viernes, 26 de diciembre de 2014

Fallas en la teoría del conflicto


Según Laclau, lo político es la lucha por la hegemonía a través de la conquista de "significantes flotantes" o "vacíos", los cuales, estando sobredeterminados discursiva y libidinalmente, articulan a las diversas demandas sociales y por tanto a los sujetos a determinadas posiciones.
Su pensamiento postmarxista estuvo involucrado en movimientos sociales y estudiantiles de la década del 60 tratando de unir a la clase obrera con nuevos movimientos sociales. Laclau rechaza el determinismo económico marxista y la noción de que la lucha de clases es el antagonismo crucial en la sociedad, en cambio propuso una democracia radical y un pluralismo agonal en el que todos los antagonismos puedan ser expresados, ya que "...una sociedad sin antagonismos es imposible". El poder así expresado se asume mediante la resolución del conflicto, así, ejercer el poder es plantear conflictos que se resumen según el criterio propuesto.
El gobierno ha tomado al pie de la letra esta teoría, así toda acción de gobierno es planteada como la resolución de un conflicto, exista este o no. El conflicto se torna en una metodología de acción, que se internaliza en la resolución de conflictos entre distintas posiciones de miembros del gobierno. El liderazgo gubernamental se asume como arbitro de los conflictos internos, decidiendo que posición permanece y cual es dejada de lado.
Esta forma de asumir el conflicto como algo necesario ignora algo en lo que Laclau no profundizó, la teoría política muchas veces se da de cabezas contra la “real politik” al suponer que ciertos procesos son “asépticos”, en un conflicto que no es resuelto mediante consenso se genera ganadores y perdedores. Los ganadores obtienen mayor poder interno y los perdedores suelen ser excluidos, o dejados de lado. Así, al continuidad de la practica de esta metodología, se generan grupos de excluidos que detentan cierta cuota de poder y que pueden agruparse contra el gobierno.
Si analizamos la actual composición del arco político, la oposición dentro del peronismo esta expresada por dirigentes como: Massa, De la Sota, Duhalde, Albero Fernandez, Das Neves, Felipe Solá y varios intendentes de la provincia de Buenos Aires; todos ellos ligados al gobierno y en algún momento, excluidos. También la transversalidad incluyó dirigentes de otros espacios, que también fuero excluidos, entre ellos: Cobos, Losteau, Prat-Gay y otros que conforman UNEN; el espacio de Libres del Sur, Bonasso, sectores sindicales liuderados por Moyano, medios como el grupo Clarín, sectores empresariales, agrarios y sigue la lista.
Un capítulo aparte es el gobernador Scioli, quien no ha sido excluido sino postergado y menospreciado por el espacio político del gobierno, a pesar de ser el mejor candidato a la sucesión presidencial, dada la intensión de votos con que cuenta. El problema es que nadie duda (fuera o dentro del kirchnerismo) que si Scioli llega al gobierno, reproduciría con los kirchner, lo que ellos hicieron con Duhalde. Así el gobierno recrea la conducta de Horus (el dios que devoraba a sus hijos).
El gobierno en épocas de la presidencia de Néstor Kirchner debilitó a la oposición mediante la propuesta de integrar un frente progresista transversal a los partidos políticos y muchos dirigentes de otros espacios se sumaron al FPV. La mayoría de los conflictos que se plantearon fueron resueltos mediante arbitrio y exclusión, incrementando progresivamente un frente opositor que superó electoralmente al FPV en las elecciones de 2009 y 2013. Es interesante señalar que quienes derrotaron al FPV tuvieron presencia de excluidos, como Sola (2009) y Massa (2013).
En definitiva el gobierno construyó su propia oposición, recreando un viejo dicho de la izquierda setentista “hay quienes fabrican la soga con que serán ahorcados”, algo que Laclau no previó, ya que la metodología de resolución del conflicto sería esencial en al síntesis de su teoría.




