jueves, 31 de diciembre de 2009

¡¡ Feliz Año Nuevo!!


Como todos los años uno desea paz, prosperidad y felicidad, pero sabe que para la mayoría de la gente será otro año de esfuerzo, que tendrá inevitablemente problemas, que vivimos en un país dependiente, que nuestra economía la manejan por control remoto (a pesar de lo que diga el gobierno), que los problemas sociales serán cada vez mayores y las crisis mas agudas, entonces: ¿Por qué festejamos?
Porque renovamos las esperanzas de que algo cambie, de que algo mejore, porque cargamos las pilas para otro año de lucha y de trabajo, por que a pesar de todo creemos en la utopía, creemos que algo podemos hacer y renovamos la esperanza, por eso ¡ Feliz Año Nuevo!

lunes, 28 de diciembre de 2009

La seguridad no son vaguedades


Critica Digital en su edición del domingo 27-12-2009 presenta la opinión de un grupo de expertos en seguridad, que presentan distintas propuestas, que más que propuestas son un montón de vaguedades, basadas en criterios sectorizados o tan poco específicos que se vuelven inútiles, ya que terminan en lugares comunes sin especificar acciones concretas que cambien la actual situación.

Un resumen de las distintas propuestas empieza por la de un sociólogo, investigador del Conicet que apunta a las políticas de uso de armas, señalando que “En América Latina se produce el 40% de los homicidios mundiales cometidos con armas de fuego” apunta que cuanto más armas circulen en una sociedad, más probabilidad existe que se cometan hechos violentos. Pone como ejemplo a los países europeos donde existe un férreo control de armas. Concluye en que: “La erradicación de armas debería ser una prioridad”. Creo que echarle la culpa a las armas de los delitos violentos es como culpar a los autos por los accidentes automovilísticos, por otro lado le recomendaría al sociólogo que vea el documental “Bowling for Columbine”, que deja en claro algunas cosas sobre el uso de armas.

Otro especialista era el director del Centro de Estudios para la Prevención del Delito de la Universidad de Belgrano (Ceprede), quién enumeró tres modelos: uno de autoridad que cuente con hombres y mujeres capacitados y comprometidos en la tarea de entender y llevar adelante las políticas que ya han demostrado su eficacia en otras latitudes y que no centren su actuación en el sistema penal (es el mejor eufemismo que he escuchado en los últimos tiempos para nombrar a la mano dura); un segundo modelo de coordinación funcional, que intervenga interdisciplinariamente en todas las áreas involucradas, tales como educación, salud, acción social, vivienda, trabajo, urbanismo, entre otras (o sea todo a seguridad, lo demás no importa); el tercer modelo propuesto fue de participación comunitaria: donde la sociedad intervenga en el diseño de las políticas, como forma de democracia social. Calculo que con tantas propuestas se puede escribir un libro que le dé dividendos a largo plazo, pero difícilmente reduzca en el corto plazo la tasa de delitos, ya que cae en las misma generalidades que en el caso anterior, agravado por la velada inclusión de policías “bien preparados” sin control judicial.

El tercer especialista, profesor de Derecho Penal de la UBA y asesor de Unicef Argentina, está convencido de que debe hacerse un diagnóstico sobre la base de las estadísticas, propuesta coincidente con el director del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), básicamente estos “expertos” desconocen que el delincuente no sigue un patrón estadístico, el delincuente hace la estadística. Seguir un patrón estadístico es poner a la policía dos pasos atrás del delincuente. El director del ILSED, agrega que también organizar a los vecinos para que tomen medidas preventivas advirtiendo horarios de mayor riesgo y tipologías delictivas frecuentes y cada municipio debe garantizar la iluminación de las calles y su transitabilidad. Creo que este experto leyó a pié juntillas el informe de UNICEF sobre seguridad, pero no advirtió que las ciudades que se incluían en el informe diferían bastante de las nuestro país, aunque esto es algo demasiado frecuente en los intelectuales argentinos que quieren imponer lo que se usa en el resto del mundo, sin pararse a pensar si en nuestro país es posible o no.

Otro experto, quien fuera director del Programa de Prevención del Delito y la Violencia del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, cree que es imprescindible promover programas de educación y contención para chicos vulnerables y en materia policial, acercarse al modelo de policía comunitaria, que requiere de recursos sociales articulada con el sistema educativo y el sistema de protección social para prevenir las causas de la delincuencia. Lo cual, no deja de ser una vaguedad obvia, que tampoco indica como implementar, y menos indica que hacer con los actuales cuerpos de policía.

En síntesis, si estos son los expertos que pueden asesorar al actual o a los futuros gobernantes sobre políticas de seguridad, seguiremos con índices delictivos en aumento, con aumentos de la cantidad de delincuentes y con medidas más o menos represivas pero igualmente inútiles.

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Puede la Universidad Publica hacer tamaño papelón?


Días atrás escribí una nota sobre el “PLAN INTEGRAL DE SEGURIDAD EN EDIFICIOS” (http://opinionpoliticaargentina.blogspot.com/2009/12/mala-seguridad-publica-buenos-negocios.html ), elaborado por la Secretaría Técnica de la Universidad Nacional del Sur, donde se demostraba fehacientemente a quien quisiera leerlo la falta de conocimiento sobre seguridad pública y privada que tenían quienes lo elaboraron. Hoy acaba de enviarme un mail, un amigo que me comenta sobre un artículo escrito en el diario Eco Días por Diego J. Kenis, titulado “Poco para Sonreír”, donde indica que: “el consejero departamental de Humanidades Sandro Abate reveló que dicho texto era en realidad en su mayor parte un plagio de un trabajo elaborado por el español Leonardo Lafuente Valentín, director de la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla – La Mancha y publicado en el sitio de internet Monografías.com, que en los pasillos académicos se conoce como “el rincón del vago”, por ser fuente de información lista para el copipegue del estudiante sin ganas de estudiar” , para quienes quieran corroborarlo, el enlace es: http://www.monografias.com/trabajos71/teconolgias-proteccion-edificios-publicos/teconolgias-proteccion-edificios-publicos.shtml .

Que un alumno universitario, con pocas ganas de trabajar utilice este recurso, no es extraño, que sea posible merced a que la mayoría de los profesores no controlan con alguna herramienta contextual los trabajos de sus alumnos con los contenidos de Internet, tampoco es extraño, pero que autoridades de la UNS presenten un documento que se supone que avala una erogación de mas de $ 1.500.000 (un millón y medio de pesos) a consideración de la comunidad universitaria, con un estudio que habíamos calificado de poco serio, técnicamente hablando; y que resulta ser una copia de contenidos de un sitio de Internet, es ya inaudito.

