

El frente Progresistas, tampoco decide entre pre candidatos, Aquí, Stolbizer recoge el apoyo de sectores progresistas de izquierda y centro izquierda, y es bastante transversal a los distintos sectores sociales. Su fortaleza radica en el apoyo que puede obtener de sectores demócrata progresistas o progresistas que que migren de otras listas donde sus pre candidatos pierdan, o de sectores que no superen el 2% requerido para participar de las elecciones de octubre (en CABA estos sectores apoyaron a Lousteau). De todos modos su caudal electoral se sitúa entre el 10% y el 5%. También puede plantearse realizar una alianza con Cambiemos, en el poco probable escenario de un triunfo de Saenz o Carrió, e incluso, por extraña que parezca, una alianza con Massa, lo que los posicionaría a en una segunda fuerza con la intensión de voto.

Antes de hacer una síntesis sobre el resultado electoral de las PASO, no puedo menos que analizar algunas estrategias de los candidatos. Una estrategia compartida por Scioli y Macri, es la no confrontación abierta, ya que frente a un electorado con posiciones indiferentes (podría ser hasta un 20% si se le cree a las encuestadoras, o un poco menos si se tiene en cuenta que este número debe justificar sus errores de cálculo). En un contexto de violencia y división social, forzar la definición a un sector de indecisos, lleva forzar un voto inamovible (a favor o en contra) que será el mismo en las PASO, las elecciones de octubre y el ballotage si lo hubiera. Por ello dividir votos sin los resultados de las PASO, no es una estrategia recomendable. Los mismos candidatos tampoco se definen en ideas o proyectos de gobierno, lo cual puede explicarse por dos motivos, el primero es similar al anterior, definir su posición implica dividir a favor o en contra; el segundo mas rebuscado, supone que la mayor cantidad de indiferentes se encuentra en los sectores mas jóvenes, donde el quintil superior en los exámenes de ingreso a la universidad tienen serías falencias en la interpretación de textos, y si no pueden interpretar el texto de un examen, menos una propuesta política. Esto último es el mayor peligro que enfrenta la democracia, un pueblo sin educación. Si este problema del mal funcionamiento de la educación pública no se soluciona, y las futuras generaciones no pueden interpretar un texto, elegiremos representantes en un "reality show" mediante la imagen que estos proyecten, y no por sus propuestas .

Volviendo a la síntesis de mi análisis, es posible que en las próximas elecciones tengamos el FPV con un 40% a un 35% del voto, el frente cambiemos con el 35% al 30%, UNE con el 20% al 15% y Progresistas con el 10% al 5% de los votos. Esto no define la elección de octubre ya que pueden modificarse estrategias y alianzas. Algunas conductas posteriores ya se explicaron, y deberían ser motivo de discusión y análisis por parte de los candidatos que surjan de las PASO, ya que estas, mas que elecciones primarias, son una encuesta previa sin manipulación, para trabajar electoralmente hasta octubre.