lunes, 24 de noviembre de 2014

El mundo según los dirigentes políticos argentinos


La actividad política de estos días me hace recordar a la actividad de algunos maratonistas antes de empezar a correr una carrera, unos corren despacio, otros corren como si hubiera empezado la carrera y otros hacen cualquier cosa. Así vemos a dirigentes políticos tener una actividad como si las elecciones fueran el mes que viene, otros hacen la plancha esperando a ver que pasa y otros hacen cualquier cosa como si en el futuro no hubiera elecciones.
Estas tres actitudes básicas conviven con las notas de color que suele dar la Dra Carrió, algunos radicales, los inefables pseudo peronistas, la sempiterna izquierda y los infaltables comentarios sarcásticos del liberalismo mediopelo argentino.
Veamos primero algunas comentarios (ya que no llegan a análisis, por la naturaleza y trascendencia de los hechos y sus protagonistas) sobre las “notas de color”. Por orden de actualidad y de repercusión mediática en la prensa opositora y oficialista, el “caprichito” de la Dra. Carrió que abandonó un espacio político que ella misma construyó cuando los miembros de ese espacio no hicieron lo que ella quería que hicieran, así toda su diatriba criticando a diestra y siniestra no se hubiera producido si se le hacía caso a su propuesta de incluir al PRO en al interna de (des)UNEN. El valor de las declaraciones de Carrió tienen el valor de una extorsión ejecutada, su actitud es digna de una adolescente caprichosa y dedicarle mas tiempo a ese hecho es desperdiciar este espacio en tonterías.
En orden de seguir con las notas de color, el reciente abogado +a continúa en su búsqueda de heridos y despechados políticos que lo acompañen en su próxima campaña y le permitan extender su influencia territorial mas allá de la provincia de Buenos Aires, para ello contó esta vez con la participación estelar del actor (¿político?) Artaza que ni lerdo ni perezoso se subió a la ambulancia con que +a recoge todo tipo de herido político que pueda sumarle algún voto. Para no agobiar a los lectores podemos cerrar las notas de color con los reiterados intentos que hace el PRO para instalar a la señora Vidal como candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires, solo le falta animar cumpleaños y bar nitzvahs, en su patética búsqueda de una instalación que nadie toma en serio a pesar de la inversión publicitaria del PRO (¿que pasará con la candidatura de la señora Vidal, si el niño Macri logra una alianza con alguien conocido?).
Volviendo a algo mas serio, que son las actitudes pre electorales de las principales fuerzas políticas, tendríamos que aplicar las tres actitudes que señalamos al principio del artículo a las principales fuerzas políticas, y esto plantea un gran problema ¿cuales son las principales fuerzas políticas?. Casi todos sabemos quienes son los principales candidatos, ¿pero un candidato es una fuerza política? Políticamente cuales es el sustento político (ideología, armado partidario, proyecto político, etc.) de esos candidatos, que diferencia ideológica existe entre Massa, Randazo, Scioli y Macri. Cual es la pertenencia partidaria de Artaza, Cobos, Carrió, o Juez; y que proyecto político tienen todos. En resumen los candidatos que se ofrecen en las próximas elecciones niegan la política y solo ofrecen una imagen vacía de contenido ideológico (para beneficio de encuestadoras, publicitarios y otros que lucran con los resultados de la instalación del “homo videns” que anunciaba Sartori).
Así no tenemos una oferta política, sino una instalación mediática de candidatos, lograda por la participación de intereses (mediáticos, económicos o personales), publicidad (con dineros propios, prestados o públicos), promesas (de cargos, negocios y prebendas) y sometimiento de gente con necesidades a “procesiones políticas” de apoyo a tal o cual candidato. De todos modos esta oferta puede dividirse en cuatro grandes líneas: el FPV con Scioli y Randazo como candidatos a “heredar” a Cristina, Massa como expresión del pejotismo con poder territorial dejado de lado por el FPV, el (des)UNEN una especie de “panradicalismo” con el aporte progre de Pino y Libres del Sur, y el PRO como expresión de una derecha liberal “light” que atrae con una gestión prolija en CABA pero que no puede pasar la General Paz.
Estos cuatro “espacios” (linda palabra que evita hablar de fuerza política en serio) utilizan las tres actitudes ya señaladas de distinta manera, en la FPV Scioli quiere instalarse a fuerza de publicidad (porque gestión para mostrar, no tiene) y apoyo mediático (creo que la prensa opositora lo apoya porque es el candidato mas fácil de hacer caer si encabeza la fórmula del FPV), ya que no cuenta con la simpatía de gran parte del gobierno pues muchos actuales funcionarios serían condenados al destierro de llegar 2 a ser presidente. Por eso 2 corre como si ya estuviera en carrera, porque si no obtiene una intensión de voto que obligue al gobierno a darle la candidatura del FPV, no sería candidato a nada. Randazo, es quien hace gestión a las corridas, no se mete en la carrera, sabe que su oportunidad esta en el fracaso de 2 en lograr su instalación indiscutible, no es muy simpático entre muchos funcionarios del gobierno, pero lo prefieren a Scioli.
En el pejotismo abandonado que lidera +a busca disimuladamente apoyo fuera de la provincia de Buenos Aires, apostando a que 2 no sea candidato del FPV, lo que le aportaría el apoyo de dirigentes políticos con poder territorial que hoy apuestan a Scioli (aunque el el PJ rige la praxis de Lorenzo Miguel, poner fichas en todos los candidatos, pública o privadamente). Así Massa toma la actitud del que hace la plancha y espera ya que su oportunidad depende de la decisión del gobierno al elegir a su candidato. Macri y el PRO, o el PRO y Macri, buscan pasar la General Paz, tienen algunos candidatos y alianzas que sirven para la foto o para marcar presencia, pero no aportan masa crítica electoral, a Macri le sirve una alianza con el (des)UNEN para lograr llegar a un ballotage que le permita pactar con el sector pejotista que le aporte mas del 50% que la alianza PRO-(des)UNEN no llegaría a lograr. Macri también hace la plancha, espera una alianza que Carrió no pudo aportar y mientras tanto junta figuritas para las fotos, pero votos nones.
El (des)UNEN apostaba a sumar, pero la política no es aritmética, y en política 1+3 no es 4, dicho en otras palabras la suma de los votos de los candidatos individuales será siempre menor que los votos que obtenga el espacio integrado por los mismos candidatos, y cuantos mas diferentes sean los candidatos menor serán los votos del espacio. Esta es la razón del rechazo a Macri, y también por que Macri probablemente ganaría la interna en una alianza PRO-(des)UNEN, así cualquier victoria de este espacio sería una victoria pirrica para muchos candidatos. La opción de (des)UNEN es que se produzca una quiebre ideológico en el espacio del FPV (o sea Scioli candidato) y lograr captar un voto progresista desencantado, que lo ponga en el ballotage; el problema que tienen es lograr un pacto con el pejotismo perdedor de la primer vuelta, ya que este espacio no ofrece las mismas garantías de pacto que Macri, con quien tienen ya varios acuerdos. UNEN hace cualquier cosa en pro de lograr acuerdos, pero no se enfoca en las elecciones, sino en su propia visión (algo heredado del radicalismo donde ya no se sabe si “se dobla pero no se quiebra” o “se quiebra pero no se dobla”).
¿y el pueblo? Lo mira por TV.

Glosario

2 = Daniel O Scioli
+a = Massa
(des)UNEN = UNEN
PRO = PRO
dirigentes políticos = todos aquellos que pedíamos que se fueran en el 2001



sábado, 18 de octubre de 2014

Carta Abierta al Gobernador Scioli


El primer problema que me presenta esta carta es como dirigirla, consideré primero la fórmula: Estimado Gobernador, pero me pareció hipócrita, ya que no tengo ninguna estima por su persona; Compañero Gobernador tampoco refleja mi posición sobre el sector del peronismo en la que Ud. se encuentra, pues para muchos peronistas como yo, existe una diferencia abismal entre peronismo y pejotismo; por ello el frío e impersonal Gobernador Scioli resulta una forma no irrespetuosa de dirigirme a Ud.