Dejemos de lado cualquier consideración que vincule a la erogación que se realizará basada en este informe y pensemos en el ejemplo que se da a los alumnos de la universidad y a la comunidad toda. Hace tiempo se descubrió que una jueza, también fundamentaba sus sentencias tomando contenidos de similares sitios de Internet y tuvo que renunciar, ya que la naturaleza de su investidura y los asuntos sometidos a su consideración no admitían tal falta de seriedad. En el caso de la UNS, la gravedad del caso es mayor aún, ya que institucionalmente una universidad forma profesionales, formación que no solo se realiza mediante la transmisión de conocimiento, sino mediante la observación de ciertas conductas que llevan consigo valores que se desean estén presentes en la vida de los futuros egresados. La transmisión de conocimiento implica por parte del docente un compromiso de estudio de las distintas fuentes, como son libros, publicaciones y también contenidos de Internet, pero siempre tamizados por el análisis y la posterior síntesis del docente, la transmisión directa desde una fuente de conocimiento, supone un mero acto informativo y no formativo, es la esencia misma de la función que debe realizar una universidad. No puede una universidad presentar a la comunidad un estudio con contenidos copiados de un sitio de Internet. No solo es vergonzoso, sino un tremendo papelón, pero como sabemos que los responsables no serán castigados, porque la falta de seriedad, responsabilidad e idoneidad no se castigó ni se castigará, espero que el ridículo cometido no sea olvidado, ya que como dice el refrán popular: del ridículo nunca se vuelve.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Valenzuela: Go Home


Así había titulado el borrador de un artículo sobre la visita de esta personaje a América Latina, pero el domingo 20, al leer Página 12, me encontré con el artículo: El revés de la trama, escrito por quien fuera mi profesor del curso de postgrado sobre Historia de la Relaciones Internacionales, Mario Rapoport, quién prácticamente dijo todo lo que yo pensaba escribir, así que como nada podría agregar o complementar (cosa que es lógico tratándose de este Maestro), les transcribo el artículo


Retrocediendo raudamente en el pasado, como al visionar al revés alguna película del cine mudo, la visita del enviado del presidente Obama y encargado de asuntos latinoamericanos de Estados Unidos al sur del continente, Arturo Valenzuela, dejó una sensación de déjà vu en la política de Washington sobre nuestro país (desde Cordell Hull y Braden, de recordada actuación en épocas de “relaciones tumultuosas”, hasta Terence Todman, denominado el “virrey”, en los más apacibles tiempos de las “relaciones carnales”). Sus dichos y acciones levantaron una ola de suspicacias sobre la forma de entender los vínculos mutuos. Valenzuela no fue recibido por los presidentes en Argentina y Brasil, donde se reunió con funcionarios subalternos, pero en Buenos Aires (no en la nación vecina) tuvo también entrevistas con políticos opositores que respaldaron sus conceptos.
En conversaciones con éstos y con empresarios locales Valenzuela señaló la “falta de seguridad jurídica” en Argentina y comparó este momento con la “mejor” situación que se vivía en la época del menemismo, esa que llevó directamente –es bueno recordarlo para tanto repentino desmemoriado– a la crisis de 2001-2002. Claro está que la seguridad jurídica a la que se refería era exclusivamente la de los inversionistas y no las de las personas o ciudadanos. Se trata lisa y llanamente de una seguridad jurídica corporativa y vista con los ojos de la potencia del Norte. Pero Valenzuela no mencionó el revés de la trama. El país con mayor inseguridad jurídica del mundo actualmente, a raíz de la crisis económica y financiera, con un fuerte componente especulativo, que se originó en él y se extendió como un reguero de pólvora sobre todo el planeta, es justamente los EE.UU.
¿Qué tipo de seguridad jurídica tuvieron los depositantes o inversores que han visto a cientos de bancos donde tenían colocados sus ahorros derrumbarse de la noche a la mañana? En el 2009 quebraron poco más de 130 bancos de los 8500 existentes y aunque el gobierno de Washington rescató varias entidades financieras, una gran cantidad, sobre todo medianas y pequeñas, se fueron a pique sin su ayuda. En cuanto a los depósitos, la FDIC (Federal Deposit Insurance Corporation) sólo cubre hasta un cierto límite los de aquellos bancos asegurados en ella, no la de todos los bancos ni toda clase de acreencias.
¿Qué seguridad jurídica existió para los miles de propietarios de inmuebles que se encontraron sin poder seguir pagando sus hipotecas y fueron desalojados de sus hogares? ¿Cuál fue la seguridad jurídica de los futuros jubilados cuyos fondos de pensión cayeron en el pozo interminable creado por las pérdidas de valor de los activos financieros a los que estaban ligados y se quedaron sin ingresos futuros después de años de aportes y de trabajo? ¿De qué seguridad jurídica se habla para los que perdieron sus empleos en numerosas empresas que achicaron masivamente su personal o cerraron directamente sus puertas? En fin, ¿cómo se aprecia la seguridad jurídica de grandes industrias que se encontraron financieramente arruinadas hasta llegar a ser nacionalizadas, como General Motors, en un país que pregona que ése es el principal peligro para sus compañías fuera de sus fronteras? Puede decirse que muchos de estos casos tienen que ver con la mecánica misma de la crisis, pero es imposible no mencionarlos por la retórica existente.
Yendo a interrogantes referidos directamente a políticas públicas: ¿cuál fue el marco de seguridad jurídica que brindó la revocación, en 1999, de la Glass-Steagall Act, que establecía una separación entre la banca comercial y la de inversión? Desde ese momento se extendió la posibilidad, en un mercado totalmente desregulado, de que cualquier entidad del rubro pudiera crear sus propios medios e instrumentos financieros con una falta de límites claramente establecidos en sus operatorias y un estímulo a actividades especulativas. Esto constituyó una de las causas de la crisis que se desató en 2007. En verdad, la seguridad jurídica está muy lejos de existir en un país que hizo temblar a los inversionistas de todo el mundo y provocar la quiebra de entidades de otros países con intereses en EE.UU. O que permitió fraudes empresarios como los de Enron o WorldCom, compañías que estafaron hasta a sus mismos empleados. Para no hablar de la seguridad que deviene del respeto de la libertad personal, una de las bases mismas de la Constitución del país del Norte, vulnerada en el pasado por el tristemente célebre macartismo o por la aprobación de la patriotic act, que redujo el derecho de privacidad y estableció la detención sin tiempo y sin intervención judicial de extranjeros y hasta de ciudadanos. O la que sostiene el principio de soberanía, transgredido por razones falsas en la invasión a Irak.
La cuestión no queda allí. Como se señala en un artículo publicado en 2007 por el Instituto de Estudios Legales Alternativos de Colombia (ILSA, org. com), el fin último de la seguridad jurídica que preconizan los Estados Unidos para proteger a sus inversionistas en América latina –abandonada la etapa del “big stick” que subsistió en gran parte del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX, con algunos “revivals” posteriores– es la adopción de “normas homogéneas, durables, con poder de coerción y que aseguran transparencia” en los acuerdos comerciales o de inversión que realice el país del norte. Pero su desarrollo ha ido en una sola dirección: “La supremacía de la legislación estadounidense” por sobre la local para sus capitales invertidos en el exterior (la obligada intervención del Ciadi –una institución del Banco Mundial con sede en Washington–, apañada por dirigencias nativas, constituye un ejemplo en el caso argentino). Asimismo, esas normas favorecen sistemáticamente a los inversionistas por sobre los demás ciudadanos desconociendo otros derechos como los humanos, ambientales o laborales. Se establece así “la paradoja de que la seguridad de un tipo de leyes somete a la inseguridad a los otros tipos de legislación”. La no aceptación por Washington del Protocolo de Kioto sobre el calentamiento global, defendiendo la depredación de recursos naturales y la contaminación del medio ambiente por parte de empresas de su país, es una demostración de la poca importancia en la seguridad de una vida prolongada para millones de habitantes del mundo, posición no alterada en demasía en la Cumbre de Copenhague, donde se llegó a un acuerdo poco satisfactorio al respecto.
A todo esto debemos agregar la cuestión de la seguridad social en los mismos EE.UU. En una entrevista dada en 2008 a una revista europea, Paul Krugman decía que “la realidad no había estado jamás a la altura del sueño americano”, y esto se reflejaba en la distribución de los ingresos. Los Estados Unidos –concluía– ante la pregunta de si seguía siendo la primera potencia económica del mundo “son todavía un lugar privilegiado para aquellos que están entre el cinco por ciento de los más ricos”. Los esfuerzos de Obama por establecer un seguro de salud universal, boicoteado por gran parte de la clase política, medios y entidades civiles, dan cuenta de que sobre la seguridad social el presidente norteamericano debe enfrentar a intereses poderosos. Inseguridad jurídica, social, ambiental, EE.UU., con toda su potencia y riqueza (en muchos casos más pasada que presente), no es un ejemplo en este sentido. Pero, sobre todo, no puede dar lecciones a otros y menos imponer sus leyes. Eso sí, debe preocuparse por recuperar la salud de su economía, hoy la más endeudada del planeta, cuya suerte representa una incógnita para el futuro económico de la humanidad.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Cumbre de Copenhague: El príncipe negro se convirtió en un sapo blanco


