jueves, 25 de enero de 2024

Milei, y ahora que?


En lo particular no coincido con Milei, pero respeto su gobierno por dos razones: la primera es su legitimidad electoral y la segunda que su objetivo es hacer grande a la argentina y que las personas vivan mejor. Antes de explicar mis diferencias, quiero explicar la razones de este respeto, Milei surge por imperio de la voluntad popular, no por imposición “manu militari”, ni por pertenecer a una superestructura de poder político, ni por hacer falsas promesas electorales; por ello tengo que atenerme al juego democrático y mas aún teniendo ideología peronista donde la voz del pueblo es sagrada. Por ello le reconozco la legitimidad de origen en primer lugar. 

En segundo lugar, a pesar de no ser liberal, recuerdo las palabras de Arturo Jauretche respecto al liberalismo “el problema no es el liberalismo sino los liberales que quieren poner la nación al servicio del liberalismo, el lugar del liberalismo al servicio de la nación”, por ello y sin coincidir en como hacer grande el país y que la gente viva mejor; le reconozco que su intención no es mala. Por último debo reconocer que su surgimiento se produce sin el apoyo de un aparato político o superestructura política y proponiendo una política que recuerda a Churchill en “sangre, sudor y lágrimas”, por lo que nadie puede decir que la gente no sabía lo que votó, a diferencia de Menem que propuso ideas similares, pero reconoció que si decía lo que iba a hacer nadie lo votaba.

Ahora voy a explicar mis diferencias con Milei. La primer diferencia tiene origen matemático, ya que, si bien coincido en que el déficit fiscal es el origen de la mayoría de los problemas económicos (no todos), la ecuación de déficit es:

Resultado fiscal= Ingresos – Gastos

Milei, solo reconoce el problema en los gastos y no en la falta de ingresos, por ello hay que reducir gastos para que el resultado no sea negativo (déficit fiscal), de como generar un aumento de ingresos no habla, sino que propone reducir impuestos en lo que sea posible. Aquí surge la principal contradicción de su propuesta si reducimos los impuestos se reducen los ingresos y hay que reducir nuevamente el gasto que provoca mas recesión y una nueva disminución del ingreso, lo que lleva nuevamente a reducir mas el gasto y así hasta que el resultado fiscal sea cero porque tanto el ingreso como el gasto no existirán, lo que es un absurdo.      

En la misma línea de pensamiento, mi segunda diferencia con Milei es que el incremento de productividad la propone como consecuencia de la acumulación de dinero que se genera por la mayor cantidad de capital ocioso que se volcaría a actividades productivas. Esto ignora la evidencia empírica que dice que la decisión de invertir depende no solo de a disponibilidad de capital, sino de las condiciones de apropiación y acumulación (Schumpeter, Teoría del ciclo económico), con lo que un ambiente de libertad absoluta no genera dichas condiciones y ante un escenario de falta de incentivos (especialmente en momentos de crisis como este) es muy difícil que haya inversión productiva. Como ejemplo actual, un empresario pequeño que quiera poner una fabrica de muebles tendrá que invertir su capital y comenzar la recuperación del mismo en un plazo de un año. Si ese  empresario comprara bonos que tienen un valor de resguardo y un interés del 100%, duplicaría su capital manteniendo su valor adquisitivo. Este ejemplo es ilustrativo de que a menos que se genere un adecuado sistema de incentivos no habrá inversión productiva. 

Mi tercer diferencia y la mas importante, es que Milei supone que el Mercado toma decisiones  optimas o las menos las mejores, lo cual es una falacia que la evidencia empírica contradice, En primer lugar porque el mercado no es solo la oferta, es también la demanda y en la actualidad la cartelización de la oferta y la demanda no cumplen con la definición de mercado, a lo sumo es un escenario de lucha de intereses donde un grupo impone las condiciones de “equilibrio”. La justificación del surgimiento de monopolios y carteles argumentando que provienen de una mejor oferta en calidad y precio de lo bienes que producen, se contraponen con los lobbyes que realizan las grandes empresas en pos de beneficios que aumentan su poder de mercado. Si el sistema de decisiones de mercado fuera el mejor tendrían que explicar el desarrollo tecnológico de la URSS durante la primer mitad del siglo XX y el surgimiento de China en la segunda mitad del miso siglo.

Mis otras diferencias con Milei se pueden resumir en el derecho de propiedad de bienes  públicos, como lo es el medio ambiente, los recursos naturales, la salud, la educación, la cultura, el hábitat y algún otro que sobre el que pido beneficio de inventario. Los bienes públicos NO SON BIENES TRANSABLES son bienes a ser administrados por el estado, no el gobierno (algo que Milei suele confundir, al igual que JxC), y en beneficio de esta generación y las generaciones futuras.

Establecí porque respeto este gobierno y las diferencias que tengo con él, a pesar de esto reconozco que ningún gobierno nacional, provincial o municipal puede gastar mas de los que recibe de impuestos razonables (excluyo todo tipo de impuestos distorsivos, gravámenes irracionales y transferencias de recursos con fines ajenos a las funciones esenciales del estrado). Por ello el aumento de la productividad es la única fuente legítima y sustentable de que el estado cuente con mas recursos. No por nada Perón decía que gobernar es crear trabajo (del genuino no del estatal, a menos que se haya cumplido el ciclo de mayor producción, mayor recaudación, mayores ingresos públicos y mas y mejores servicios).

También debo señalar ni total desacuerdo con la actual dirigencia política, sindical y social del llamado peronismo, en algún momento el verdadero peronismo, el que conserva valores, el que no se vendió por un cargo ni traicionó sus convicciones, elegirá una nueva dirigencia que ni busque riqueza, cargos, poder o beneficios. No creo llegar a verlo, mas probable que se diluya las expresiones políticas en “ismos” que luchen por conservar sus privilegios y que finalmente sea olvidado. Los culpables ya fueron señalados por Eva Perón, cuando dijo que el dirigente peronista que en lugar de luchar por los beneficios del pueblo, lucha por su propio beneficio, no es peronista es un oligarca, algo que le cabe a toda esta dirigencia. Una dirigencia que solo se ocupó de sus propios intereses y es la responsable de la actual situación económica y social, y solo se preocupa por los privilegios que va a perder.

El resto es historia conocida, posiblemente Milei pueda solucionar los problemas económicos y así lo deseo porque la alternativa es mucho peor, pero difícilmente podrá solucionar problemas estructurales y sociales, los cuales llevarán mucho tiempo y excede la temporalidad de este gobierno.