Gobernador Scioli:

No tengo elementos para juzgar cuales han sido sus intenciones al definir los objetivos de su gestión al frente de la Provincia de Buenos Aires, de hecho no tengo en claro cuales son sus objetivos (para no generar una discusión bizantina, en mi óptica, un objetivo es un resultado medible obtenido por la aplicación de una política, una estrategia y acciones concretas). A pesar de ello supongo que cualquiera fuesen ellos y sus intenciones, no se deberían empeorar las condiciones de vida de los habitantes de la provincia. Asumo, que sus intenciones, y por ello sus objetivos tenían como fin lograr la mejora en las condiciones de vida y de desarrollo institucional en la provincia. Lamentablemente, la sola observación de las condiciones de vida y de la situación institucional existente me lleva a pensar que no ha logrado sus objetivos, y suponiendo que no desea Ud empeorarlas y de ser posible mejorarlas le escribo estas líneas para hacerlo reflexionar sobre ciertas cosas que ocurren en su gobierno.
No pretendo hablarle de cosas en las que no tengo cierta experiencia o competencia profesional, como sería el caso de la Salud o la asistencia social, aunque veo diariamente que los hospitales carecen de infraestructura e insumos, que los sectores mas vulnerables no son asistidos si no concurren a centros de atención a realizar trámites que le den un paliativo a su situación, centros que muchos necesitados desconocen que existen y que están en capacidad de solucionar sus problemas mas acuciantes. Así que voy a hablarle como militante peronista que posee una ideología que discrepa radicalmente con la suya (no necesito recordarle que el peronismo es un movimiento que agrupa distintas ideologías que coinciden en promover el interés nacional y el bienestar de la población, y no todos lo entienden o participan de estos objetivos), también voy a hablarle como ingeniero con mas de 30 años de trabajo, como docente y como investigador de ciertos temas que me interesaron y con los que realice una maestría en política y estrategia, y un doctorado en ingeniería y con los que escribí algunos libros  y trabajos publicados en revistas y congresos.
En primer lugar quiero hablarle de seguridad, que la he definido como la garantía que el estado debe ofrecer a sus ciudadanos respecto a su vida, su integridad física y sus bienes. Sería redundante decirle que en su gestión, la vida y la integridad física de las personas están en grave riesgo, por el aumento del  delito y la violencia que este ejerce sobre sus victimas; por la trata de personas, que se aprecia en el incremento de la prostitución y el trabajo esclavo el ámbito urbano y rural de la provincia que Ud gobierna; por los accidentes viales en las rutas provinciales que están en mal estado (creo que las rutas provinciales solo están, ya que su estado es lamentable), mal señalizadas y mal controladas (el control no puede restringirse solo a pedir la documentación de un vehículo); por la falta de atención de las emergencias, que a pesar del esfuerzo de los equipos de salud resultan insuficientes; por la falta de atención de emergencias sociales que hacen a un menor victima de trata, de  adicciones,   de enfermedades, y de cosas mas graves aunque menos urgentes como falta de escolarización; el aumento de la violencia en espacios públicos como canchas de fútbol, espectáculos e incluso reclamos sociales; el aumento de distintas formas de violencia en la convivencia  de menores. La delincuencia es la principal causa de afectación de los bienes particulares de las personas, pero también la falta de urbanismo afecta a los bienes públicos de las personas, como los juegos de las plazas, arbolado, paredes, muebles de escuelas, etc. Podríamos hablas de la garantía que deben ofrecer los productos alimenticios, la salud privada o el control del medio ambiente entre otros ejemplos de falta de seguridad, donde la integridad física de los ciudadanos de la provincia está en riesgo y no hay soluciones a la vista.  Nadie puede hacer milagros en estos temas, pero se puede mejorar en mucho la situación desde una formulación política coherente, con un diagnóstico claro, objetivos medibles y verificables, y recursos suficientes. Sobre algunos temas en particular podría darle algunos consejos: la policía no va a solucionar el problema de la delincuencia (sería como hacer responsables a los albañiles de que un rascacielos esté bien construido), aunque sin una mejor policía tampoco puede haber solución (la policía es condición necesaria pero no suficiente), el primer paso para garantizar seguridad vial es tener rutas transitables según su densidad de tránsito (en una autopista los accidentes son menores que en una ruta de dos manos); controlar implica presencia activa y efectiva (una persona que tarda 5 horas para recorrer 600 Km excedió los limites de velocidad, esto debe controlarse y es extremadamente sencillo); el delito implica la participación de otros actores que colaboran con el delincuente y no están incluidos en las sanciones penales, esto debería legislarse con gran rigurosidad (quien compra un objeto robado debería ser juzagado como cómplice del robo y debería tener la misma pena, la participación de un policía en un delito debería tener un agravante que triplique la pena aplicable); debería coordinarse mejor los equipos de salud para maximizar los recursos existentes en la atención de emergencias; la lucha contra el delito debería evaluarse por resultados, cantidad de delitos cometidos, cantidad de delincuentes procesados por esos delitos, cantidad de esos procesados condenados, ejecución de la sentencia, reincidencia, etc, debería ser la forma de evaluar a los policías, los fiscales, los jueces de ejecución, el sistema carcelario, el sistema de resocialización de delincuentes, etc; estos resultados deberían condicionar la carrera de los policías, los fiscales, jueces de garantías guardia cáceles y trabajadores sociales. Esto agota las posibilidades, pero creo que demuestra lo que no ha hecho su gestión en esta área y que todavía está a tiempo de cambiar.
La educación es el otro tema que quiero plantearle, no importa cuanto gaste o que planes proponga, la educación comienza en la casa y las condiciones socioeconómicas de gran parte de los alumnos que concurren a las distintas escuelas provinciales  no garantizan esto, los docentes no están bien remunerados (el salario no es la única remuneración y salvo esto es lo único que se le brinda al docente), el nivel académico no esta debidamente reconocido en las escalas jerárquicas del ministerio de educación y como ejemplo pongamos un caso: un ingeniero agrónomo, doctor en agronomía, docente de 30 años en una universidad nacional enseñando distintas materias de la especialidad, e incluso, habiendo sido director del departamento o facultad de agronomía,  no puede ser director de una escuela agraria, si no realizó una capacitación pedagógica reconocida por el ministerio provincial, aunque si puede serlo un profesor (con título de nivel terciario) de filosofía. No quiero abrumarlo con descripciones de la situación que atraviesa la educación provincial, así que le propongo un método de trabajo que formuló la sabia Doña Petrona de Galdulfo: “de una hoya no sale nada mejor de lo que se le pone”. Así, la educación necesita: alumnos que concurran al colegio para aprender y que el aprendizaje sea un proceso que se inicia y se guía en el aula, pero que debe completar cala alumno personalmente dedicándole parte de su tiempo fuera de la escuela, y cuando esto no pueda ocurrir, se debería instrumentar mecanismos de retención de  esos alumnos (la jornada completa es una medida en esa dirección, aunque en muchos casos sea insuficiente). También se debería abrir la participación de todo tipo de profesionales en la docencia, ya que nadie mejor de un Licenciado en Matemáticas para enseñar matemáticas, un Médico para enseñar Higiene o Anatomía, o un contador para enseñar contabilidad (la experiencia pasada donde los profesionales enseñaban en establecimientos educativos, tuvo algunos problemas, pero no, la falta de aprendizaje). Se debería exigir un régimen de antigüedad en la docencia para integrar los cargos directivos de las escuelas, de modo que un docente que integra los cuadros directivos no deba dejar de lado el dictado frente a alumnos, y sí lo haga luego de cumplir un ciclo de trabajo en el aula, cuando sea mas útil su experiencia como docente que su trabajo frente a alumnos. La capacitación docente, la evaluación de alumnos, docentes y directivos, la integración de equipos multidisciplinarios en las escuelas con fonoaudiólogos, asistentes sociales, equipo sanitario, padres, comunidades religiosas y cuaqluier miembro de la comunidad escolar, deberían ser objetivos que habría que considerar si se persigue cambiar el estado actual de la educación, ya que mediaticamente es poco simpático declarar la emergencia educativa en la provincia, algo que a la luz de los resultados de evaluaciones objetivas como las Pruebas Pisa, es mas que necesario.
Podría extenderme en muchos mas temas pero si, en un tema trascendente como la educación y en un tema coyuntural como la seguridad vemos que su gestión no logra los resultados que supongo Ud. desearía, le haga cambios y que logre resultados antes de proponerse como candidato a ocupar cargos de mayor responsabilidad.