La presidencia de la conferencia anunció que había "tomado nota del acuerdo de Copenhague del 18 de diciembre de 2009", que incluirá en su encabezamiento una lista de los países contrarios al texto. La ONU recurrió a esta fórmula para hacer operativo el acuerdo, que fue duramente criticado como ilegítimo por países como Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Sudán. Para que pudiera convertirse en un acuerdo de Naciones Unidas, debía ser adoptado por unanimidad por los 192 países presentes en la conferencia. El texto estaba siendo negociado desde el jueves y fue cerrado el viernes por el presidente de EEUU, Barack Obama, en una reunión con varios jefes de Estado y finalmente con China, India y Sudáfrica bajo mediación de Brasil (Agencia EFE).

En coincidencia con mi otra nota sobre la desilusión Michael Moore, ya plantee que quien haya creído que Obama era una alternativa a George Bush se equivocaba pues terminó oponiéndose a todo compromiso para contrarrestar las exageradas emisiones de CO2 producidas por EEUU. La maniobra a la recurrió Obama y Cia fue señalada por varios representantes que acusaron al presidente Barack Obama y a los líderes de las llamadas "potencias emergentes" de haber llegado a un acuerdo que no respetó los procedimientos de la Organización de Naciones Unidas, porque el texto no fue dado a conocer para consultas antes de convocar a la votación, casi igualito que cuando Bush logró en la ONU la aprobación de la invasión a Irak.

El Documento suscrito no resulta vinculante, solamente se toma conocimiento del la situación y aplaza cualquier decisión para las futuras cumbres. Esto es una prueba evidente de que los principales Estados solo respondieron a sus intereses nacionales y sus políticas de desarrollo, para evitar firmar un acuerdo donde reduzcan sus emisiones, modificando una producción industrial basada en el consumo de combustibles fósiles. Si no, no tendría sentido la ocupación de Afganistán desde donde se controla el tránsito de los oleoductos al Mediterráneo y la ocupación de Irak, con sus cuantiosos posos de petróleo.

A pesar del fracaso del tratado sobre la regulación de las emisiones de CO2 , se establece un total de 10.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para que los países más vulnerables afronten los efectos del cambio climático, y 100.000 millones anuales a partir de 2020 para mitigación y adaptación. Suena a esas viejas películas, donde un villano poderoso abusa de una mujer y después le da dinero. Copenhague demostró una vez más, que los países que no están en el grupo de los 20, son doncellas abusadas.