Los saluda con el debido respeto a su investidura:

Alejandro Héctor Molina
                     

domingo, 28 de septiembre de 2014

La traición



Un viejo dirigente peronista acuñó la frase: “sin traición no hay política”, la frase es molesta y provocadora, pero no deja de plantear un interrogante interesante de analizar.
La traición se puede plantear con un abordaje desde la óptica de la ética política, con dos visiones; una visión de justificación ética y otra de condena. En el primer enfoque se podría evocar textos de autores de identificación austroanarquista, donde la traición se asocia al cambio de posición sobre un orden clasista establecido, y así surge el traidor de clase que abandona su pertenencia de clase para luchar por la reivindicación de las clases mas postergadas. El segundo enfoque se plica a la falta de ética y se remonta a hechos como las Termopilas en la antigua Grecia, Malinche durante la conquista del pueblo azteca, e innumerables casos grandes y pequeños. Pero mas que los hechos que abonan ambas posiciones, en la “realpolitik argentina” ambos casos apuntan a un solo hecho: Se hace política por ideales o por intereses.
La actual situación, que es la continuidad de otras situaciones similares, es el mejor ejemplo de este razonamiento. Quienes hacen política por interés ven el final de ciclo del partido de gobierno y buscan un lugar dentro de las estructuras previstas por el partido de gobierno para perdurar (seguir currando sin laburar en serio), cuando evalúan que tienen cierto potencial político a su favor, ya sea dentro de las futuras estructuras de gobierno o como candidato electoral; traicionan. Son estos mismos personajes que inventaron la frase “el que avisa no traiciona” como excusa ética para su paso a las filas de algún partido opositor. Estos personajes que abundan en la fauna política de todos los partidos, son los primeros en postularse para cualquier cargo (sobre todo si es rentado) y desde allí comienzan una carrera plagada de chupadas de media, zanjadillas a compañeros para ocupar su puesto (el que mayoritariamente pertenece al tipo que los acomodó), censuras a cualquier crítica que alguien realice (sobre todo por que la mayoría carece de capacidad intelectual y solo pueden detectar aquello que no coincide con el discurso oficial que repiten como mantra para ocultar su falta de ideas), y la lista sigue, pero como muestras creo que bastan estos botones.
En el otro lado están quienes hacen política por convicción ideológica, cuando estos apoyan a un partido no reclaman cargos (y por lo general no se los ofrecen), y si llegan a detentar alguno suele ser al principio de la gestión de gobierno, cuando no existen las inevitables contradicciones entre las ideas proclamadas y las acciones de gobierno. En el medio tiempo del ciclo político del partido de gobierno (el cenit de su prestigio político), cuando muchas acciones de gobierno entran en contradicción con las ideas (o peor aún, la ideología) declamadas, los partidarios que detentan cargos suelen adoptar posturas críticas (en los pies dentro del plato) y también suelen dejar sus puestos (aquí los oportunistas hacen su agosto, criticando y postulándose para el cargo). A estos militantes o funcionarios se les carga con el mote de traidores, por aquellos que al final de ciclo serán los verdaderos traidores.
Un ejemplo de ello fué, Raúl Scalabrini Ortiz, uno de los mas grandes intelectuales argentinos, que fué uno de los fundadores de FORJA, dentro del radicalismo irigoyenista, al cual no adhirió totalmente ya que fué critico de muchas de sus medidas de gobierno. Cuando surge el primer peronismo fué uno de sus mas ardientes propaladores, pero no formó parte del gobierno y criticó duramente las medidas que el peronismo tomo a finales de su primer ciclo. Durante los gobiernos que siguieron al golpe de 1955, Scalabrini fue uno de los principales críticos del desmantelamiento de las medidas que el estado de bienestar del peronismo había conquistado. Incluso el mismo Perón lo reconoce en sus escritos del exilio, y lo pone como ejemplo de critico leal a su gobierno, cuando en realidad Scalabrini fue consistente con sus ideas, mas que con los partidos de gobierno.

Así, la traición divide el sentido ético de los militantes políticos, pero los verdaderos traidores (los que actúan por interés propio) suelen ponerse en evidencia al mejorar su situación personal luego de la traición.

miércoles, 13 de agosto de 2014

La confusión entre estado y gobierno



Mucha gente confunde estos dos conceptos, definamos estado como la estructura burocrática y de planta permanente que garantiza el cumplimiento de los derechos y obligaciones de un país (me gustaría mas decir nación, pero este concepto está muy devaluado por quienes tendrían que enaltecerlo, y esa es otra discusión); y gobierno es una organización política que dirige al estado por un período de tiempo limitado y de planta transitoria (ya que cumplido su período de gobierno los funcionarios políticos son reemplazados por los pertenecientes al nuevo gobierno). Estas definiciones que la mayoría de los politólogos o demás amanuenses de las “ciencias” (¿?) sociales me discutiría, está hecha en función de un concepto de ingeniería (disciplina proveniente de las ciencias exactas, y por lo tanto practicante del método científico formulado por Descartes), donde interesa describir la función, el alcance y los recursos. Para cualquier inquietud sobre el planteo de discusiones sobre esto los remito a la muy extensa bibliografía sobre sistemas y organizaciones, ya que desde tiempos inmemoriales la ingeniería planteó la forma de organización del trabajo y no lo ha hecho nada mal, considerando que pasamos de vivir en chozas, curarnos con rezos y brebajes, comunicarnos por señales de humo y comer lo que se cazaba, a la actual civilización (les recordaría a algunos escépticos que la ingeniería solo interviene en la producción y no en la distribución)
Dejando de lado este planteo epistemológico, volvamos al tema de estado y gobierno, los gobiernos conducen a la estructura del estado, y cuando la conducción de alguno de sus componentes altera su naturaleza original el gobierno reemplaza al estado y sus roles se confunden. Cuando los gobiernos no conducen y solo administran, el estado impone su burocracia sobre las políticas que pretenda implementar un gobierno. Esta es una tensión ineludible de entre las políticas de gobierno (particulares de un partido político) y las políticas de estado (en teoría las establecidas por consensos de mayorías parlamentarias). Cuando una mayoría circunstancial establece políticas de estado sin consensos el estado desaparece como expresión de continuidad entre distintos gobiernos, debilitando su propia naturaleza, y lo que es peor, restando presencia ante la ciudadanía. Por otra parte un gobierno sin poder y sin capacidad de negociación queda sometido a una presencia burocrática que limita su capacidad de realizar su propuesta política. El estado eclipsa al gobierno y este pierde legitimidad.
Las restantes instituciones esenciales del estado, el poder legislativo y el judicial, en un país republicano con un sistema presidencialista, tienen menor participación en el estado de la “cosa pública”. Los legisladores, que si bien cuentan con representación popular que respalda su función, rara vez surgen de la forma prevista en la constitución, sino que obtienen su postulación, nominación y hasta incluso su cargo, en virtud de su cercanía a referentes políticos o su obsecuencia con los mismos. Similarmente hay jueces, suelen llegar al ejercicio de su cargo por cercanías a distintos factores de poder (aquí no necesariamente influye el poder político, sino también corporaciones profesionales, religiosas, económicas, etc.).
Así, en un escenario donde los gobiernos presentan mas legitimidad de origen que los restantes miembros de los otros poderes del estado (por si hay que aclararlo, a un presidente se lo elije en forma directa, los legisladores surgen de listan sobre las cuales no hay elección directa, y los jueces surgen muchas veces por la influencia de algún factor de poder, de allí que el ejecutivo muestre una mayor legitimidad ante el pueblo), no es extraño que se tienten con ejercer su poder sin tener mucha consideración con el resto de los poderes, así se subordina el dictado de leyes o el cumplimiento de sentencias al criterio presidencialista.
La historia nos muestra muchos ejemplos de esto, así el aumento de las atribuciones que logra un presidente lo hace a costa de la pérdida de poder de los restantes componentes del estado, así la burocracia estatal cede lugar a funcionarios gubernamentales que lo colonizan con miembros de su grupo político. El riesgo que se corre, es la “feudalización” de sectores del estado. Entonces, desaparece el control cruzado de poderes que consagra nuestra constitución y el “funcionario político” se convierte en amo y señor del sector gubernamental a su cargo. Este es el primer paso hacia la corrupción, e incluso al delito de acción pública (algo que ya debe haberse erradicado de la legislación vigente por la misma influencia de la que hablamos).
También debe reconocerse, que no se llega a este estado d cosas sin la participación necesaria de la oposición política al gobierno, ya sea por acción u omisión. Por acción cuando pretende participar de un gobierno de distinto signo político, bajo la forma de alianzas, adhesiones o la mera negociación; y por omisión, cuando no genera una opción política alternativa que sea atractiva (o la menos vista como viable) para la mayoría de la ciudadanía. Lo peor es que así se legitima al grupo político en el gobierno.
Por último, el gobierno fracasa inevitablemente, ya que la falta de controles lleva a la pérdida de rumbo, que se expresa en un primer momento como contradicciones (entre la ideología declamada y las acciones de gobierno) y finalmente con el fracaso de las políticas implementadas (la corrección de las acciones emprendidas son la garantía de éxito de la implementación de una política). La principal consecuencia de su fracaso es la deslegitimación de la ideología declamada, por el fracaso del gobierno. Un ejemplo histórico, es el fracaso del gobierno comunista ruso, por el cual se consideró fracasadas las teorías marxistas (aunque la distancia entre las propuestas de Marx y las llevadas a cabo por los gobiernos rusos , eran enormes).
Valen todas las analogías que se quieran plantear en los gobiernos argentinos de los últimos 30 años, es un buen ejemplo de practica política.