martes, 15 de diciembre de 2009

Mala seguridad pública, buenos negocios


Hace más de 12 años que vengo estudiando, presentando proyectos y trabajos en congresos y formulando propuestas para la seguridad pública, la poca acogida que han tenido la mayoría de mis propuestas entre funcionarios políticos es proporcional al acogimiento de las mismas por parte de la gente. La razón de la poca aceptación de mis propuestas es necesariamente ideológica, fundamentalmente porque: considero la seguridad como algo más amplio que el ámbito del delito, porque asigno mas importancia al rol de la dirigencia política que al de las instituciones (policía incluida) y porque hacer algo implica tomar riesgos que afectan el “status quo” que pretenden los funcionarios políticos para sus gestiones, ya sea por una inherente incapacidad o por cobardía política. Lamentablemente, la falta de propuestas nuevas y originales perjudica a la gente que es víctima de delitos y a quienes se encuentran en situaciones de exclusión donde el delito se presenta como puerta de salida a sus problemas. Nada más que por esto continúo perseverando en mi estudio, mi análisis, la elaboración de trabajos y de propuestas.
Una causa de la falta de voluntad para lograr cambios en la situación de seguridad de la población es la vinculada con las ganancias que producen los negocios surgidos como consecuencia de la falta de seguridad pública. Por lo tanto la mayoría de los “expertos” que opinan sobre seguridad pública, están vinculados a empresas de seguridad privada y sus aseveraciones apuntan a acentuar la sensación de falta de respuesta de la policía, de las autoridades, el aumento del delito, de la violencia de los mismos y todo cuando contribuya a que el ciudadano común se sienta desprotegido, creándose la “demanda de seguridad”, que como el estado no la satisface, se canaliza en montones de opciones ofrecidas por empresas de ramo: desde puertas y vehículos blindados, alarmas, sistemas de monitoreo, vigilancia privada, custodias y una gran variedad de otros productos y servicios que hagan que la gente se sienta mas segura. Estas empresas, en conjunto, facturan más que el presupuesto público asignado a seguridad, por lo que podríamos hablar de un “impuesto a la seguridad”, que engrosa los bolsillos de empresas, cuyos titulares son mayoritariamente ex miembros de las fuerzas de seguridad. Se me plantea una doble duda, primero: si como integrantes de las fuerzas públicas de seguridad no pudieron impedir el crecimiento del delito, que me garantiza que lo harán desde el ámbito privado; y segundo: si como empresario privados pueden garantizar la seguridad de las personas, porque no lo hicieron cuando eran funcionarios públicos.
Independientemente de consideraciones sobre la conformación y la eficacia de los productos y servicios de la seguridad privada, la realidad de los números se impone sobre cualquier otro análisis. La facturación de las empresas privadas ronda los 10 mil millones de pesos anuales, según informa la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI), mientras que el presupuesto nacional para todo el sistema penal, de seguridad interior y de inteligencia prevé para 2010, un total de 9.892 millones de pesos. Además el negocio crece a una tasa promedio del 4% anual. Ese negocio invierte en publicidad, y la mejor publicidad en la indirecta, la que generan los periodistas que presentan visiones apocalípticas y amarillistas de los delitos que se cometen y de las victimas, lo que contribuye a generar la “sensación de inseguridad” que aumenta la recaudación de las empresas privadas. Esto se suma a la falta de medidas eficaces por parte de las autoridades, la indolencia de algunos funcionarios, el aumento del tráfico de estupefacientes, el aumento de la exclusión social y un deficiente funcionamiento del sistema judicial y penitenciario. El cóctel de ineficacia oficial e interés privado producen la sensación de inseguridad que ve como alternativa la seguridad privada y peor aún, se construye un imaginario colectivo que descree del estado como garante de la seguridad pública.
Este fenómeno de sensación de inseguridad y búsqueda de formas de garantizarla, ha llegado hasta esferas donde nunca pensé que se plegarían al imaginario colectivo antes mencionado. Un caso paradigmático es el “PLAN INTEGRAL DE SEGURIDAD EN EDIFICIOS”, elaborado por la Secretaría Técnica de la Universidad nacional del Sur. En este plan se comenten errores de todo tipo, los errores técnicos son excusables dado la falta de competencia y experiencia de la mayoría de los funcionarios académicos en esta área, pero lo inexcusable es la falta de un análisis lógico de las causas y de las estrategias a utilizar al proponer medidas para garantizar la seguridad, cayendo en lugares comunes que favorecen la sensación de inseguridad que lleva a la contratación de servicios privados de seguridad.
Al darle un vistazo a este proyecto podremos tener una idea de cómo se alteran conceptos elementales de sentido común y como se tiende a subestimar la contribución del estado (que aunque esté ausente no justifica el no hacer el reclamo correspondiente) en beneficio de la seguridad privada. El primer elemento que surge de la lectura del estudio es la magnificación y exageración de lo hechos delictivos ocurridos y el empleo del miedo como argumento de presión sobre los docentes con equipos a su cargo. Si analizamos estos dos conceptos, vemos primero: que se habla de hurto, robo y asalto, cuando solo hubo casos de hurto y robo, la mención del robo no corresponde o se realiza con el propósito de generar miedo; segundo: la cantidad de hechos señalados en relación al patrimonio existente es ínfima, y no superaría los estándares de cualquier compañía de seguros; y tercero: el personal docente no tiene porqué tener responsabilidad alguna sobre los bienes públicos, salvo aquellos que emerjan del uso de los mismos para las funciones específicas, pero la seguridad de los mismos debe estar a cargo de funcionarios académicos y no de docentes que en definitiva son empleados del estado que no tienen porque asumir responsabilidad alguna por posibles robos o hurtos de los elementos que usan (extraña la poca atención que los sindicatos docentes prestaron a este punto).
Otro elemento que llama la atención en el estudio, es la limitación que se propone al uso del espacio público, ya que la universidad es un organismo público al que se supone que todo el mundo tiene libre acceso, para restringir este acceso deberíamos aceptar que la universidad no es pública, la identificación de las personas que acceden a la universidad también supone una limitación de acceso no justificada por razones de trabajo o uso de instalaciones y delegar en una empresa de seguridad privada dicha tarea poner a la universidad en la misma condición de una empresa privada, que tienen el derecho de admisión a su propiedad, esta “privatización” del acceso supone violar el mismo derecho que se violaría con el arancelamiento de la educación, poniendo lo público a nivel de lo privado. Algunos otros interrogantes me surgen, si alguien intentara entrar y un guardia de seguridad lo retiene contra su voluntad en un espacio público, no estaría cometiendo el delito de privación ilegal de la libertad y no sería la universidad que le ordenó hacerlo cómplice de dicho delito. Descuento que el personal de maestranza no aceptaría realizar dichos controles ya que su función no es el control del personal docente y alumnos, sino el mantenimiento de las condiciones de uso de las instalaciones, y se arriesgaría a recibir agresiones o presiones laborales en represalia.
Algunas cuestiones técnicas, como las medidas para garantizar la seguridad de las instalaciones, los medios que se utilicen para limitar el acceso (debe recordarse que no puede impedirse el acceso, salvo que se cierre por razones de horario o de feriados) y que los medios que se empleen para limitar el acceso no pueden producir daño a quien quiera atravesarlo (existe responsabilidad legal sobre los daños que se pudiera causar), la cantidad de CCT, el monitoreo, la intervención en caso de robo (si al intentar impedir la salida de las instalaciones o requisar algún elemento, un guardia o mayordomo es herido o muerto, quien se hace responsable), la capacidad de requisa, los sistemas de alarma ante intrusión, la iluminación y otros elementos mal considerados y expuestos sin un análisis que justifique su implementación. En síntesis no se aprecia que en dicho estudio haya un análisis detallado “in situ” para justificar las medidas que se proponen.
La última consideración sobre el informe más que algo en concreto es la suma medidas que justifican la contratación de la seguridad privada, como ser: los CCT, las alarmas, el personal de seguridad privada o los servicios de monitoreo y la falta de propuestas alternativas que surjan de instituciones del estado como la policía o el propio ministerio de educación, aunque creo que dicha omisión es parte de las “desculturización en seguridad” que evidentemente favorece el negocio privado.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Hablemos en serio de Seguridad