jueves, 3 de julio de 2014

Los tigres de cartón de hoy en día


Mao desarrolló una interesante teoría sobre los tigres de cartón, como una amenaza externa (aunque sea inventada) sirve para agrupar a gente, eliminar discrepancias y desviar la atención de temas que realmente importan. En Argentina existieron y existen muchos de ellos. El primer tigre fue Dorrego, creado por una aristocracia portuaria e inmolado para producir una división que permitiera a los beneficiarios de la economía puerto-dependiente debilitar un naciente naciente acuerdo sobre la regulación de las regalías portuarias, fuente de la riqueza porteña y principal factor de control del desarrollo del interior.
Los creadores de ese tigre de cartón trataron de pasar desapercibidos, pero la famosa carta de Viale a Lavalle muestra como influyeron y como trataron de que no se supiera quienes eran los instigadores del fusilamiento. La guerra civil desatada le permitió a esos grupos continuar con sus negocios sin perturbaciones, hasta el surgimiento de Rosas, otro tigre de cartón pintado como tirano, populista e incluso hoy en día tratado como parte de la oligarquía terrateniente argentina (algo totalmente fuera de los tiempos histórico-económico), que justificó recuperar el “libre comercio” con la potencia hegemónica británica. También el tigre de cartón de “civilización y barbarie” ocultó la matanza de mas de 3000 prisioneros de la batalla de Pavón y permitió cambiar varios aspectos de la constitución de 1853 empezando con el reemplazo de la palabra “Confederación Argentina” por “Nación Argentina” y la restitución de privilegios a los mismos intereses que hicieron fusilar a Dorrego y derrocaron a Rosas y Urquiza.
A lo largo de muestra historia se siguieron repitiendo esos tigres, entre ellos: el personalismo radical de Irigoyen, el fascismo de Perón, la “lentitud de Ilia, la violencia terrorista, la inviabilidad del gobierno de Isabel Perón, la incapacidad radical de gobernar, el neo liberalismo peronista, la convertibilidad, etc. Todos ellos basados, en forma interesada, en el relato de una intelectualidad soportada por un stablishment económico tras nacional, que disponiendo de medios económicos y culturales, encumbraba a grupos de pensamiento funcionales a sus intereses. Hoy, no han cambiado las cosas, lo que sí ocurre es que hay muchos tigres y lo que planteó Mao como factor único de una estrategia política, se ha convertido en una estrategia mas, o si se quiere, como marco teórico de un análisis estratégico.
Así hoy, el tigre de los golpes militares que permitió a grupos de interés económico, permanecer ocultos e incluso plantear un genocidio, no puede ser invocado, por eso el error estratégico de este gobierno de incluir a grupos de militares como parte de su proyecto político (dejando de lado el cuestionamiento sobre el general Milani) que puede reabrir esa posibilidad en un futuro. Este tigre fue reemplazado por la exacerbación de las debilidades de los gobiernos, así a Alfonsín le complicaron los problemas sociales de la crisis económica después que los militares obtuvieran la ley de obediencia debida, así crearon dos tigres: el peligro de interrumpir el proceso democrático y la falta de capacidad de generar crecimiento económico (en una década signada por una recesión global), con ello se interrumpió el proceso de investigación de los crímenes de la dictadura que hubieran conducido a los grupos económicos que instigaron a los militares y las reformas económicas que se planteaban que perjudicaban a la burocracia sindical y la grupos de económicos de poder concentrado. Menem utilizó la renovación del peronismo como tigre de cartón electoral para presentarse como un nuevo peronismo y terminó siendo el viejo liberalismo conservador. De la Rúa, fue lo mismo con la careta radical e incluso precipitó la crisis de 2001 por su propia inoperancia. Este gobierno abrió sus flancos a los ataques de los grupos concentrados mereced a sus propias contradicciones entre su propuesta política y la implementación de las políticas que declamaba, este gobierno dibujo los tigres que se usaron en su contra.
Los tigres de cartón que hoy se enarbolan por el gobierno y la oposición generan un enfrentamiento estéril, ya que la confrontación se desvía de lo fundamental, que el gobierno no puede plantear por sus propias contradicciones y la oposición por que defiende a impresentables. Los únicos beneficiados siguen siendo los intereses concentrados, mandantes de políticos impresentables, intelectuales mercenarios o anquilosados en ideologías superadas por la modernidad y funcionarios incapaces, política y técnicamente.



martes, 24 de junio de 2014

Los últimos 20 años en datos (Nota 1)

Días pasados busqué en Internet la información económica de los últimos años y me encontré en el Ministerio de Economía con una cantidad de datos, que al empezar a analizarlos, me sorprendió, ya que publicaron información económica de los últimos 20 años un período que abarca las presidencias de Menen (2da presidencia), De la Rúa, Duhalde (Interinato), Néstor Kirchtner y Cristina Fernández de Kirchtner. La cantidad de información impide un análisis global y para llegar a una síntesis se requiere establecer ciertos puntos, por ello y en función de mi disponibilidad de tiempo iremos analizando esta información.
Empecemos por las cuentas nacionales de ingresos y gastos y analicemos los resultados. Una tabla simple de los datos con la que podemos empezar el análisis es la siguiente (los valores están expresados en millones de pesos) .



Uno de los renglones mas interesantes es la de resultado financiero, o sea la diferencia de todos los ingresos y todos los gastos, la cual se muestra en el siguiente gráfico, indicando los distintos períodos presidenciales. Los déficit fiscales del período Menem - De la Rúa, muestran una tendencia de aumento del déficit hasta la crisis del 2001, donde se revierte la tendencia en el interinato de Duhalde y continúa con el superavit en la presidencia de Nestor Kirchtner y el primer año de Cristina Fernández, a partir de allí, comienza un aumento del déficit a niveles no alcanzados por los gobiernos anteriores.



La primer pregunta a responder es si hay un problema de mala gestión de gobierno, como ser gasto excesivo y/o escasa recaudación, para responder a ello analicemos los ingresos y gastos corrientes para ver si surge un déficit producto de los gastos corrientes, que son aquellos que provienen del funcionamiento del estado, o de los ingresos corrientes que son los provenientes principalmente de los impuestos, o de los aportes al estado de otros organismo públicos.
El gráfico de la evolución del ingreso corriente, los gastos corrientes y su diferencia muestra una evolución de los gastos, sin tener una diferencia significativa con los ingresos corrientes, lo que llevaría a pensar en una presión recaudatoria muy grande que permita mantener el superávit corriente.



Vemos que a partir del año 2002/2003 se produce un aumento de los gastos e ingresos, manteniendo un superávit hasta ahora, pero aumentado alrededor de siete (7) veces. En el período 2002 – 2007 la curva de gasto (roja) presenta una concavidad negativa (tendencia a desacelerar el gasto), mientras que en el período 2007 – 2013, la concavidad de la curva de gasto es positiva (tendencia a la aceleración del gasto). Queda ver si el aumento del gasto se correspondió con una mayor presión impositiva, para ello tomamos el renglón de ingresos tributarios y construimos el siguiente gráfico.



A simple vista, si bien la curva de la carga impositiva sigue la evolución de los ingresos, los valores absolutos de los impuestos son sensiblemente menores que la curva de ingresos corrientes, sobre todo a partir de 2006. Esto sugiere una fuente de ingresos adicional que cubra la diferencia con los gastos corrientes, al menos en forma significativa. Para ello analizamos la evolución de las contribuciones del tesoro y las contribuciones de la seguridad pública.
Las contribuciones del tesoro muestra dos sectores con concavidades positivas pero de distintos ratios, el primer sector se ubica en el período 2003 – 2007 y el segundo en el período 2007 – 2013 con una mayor concavidad (una tasa de mayor de aumento de la contribución). Ambas curvas replican la evolución de la curva del gasto corriente.



Para confirmar si estos ingresos conforman la mayoría de la composición de los ingresos corrientes, se puede tomar la participación de estas tres componentes del ingreso total como porcentaje del ingreso corriente que genera el superávit primario. Esto da origen al siguiente gráfico.



Se ve que la carga tributaria era algo inferior al 70% hasta después de la crisis del tequila, después fue algo superior al 70% hasta el 2002 donde crece al 80% hasta 2006, descendiendo su participación a menos del 60% en 2013. Los aportes del tesoro si bien contribuyen en menor medida muestra una tendencia inversa a la mostrada por la carga tributaria. Los aportes de la seguridad social muestran una tendencia a participar cada vez en la conformación del ingreso corriente.
La conclusión es obvia, el superávit de los ingresos y gastos corrientes se mantiene mediante aportes del tesoro y la seguridad social a partir de 2006 – 2007, que practicamete duplicaron su participación en la composición de los ingresos. A pesar de ello se mantiene un déficit total equivalente a aproximadamente el 10% del gasto corriente. Esto indica que se está produciendo un endeudamiento para financiar gasto corriente.



jueves, 12 de junio de 2014

Una imagen vale mas que mil palabras



Recibimos varios mails comentando el programa PPT sobre la situación de la policía, si bien se pude tener distintas opiniones sobre el contenido editorial del programa, los hechos mostrados son indiscutibles y no hacen mas que mostrar una realidad que se oculta desde los discurso oficiales. Quizás por eso se pretende municipalizar la policía, para transferir el problema a los municipios. Les adjuntamos el enlace a parte del programa que fue subido a YOUTUBE.





Es increíble como se cae el discurso de Scioli sobre la inseguridad, las imágenes que en realidad son hechos nos muestra algo que estamos diciendo desde que comenzaron nuestros estudios sobre seguridad, no hay una dirigencia política con capacidad de implementar una política de seguridad. Sacan leyes, decretos dan discursos pero no se ponen al frente del problema y le dejan todo a la policía, que me recurda a la descripción que hacía Martín Fierro sobre los cantones de frontera, ayer eran los gauchos sometidos a la ley de leva, hoy son los policías que tratan de cumplir como pueden con una misión cada ves mas compleja y riesgoza.

domingo, 25 de mayo de 2014

Scioli parece querer armar un INDEC de la inseguridad



Días atrás el gobernador Daniel Scioli, dio una conferencia de prensa donde expuso los resultados de las medidas adoptadas en materia de seguridad y justicia, los resultados que señaló fueron:

- 18.000 procedimientos realizados
- 13.000 delitos esclarecidos
- 164 enfrentamientos
- 35 delincuentes abatidos
- reducción de asaltos (de 4300 a 3400)
- 1500 armas secuestradas
- 15.000 personas puestas a disposición de la justicia
- 1.500 procedimientos contra narcotráfico
- 123 operativos contra motochorros
- 333 aprehendidos en los operativos anteriores
- 121 motos expropiadas
- 73 armas incautadas

Si analizamos estos números fríamente, podemos ver que se creó un nuevo INDEC de la inseguridad, con números que sirven para armar un discurso pero no para cambiar una realidad que este gobierno provincial no puede controlar.
Hagamos un análisis matemático y político de las cifras que dio el gobernador

1.- Los 18.000 procedimientos realizados en 45 días son 400 operativos por día, si calculamos la fuerza policial según el número dado por el ministro en 40.000 efectivos operativos, se utilizó solo el 10% de la capacidad disponible en al fuerza policial para realizar operativos. El número ahora no parece tan grande en relación a la capacidad disponible.

2.- Los 13.000 delitos esclarecidos son solo el 2% del total de delitos denunciados en 2013, según los datos dados por la procuración de la suprema corte de la provincia (casi 695.000), si se proyectase esa tendencia al resto del año tendíamos solo un 16% de los delitos denunciados esclarecidos. Pero como se denuncia la mitad de los delitos cometidos (en una aproximación my optimista) 

3.- Respecto a los enfrentamientos y delincuentes abatidos, son datos que no se debe analizar ya que el enfrentamiento con un delincuente es algo que no debe buscarse, sino que ocurre, y no puede indicárselo como algo bueno, pues es el fracaso del verdadero objetivo que debe ser reducir y aprehender a un delincuente; y no enfrentarlo y abatirlo. Esto solo pone de manifiesto un costado facistoide de las políticas de seguridad que se están llevando a cabo.

4.- Respecto a la reducción de asaltos no se indicó como se obtuvo ese indicador, ya que debería tomarse un período mas largo de tiempo y una estadística completa de delitos, para ver si hay una fenómeno temporal, un desplazamiento de la modalidad delictiva o una efectiva reducción del delito señalado.

5.- Las 15.000 personas puestas a disposición de la justicia, no se indica si fue por delitos cometidos en este año, el año anterior, si registraban pedido de captura, si están en calidad de imputados o de sindicados. Esto también me llevaría a preguntarme si hay capacidad carcelaria para esa cantidad de detenidos, o si solo declararon y quedaron el libertad. También podría podría pensarse con mala leche que se arrearon perejiles para crear número, pero no hay suficiente información para saber a que obedecen los arrestos, por otra parte la cantidad total de imputados que reporta la procuración de la provincia respecto del total de las denuncias de delito  mantendría las proporciones entre delitos esclarecidos (los 13.000) y los imputados (15.000).

6.- Respecto a la cantidad de armas secuestradas (1.500) en 18.000 operativos arroja un arma secuestrada cada 12 operativos. O se realizaron muchos operativos contra delitos menores o su eficacia para hallar armas es muy baja. Lo mismo puede concluirse respecto a la cantidad de detenidos, solo un arma por cada 10 detenidos a disposición de la justicia (esto último me lleva a reforzar mi suposición sobre el arreo de perejiles).

7.- Los 1.500 operativos contra el narcotráfico, no reportan traficantes detenidos de cierta importancia, ni responsables de las estructuras de narco-lavado de dinero; por lo que parece que su eficacia fue baja para obtener resultados de alto impacto en las estructuras delictivas, incluso dada la relevancia de este tipo de delito, solo 8 de cada 100 operativos se realizaron contra este tipo de delito, y por los resultados mostrados la mayoría deben haberse hecho contra vendedores callejeros (nuevamente perejiles).

8.- Respecto a los operativos contra moto chorros fueron menos del 1% del total de operativos realizados a pesar de ser los mas sencillos de realizar, sus resultados deberían contrastarse contra la cantidad de personas identificadas y vehículos inspeccionados. Por otro lado las detenciones en estos operativos son solo 1 de cada 50 detenidos y 1 de cada 20 armas secuestradas; también llama la atención que se secuestraron 121 motos y se detuvo a 333 personas, 3 personas por moto. Este último dato puede no ser claro ya que no hay muchos detalles de los números.