  • Sobre la seguridad hay dos posturas claras, la primera postura surge del pensamiento pseudo progresista, que considera a la delincuencia como producto de la exclusión social y que como responsables de ellos la sociedad debe cargar con la delincuencia como un estigma hasta que desaparezcan las desigualdades sociales y la delincuencia con ellas. La otra postura, surgida del conservadurismo burgués, supone que la delincuencia es producto de una decisión personal de un sector social marginal, que acuciados por la pobreza y la droga, y producto de la disgregación familiar y la “perdida de valores morales” cometen actos de delincuencia que al no ser debidamente castigados, incentivan el aumento de los hechos.
    Ambas posturas, y aquellas más o menos parecidas, tienen algo de verdad y algo de hipocresía. La primera ignora que el camino de la delincuencia y al droga, llevan a la persona a su autodestrucción y a una marginación cada ves mayor, pudiendo ser esta un fenómeno social de consideración si la dispersión actual de la mayoría de marginales que han incurrido en el delito y la drogadicción se convirtiera en concentración social, estaríamos en presencia del fenómeno de delincuencia y violencia extrema que ya se ha desarrollado en otros países centroamericanos. Para los que quieran ver a que podríamos enfrentarnos en un futuro, les recomiendo ver el documental “La Vida Loca”, donde se cuenta la historia de las pandillas centroamericanas conocidas como “Maras”.
    La segunda postura, ignora el hecho que no puede separarse a la condición social de exclusión, de la generación de delincuencia, no porque la relación sea directa, sino porque genera las condiciones sociales para la delincuencia, como es la desaparición de lazos familiares, la perdida del control parental de los hijos, la droga como medio individual de evasión y muchísimos otros factores que llevan a que una persona delinca. También ignora que la situación actual de la policía impide que esta desarrolle un accionar eficaz (ver mi nota anterior sobre la policía: http://opinionpoliticaargentina.blogspot.com/2009/11/maldita-policia.html), que se carece de un sistema carcelario con capacidad de prevenir la reincidencia en el delito y que se carece de una estructura judicial ágil, que resuelva rápidamente los casos llevados a juicio.
    Ambas posturas no profundizan en el abandono que ha hecho del estado de muchas de sus funciones, careciendo actualmente de políticas universales de promoción social, de garantía de la educación, de acceso a la salud (hay que recordar que tener agua potable influye en al salud mas que un hospital mas o menos), de prevención de la violencia familiar, de tratamiento de las adicciones, de garantías personales (integridad, propiedad, entre otras), acceso la trabajo digno y muchas otras que de estar vigentes, no se generarían las condiciones de exclusión y marginalidad que promueven la drogadicción y el delito. No se puede hablar de seguridad sin un plan integral que cuente con los medios de recuperar a aquellas personas en riesgo social, pues si esto no se soluciona, podríamos encarcelar hoy a todos los delincuentes y mañana surgirían nuevos creados por esas condiciones de marginación social, esto es quizás lo mas racional que puedo extraer de la primer postura.
    Más aún, si se pudiera solucionar la situación de marginalidad social (no cuesta nada imaginarlo), siempre existirá quien se convierte voluntariamente en delincuente, lo que surge de la crónica de países con un alto grado de integración social, que exhiben índices significativos de delincuencia. Por lo que no puede creerse que la delincuencia desaparecerá al solucionarse los problemas de marginalidad social y es a partir de este supuesto que debe construirse un plan de seguridad que garantice la respuesta del estado como garante de la integridad y los bienes de los ciudadanos.
    Este plan de seguridad debe acordarse en sus objetivos, mediante acuerdos políticos, lo mismo que las grandes estrategias, de modo que la alternancia de vida democrática, no altere el sistema de seguridad para los que deben brindarla y para el resto de la sociedad. El plan de seguridad una vez definido en sus objetivos y estrategias básicas, debe ejecutarse a nivel táctico por grupos de especialistas interdisciplinarios, sin participación de funcionarios policiales o judiciales, ya que los primeros pertenecen a un cuerpo subordinado cuya misión es cumplir las directivas emanadas del poder político para garantizar la seguridad y los segundos intervienen en una instancia distinta a la garantía de la seguridad, cuando se violan las leyes que la garantizan y de allí que no tengan competencia en la instrumentación de las estrategias específicas y las tácticas que garanticen la seguridad.
    Muchas de las fallas que se originan en la actualidad se deben a aspectos ya señalados en esta y otras notas del tema, las que reitero para mayor comprensión:
    - La seguridad no puede proveerse mediante la represión del delito, o peor aún desde el autoritarismo policial.
    - Los funcionarios que intervengan deben tener competencia profesional en las disciplinas que hacen a la seguridad (un funcionario judicial carece de formación en Recursos Humanos, Logística y Tecnología, componentes básicos de cualquier sistema de seguridad que quiera llevarse a cabo seriamente).
    - La policía debe reconvertirse, a partir de una reconversión de su estructura organizacional, con cambios que incluyan la no existencia de concentración de poder en personas individuales, la garantía de un salario digno y condiciones laborales acordes a la función que desempeñan, capacitación y entrenamiento continuo, redefinición de las distintas especialidades, etc.
    - Se requiere la instrumentación sistemática de metodologías de estudio y trabajo en seguridad pública.
    - Se requiere la implementación de redes sociales que intervengan en la problemática de la seguridad, coordinadas y dirigidas desde el estado.
    - Se requiere utilizar la tecnología como un auxiliar de los medios existentes para garantizar la seguridad y no como reemplazo de ellos.

    A partir de estas premisas se puede comenzar a trabajar en serio en seguridad, sino sumaremos remiendos a un saco al que no le caben más, y el riesgo de que los actuales problemas alcancen proporciones inimaginables está mas cercano de los que la mayoría cree, Dios nos ampare, porque nuestro estado no puede.

viernes, 4 de diciembre de 2009

El origen de la Inepcia


Hoy leí una nota de Martín Caparrós titulada Inepcia, que quiere decir, ni mas ni menos que incompetencia, donde concluía diciendo que en mayor o menor medida nuestro país padece de una tremenda y extendida inepcia a todo nivel, desde el gobernante hasta el mas modesto trabajador, y esa es la causa de nuestra actual situación.
No puedo menos que compartir el diagnóstico de Martín y me puse a pensar en donde están los orígenes de esa inepcia. Me comparé con mi viejo y con mi hijo mayor, los tres profesionales egresados de la misma universidad, y si bien mi viejo y yo egresamos como ingenieros y mi hijo como Licenciado, somos el producto de la educación pública oficial en un mismo ámbito.
Mi viejo egresó en 1968 (estudió de grande), luego de cursar 38 materias con una carga horaria de 36 horas semanales de cursado presencial, yo egresé en 1982 con 35 materias y la misma carga horaria semanal y mi hijo egresó en el 2008 con 24 materias y una carga horaria de 24 horas semanales. Esta simple experiencia nos muestra como en el ámbito de la misma universidad, la trasmisión de conocimiento se degrada, ya que entre la época de mi viejo y la mía, surgió la tecnología digital, la informatización, la robotización, y ante esto la universidad no aumentó el número de materias sino que lo redujo, y desde mi época de estudiante hasta la actual, ha reducido la carga horaria. La conclusión es obvia: los egresados fuimos perdiendo formación ya que tenemos cada vez menos tiempo asignado a ello. La universidad falla o falla el sistema que no mantiene la relación entre la cantidad de conocimiento necesario y el tiempo requerido para adquirirlo, ya que, si vivimos en la era del conocimiento, este es cada ves mayor y necesitamos más tiempo para absorberlo. Simultáneamente la cantidad de alumnos ha aumentado en mayor proporción que los cargos docentes, que dados los requerimientos actuales no solo deben enseñar, sino investigar, obtener un postgrado, realizar tareas de extensión, realizar tareas de vinculación con el medio y ocupar cargos electivos. En síntesis en la educación se han reducido las horas de enseñanza y la cantidad de tiempo disponible por alumno de cada docente, con lo cual la preparación del egresado es menor, la prueba de ello es al demanda de estudios de postgrado, que permiten una mejor inserción laboral, al contar con mejor preparación.
Me pregunté que pasaba en el colegio primario, me remití a las funciones y atributos que tenía una maestra en la época de mi viejo, en la mía y en la de mi hijo. En la época de mi viejo se aceptaba el castigo corporal como forma de sanción por in- conducta, las maestras y maestros no ganaban gran cosa, pero su sueldo les permitía una vida sin lujos pero digna (acceso a vivienda, salud, educación de sus hijos y esparcimiento), nadie mas que el docente intervenía en el proceso educativo y la familia colaboraba con la escuela. En mi época, empezaron las directivas sobre el proceso de enseñanza (culpa de ello mi generación sufre en forma crónica de una escritura con faltas de ortografía), los sueldos docentes eran un buen complemento para los ingresos de la casa pero a duras penas alcanzaba para sostener una familia, la preparación docente se trasladó a establecimientos terciarios y fueron desapareciendo las Escuelas Normales. Hoy en día el docente no tiene autoridad frente a su curso y hasta el linyera que pasa por al puerta de la escuela tiene derecho a opinar sobre como enseña, a pesar de ello, debe enseñar, alimentar, contener y evaluar con un sueldo que no le permite una subsistencia digna, debe perfeccionarse por su cuenta y si no lo hace no puede acceder a nuevos cargos (ya que debe acumular varios para alcanzar un sueldo digno).
Por último pensé en la primera escuela que es la familia, y me quedé con el esquema de familia constituida, con trabajo y necesidades básicas satisfechas, que si bien son minoría, conforman el imaginario colectivo que denominamos familia y que en el caso de mi viejo, el mío y el de mi hijo, fue así. En la generación de mi viejo, había roles bien definidos entre el padre y la madre, había tiempo para controlar la educación de los hijos, no tanto para ayudarlos, pero vigilaban y hacían cumplir las tareas y el estudio que se indicaba en la escuela, no había jardines de infantes y actividades extraescolares fuera de deberes y estudio para los exámenes. En la familia se respetaban y hacían cumplir normas éticas, morales y religiosas, nadie delegaba esa tarea en ninguna escuela, instituto o iglesia. En mi generación, se produjo el gran cambio y choque generacional, los roles padre y madre se fueron intercambiando, la mujer empezó a trabajar, el tiempo para controlar el estudio y los deberes se redujo y muchas veces a hacer los deberes en lugar de fomentar el aprendizaje, delegar en institutos y maestros particulares la ayuda escolar, en reforzar una educación que empezaba a ser insuficiente para la demanda de conocimientos con actividades extraescolares y las pocas normas morales, se predicaban a patadas mas que con el ejemplo, los valores éticos en los manuales, y los morales y religiosos durante el domingo en la iglesia. Mi generación educó a sus hijos trabajando ambos padres, lo que hacía que tuviéramos menos tiempo para dedicarles que el que ellos tenían libre, por eso los mandamos a un montón de actividades extracurriculares. El poco tiempo que disponíamos lo dedicábamos a filmar sus actos escolares, a pelearnos con sus maestros, a criticarlos (la gran mayoría de los matrimonios de profesionales veíamos un muy pobre nivel educativo de los maestros, y en lugar de reclamar por una mejor preparación de los maestros los criticábamos frente a nuestros hijos) y a compensar nuestra poca dedicación con perdones (les perdonábamos que no hicieran los deberes, que no estudiaran o que reprobaran un examen), educamos a nuestros hijos mas en la indolencia ética y moral, que en la formación de valores y de religión mejor no hablar. En resumen, las familias que no deberían haber tenido problemas en contribuir a la educación de sus hijos, le han dedicado menos tiempo de calidad a la educación de sus hijos, han contribuido a desmerecer la imagen del docente, han sobrecargado de exigencias extracurriculares a sus hijos y no los han educado dándoles ejemplos éticos o morales.
La conclusión final es evidente, la calidad de la educación ha disminuido en la formación de egresados universitarios, que cuentan con una menor formación (en horas de clase), que accedió a la educación superior con menor cantidad de conocimientos básicos, sobrecargado por actividades extracurriculares y sin una buena formación ética y moral. No podemos pedirle capacidad a quien no está capacitado y mi análisis se orienta a quienes serán nuestros maestros, directivos, jefes y peor aún: gobernantes.

martes, 1 de diciembre de 2009

Recuerdo y Homenaje a Fuentealba



Hoy que el "insigne gobernador Scioli", vuelve a negarle un salario justo a los maestros, que pretende un estado policial, pero no hace nada por remediar la situación de exclusión social de la provincia, es un buen momento para recordar a ese maestro neuquino, que trabajo para poder estudiar, que aceptó la representación sindical para representar a sus compañeros y que luchó por esas reivindicaciones, sin excluir a las otras reivindicaciones sociales, tan justas como las que él esgrimía. Ese maestro fué victima de un estado policial represor como el que pretende instaurar Scioli en la provincia. Atacar a Scioli y sus argumentos, contribuye en muy poco porque la irracionalidad de su propuesta nos molesta a todos, por eso elegí homenajear a un maestro y luchador social, con estos versos de Martin Airon, para que sepamos que hay otra argentina con gente que marcó un camino y que soñó con una patria que se parece mucho a la que todos pretendemos.