En síntesis, los operativos realizados en función de la capacidad operativa existente no fue de la magnitud que parecería frente a una emergencia de seguridad, el número de delitos esclarecidos y personas detenidas no aumentó significativamente respecto de valores históricos. Se pone de manifiesto una dinámica represiva mas que preventiva y se pretende justificar la falta de resultados con números que no resisten un análisis detallado. Queda además, el hecho de presentar como resultado el número de delincuentes abatidos, algo mas próximo a los linchamientos que a la generación de un clima de seguridad ciudadana.                  
  
                           











domingo, 18 de mayo de 2014

Tecnología mal empleada


No es nuevo decir que soy un crítico de como se implementan las políticas a nivel nacional, provincial y municipal, sobre todo por las contradicciones que generan con las mismas formulaciones políticas. Para poner en claro esto, analizamos algunos casos.
El proyecto de reforma del código penal en primer lugar es un claro ejemplo de contradicciones, se declama desde la conducción política que no debe estigmatizarse la pobreza, que debe respetarse la voluntad de la ciudadanía y que el objetivo de una condena a reclusión es lograr la re inserción del condenado mediante el cumplimiento de la condena y su preparación para tener mas oportunidades cuando termine su condena. En primer lugar el proyecto del código enuncia las propuestas recibidas y las analiza, pero formula un proyecto que difiere sustancialmente de las propuestas recibidas, erigiéndose en el producto de una élite jurídica que solo debate en claustros universitarios de vinculados al estudio del derecho. Esto deja la impresión que el proyecto de reforma del código penal fue realizado ignorando el interés de distintos grupos de ciudadanos vinculados al tema, se formuló de acuerdo a criterios no debatidos previamente por representantes de las distintas expresiones políticas del país, siendo que el código afectará a todos los ciudadanos y deberá ser aprobado por los legisladores representantes de las distintas expresiones políticas. Otra contradicción surge entre la formulación política de no criminalizar la pobreza y la fundamentación del criterio sobre la no criminalización del delito, ya que las condiciones de exclusión en que se crió el criminal fueron las causales que lo llevaron a cometer el delito y no una decisión personalísima, con lo cual reconoce explícitamente que es la pobreza la que lo lleva a delinquir (restaría preguntarse si el caso Robledo Puch obedece a esos postulados). Por último, parecería que el sistema carcelario es algo ajeno al poder judicial y los juzgados de ejecución penal fueran organismos abstractos que no intervienen en las condiciones en que un condenado cumple su pena. Mas aún, proponer que el sistema carcelario no cumple la función de resocializar al reo, obligaría a reformular el funcionamiento de los juzgados de ejecución penal y no suprimir la penalización del delito, algo que escapa a la competencia judicial y es algo político, no jurídico; sobre todo no asumiendo su competencia en materia de ejecución penal. Esto no tiene por objeto discutir el proyecto de reforma del código penal (algo que estamos haciendo en el blog: http://insepu.blogspot.com.ar/2014/04/analisis-de-la-reforma-al-codigo-penal.html ) sino poner evidencia las contradicciones que existen entre las líneas políticas formuladas desde el gobierno y las acciones supuestamente “técnicas” que apoya o promueve.
Podemos ahora analizar algo mas “técnicamente duro”, en materia de seguridad se propone que los motociclistas usen un chaleco identificatorio con el número de la patente y también se les prohíbe circular por ciertas calles (céntricas), las mismas propuestas surgen de los gobiernos provincial, CABA y varios municipios. Quienes propugnan tales medidas para “garantizar la seguridad” cometen no solo errores procedimentales sino que entran en contradicción con las políticas que dicen pretender implementar. Dediquemos algunos párrafos a los errores procedimentales, el primero prohibir la circulación de motos o forzar una identificación de quienes conducen genera mas problemas a quienes no cometen delitos, ya que el delincuente copiará el número de algún cadete, poniendo en serios problemas al trabajador y dándole un nivel de impunidad adicional (para quienes argumenten que se puede perseguir mejor al delincuente por el chaleco y su número, basta que el delincuente use una chaleco arriba de otro, se saque el chaleco con el que cometió el ilícito y se quede con el que lleva abajo, que hasta puede ser legal). Tampoco que circule un solo conductor por moto evitaría cierto tipo de delitos que requiere huir los mas rápido posible, dos delincuentes puestos en combinación actuarían uno cometiendo el ilícito y el otro como apoyo, dejándole el vehículo a su disposición para que huya (incluso puede pretender que se lo robó y dar detalles que confundan a la policía). Por último, evitar que se cometan cierto tipo de delitos en un determinado sector (micro centro , o áreas urbanas) no evita que se cometan en otros sectores (áreas peri urbanas). Se podrían detallar mas errores sobre esta propuesta, pero volvamos a la contradicción, el uso de motos para cometer ciertos ilícitos se basa en que no hay control real sobre las motos que circulan, ya que si hubiera un control efectivo nadie cometería un delito con su moto o una moto registrada a su nombre y circular con una moto robada o adulterada, no sería posible. Es la falta de control sobre las motos lo que genera que se la use con fines delictivos, pretendiendo solucionar ese problema con nuevo control, que no resulta útil como preventivo y que no garantiza que no se sigan usando con el mismo propósito. La evidente contradicción surge al proponer un control por parte de las autoridades, que han fallado previamente en los controles que hubieran evitado el problema.
Citemos por último otros ejemplos, como son: el uso de radares para el control de la velocidad en áreas urbanas o peri urbanas donde deben ser los semáforos quienes deben regular la velocidad, el uso de cámaras de seguridad para detectar delitos y no tener un mecanismo de intervención policial rápido que permita evitar la consumación del delito, la saturación de un territorio con presencia policial que por aptitud del personal (falta de capacitación, sobre exigencia horaria, medios técnicos, etc.) y procedimientos que estimulen su intervención (suspensiones ante lesiones o muerte del delincuente, falta de estímulos por intervención, riesgos personales y familiares por intervenir ante ciertos criminales, pobre cobertura en caso de lesiones permanentes o muerte, etc.), medios de apoyo como armas, elementos de protección (cascos, chalecos) y vehículos que no cuentan con soporte (muchos de estos elementos deben ser adquiridos por los policías) y el mantenimiento de los mismos (faltan armeros, mecánicos, etc.).
Creo que podríamos hacer una gran lista de ejemplos, pero lo esencial que surge es la permanente contradicción entre la política formulada y su implementación, esto no reconoce ideología, la incapacidad de articular política con estrategia y táctica es transversal a izquierdas y derechas, a niveles nacionales, provinciales o municipales; parafraseando a Discépolo “los inútiles nos han alcanzado”