Martín Áiron es montón, cardúmen, bandada, tropa…
Su uniforme es esa ropa que usa la gente “de abajo”
a la que en vez de trabajo le tiran un plato ´e sopa.

Un día tras otro se topa con la tremenda desgracia
del desparpajo y la audacia que tiene la oligarquía
que le aplica, día tras día, la fuerza ´e la “dedocracia”.

Lo que llaman “democracia” es un rótulo cualquiera
que nombra de esa manera la eterna postergación
que el laburante y el peón siempre se “comen” entera.

“Democracia” es la bandera que enarbolan los señores
que se dicen los mejores antes de cada elección
en las que la única opción, es votar los “menos peores”.

Publicistas y doctores de esos que las “saben todas”
ponen sus nombres “de moda” y el pueblo cae en el error
de votar al “menos peor” y allí empieza la peor joda.

Como al “pavo de la boda” lo empiezan a camelear,
y le hacen imaginar el mejor de los futuros
para que vote seguro de que esta vez “va a ganar…”

Y después de festejar y aplaudir como un idiota
la “ganadora patota” que le hizo poner el voto,
lo abandona como a un croto y otra vez queda en pelotas.

Y cuando la fe se agota y se va cayendo en pedazos,
el Pueblo, al bajar los brazos, se va cerrando, se achancha,
y al abandonar la cancha, termina dando “el mal paso”.

De filo y de morfi, escaso, con el orgullo abollado,
descubre que lo han usado que otra vez “pisó el palito”
y sólo le queda el grito para enfrentar al Estado.

Al estado en que han quedado su amor propio y su autoestima.
Y al Estado que en la cima del poder que ha conquistado
lo ha dejado abandonado y ni un consuelo le arrima.

Sin nadie que lo redima, sin un sueño al que aferrarse,
sin el derecho a quejarse, sin que nadie quiera oír,
cualquiera empieza a sentir que lo obligan a enojarse.

Y cuando quiere acordarse se revuelve el avispero
y ya no será un obrero, pues le echarán los milicos
que trabajan pá los ricos reprimiendo “piqueteros”.

Y en medio del trance fiero, el que hasta ayer fue una malva,
termina siendo un Fuentealba, un mártir de la impotencia,
pues donde es ley la violencia, el manso nunca se salva.

La ocasión la pintan calva y el gobernante, engreído,
lo trata como a un bandido, metiéndole palo y bala
para cortarle las alas al que no se haya rendido.

Hermanos, nuestro Partido, nuestra única ideología,
nos representará el día en que, pase lo que pase,
nos unamos por la base y no pá endiosar un quía…

Necesitamos un guía que nos aliente en la acción,
que en vez de hablar de Perón y usarlo como bandera,
nos enseñe la manera de vencer la corrupción.

Y con la misma pasión del gran maestro neuquino,
juremos junto al camino donde luchó y murió Carlos
la decisión de imitarlo, como buenos argentinos.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Reforma política Reloaded


Estos días el gobierno sacó a relucir una ley de partidos políticos, la cual, y como todas, recuerdan los partidos que jugábamos de pibes en los potreros, el dueño de la pelota elegía, y aquí el actual gobierno tiene la pelota en sus manos, así que están tratando de elegir.
Lo primero que quieren es elegir el mecanismo de internas de los partidos; y proponen internas abiertas para todos los partidos políticos en el mismo día. Parece en principio una buena medida, pero también hay otras implicaciones si pensamos más detenidamente. El gobierno actual pretende encabezar las próximas listas del Partido Justicialista, ya que, para su propósito este es el instrumento mas adecuado. Pero en el PJ hay varias tendencias que quieren lo mismo, a las cuales deberán derrotar en las internas abiertas. El ex presidente Menem, Das Neves, Rodríguez Saa, De Narváez, Solá y Duhalde, son quienes encabezarían las otras opciones. Independientemente de las alianzas que se concreten para las próximas internas, el escenario de internas abiertas tiene ciertas características, que indudablemente favorecen las intenciones del actual gobierno.
Una interna abierta permite utilizar estructuras clientelares que no están afiliadas al partido, obteniendo este beneficio quien mayor estructura tenga fuera de los partidos políticos. Otra ventaja que ofrecen las internas abiertas a quienes cuenten con muchos recursos económicos, es la eficacia de la publicidad que se haga por los medios, ya que una gran porción del padrón general es de no afiliados, estos requieren de la publicidad para movilizar su voto, ya que no están en contacto cotidiano con la estructura partidaria que los llevaría a participar de la interna. Vemos, que claramente, el grupo que tenga mas medios económicos y estructura clientelar, tendrá la mayor ventaja, y claramente el grupo gobernante es el mas favorecido, seguido de quienes cuenten con mas recursos económicos.
La publicidad de los aportes en las elecciones internas, condiciona el apoyo que muchos empresarios podrían dar a agrupaciones locales o regionales, que actuarían en defensa del interés regional y no alineado con políticas digitadas desde cúpulas que desconocen las distintas realidades regionales. Estos aportes podrían generar represalias por parte de funcionarios que apoyan al proyecto oficial, o tendrían que dar su apoyo en forma extraoficial, generando flujos de fondos “negros” que no tendrían control por parte de los propios integrantes de las líneas internas.
Los partidos o alianzas que no superen en la interna el uno y medio por ciento del padrón electoral no podrán participar de la elección general. Esta medida tiende a eliminar de la contienda electoral a partidos políticos pequeños, obligándolos a sumarse a otros proyectos, votar en blanco o anular su voto, lo que en definitiva tiende a concentrar las opciones de los votantes y a canalizar los votos de distintas tendencias conservadoras o progresistas hacia las propuestas de los partidos mayoritarios. Esto brindaría al actual gobierno la oportunidad de contar con votos progresistas que se expresan habitualmente por partidos minoritarios y que frente a otras propuestas más conservadoras, tomarían la opción de votar la propuesta del actual gobierno.
Los pequeños partidos políticos, se enfrentan a su extinción, ya que el actual proyecto propone que si un partido no se presentara en dos elecciones consecutivas o sacara menos del dos por ciento del padrón electoral en cada una de ellas, perderá su personería. Si sumamos esto a la condición de obtener el uno y medio por ciento, en las internas abiertas, las alternativas que presentan los pequeños espacios políticos desaparecerán, aumentando las concentraciones burocráticas de los partidos tradicionales PJ y UCR, que tienden a ser expulsivas, esto dejará sin espacio a muchos militantes que buscan en estos partidos una opción de participación.
Esta ley, pretende afianzar, el sueño de este gobierno de centralizar las opciones políticas entre dos grandes espacios: uno de centroizquierda y uno de centroderecha, visión que también compartían Menem y Alfonsín durante el Pacto de Olivos. Antes y ahora se mezclaban intereses personales en las definiciones de la reforma política.
Por lo tanto esta nueva reforma está movilizada por los mismos intereses, pretende la misma polarización, que perjudica la pluralidad de expresión política y beneficia a los mismos de siempre, los que siempre figuran en listas a las que nadie puede modificar, representando a nadie y dependiendo de los que acumulan poder. Esta reforma se parece demasiado a Terminator, Rocky o Rambo, se repiten, para mostrar las mismas caras con nuevos diálogos y haciendo, lo mismo. El pueblo, mientras tanto, lo mira por TV.

viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Maldita policía?


Sor Juana Inés, decía que quienes acusaban eran la razón de aquello que culpaban, y con la policía ocurre lo mismo. La policía está tan lejos de ser maldita como bendita, es lo que han hecho con ella, y terminamos culpando al monstruo que creamos.
La policía, en nuestro país, se formo como un cuerpo militar, y no como un cuerpo que tenía por objetivo garantizar la seguridad de los ciudadanos, sino garantizar un orden político o determinados intereses. El Martín Fierro, nos presenta policías al servicio de un juez de paz corrupto, que se quedaba con las propiedades de quieres eran enviados a la frontera, o a la guerra. Si leemos la historia de Rosas, vemos que al ser nombrado a cargo de la gobernación se dedicó a visitar pueblos del interior de la provincia y removió funcionarios policíacos y jueces de paz (Saldías, Historia de la Confederación Argentina), de donde puede verse que José María Hernández, no estaba muy herrado al describir la conducta de jueces y policías.
Cuando las ciudades crecieron, la policía fue un cuerpo auxiliar del poder político en la represión social, como ocurrió a principios de siglo con la represión de las protestas de los habitantes de los conventillos de Buenos Aires y las protestas obreras anarquistas y socialistas, donde se llegó a disparar contra la población civil desarmada. Ese uso de la policía como fuerza represora continuó bajo todos los signos políticos que ejercieron el poder y se intensificó durante los gobiernos surgidos de golpes militares, donde incluso se puso a la policía bajo el mando militar. La estructura organizativa actual de la policía responde a esta historia, sus cuerpos tienen una estructura militar, y gran parte de sus cuadros son entrenados y asignados a tareas de represión de las protestas sociales.
El otro fenómeno asociado a la estructura policial, son las relaciones entre sus mandos y el poder político, que ha obligado a los mandos a ignorar delitos de referentes políticos, a ser instrumento de presión a políticos opositores, a realizar tareas de inteligencia a favor de gobernantes y tantas otras cosas. Ese uso de la policía, se pagaba con ascensos que nada tenían que ver con la capacidad policíaca, con impunidad para que funcionarios policíacos incursionasen en áreas marginales (juego clandestino, prostitución, contravenciones, manejo discrecional en la instrucción de sumarios, etc.) obteniendo rédito por ello. Esta “marginalidad” consentida generó una connivencia de policías con delincuentes, que permitió que sugieran “delitos amparados” como el juego clandestino, trata de personas, venta de artículos robados, lo que en la jerga se llama “delito de guante blanco” o “delito fino”. El avance de la ilegalidad y el progreso en leyes que evitaban el castigo de ciertas conductas y la participación de dirigentes políticos en el amparo de formas de delincuencia fueron desplazando la participación de policías hacia los “delitos duros”, encontrándonos con vinculaciones entre funcionarios policiales y el tráfico de drogas, secuestros, robos, asaltos, atentados terroristas y homicidios.
En el otro extremo de la fuerza policial, los cuadros subalternos, se encuentran mal pagos, mal equipados, mal entrenados y mal considerados por la mayoría de la población, que los asocia con las prácticas antes descriptas y de las que la mayoría no participa. Estos policías son victimas fáciles de una delincuencia que los enfrenta bajo los efectos de la droga y con armas de gran porte, sabiendo que si son heridos y deben ser retirados de la policía, sus pensiones no podrán garantizar la supervivencia digna de sus familias, lo mismo que si son muertos. Si hieren o matan al delincuente enfrentarán sumarios y juicios, que afectarán sus ingresos (ya que mientras dura este proceso, no podrán realizar horas extras o tareas auxiliares que le permiten completar un ingreso digno) y pueden llevarlos a la expulsión de la fuerza o a la cárcel.
Este nuevo Leviatán, aparece entonces como: un cuerpo estructurado militarmente, que destina gran parte de su capacidad a la represión social, a la custodia de intereses privados o particulares; vinculado a sectores del poder oficial que los utilizan para sus propios fines políticos o económicos; con un régimen de promoción que no depende de sus meritos como custodio de la seguridad pública; con cuadros mal pagos, mal equipados, mal preparados y peor dispuestos; con vinculaciones entre algunos funcionarios y criminales; y en un escenario de aumento de la delincuencia por causas socio-económicas.
Si queremos que esta policía cambie, debemos pensar en una nueva policía, en una nueva estructura de la policía, en un nuevo régimen para el personal policial, en una nueva definición del rol de la policía en la sociedad y en un presupuesto acorde a esa nueva fuerza. Una fuerza que no debe dejar de lado a la mayoría de los actuales policías, debe dejar de lado la concepción de la institución como una organización vinculada al poder político, organizada militarmente, cumpliendo roles que no le son propios (custodios de particulares, carceleros, represores de protestas sociales, etc.) y con una acumulación discrecional de poder en distintas áreas de su estructura.
Este problema, en síntesis, requiere de definiciones y acuerdos políticos para refundar la institución policial, pero no a partir de impulsos individuales o espasmódicos, sino en consensos que permitan definir a la seguridad pública como una política de estado, y dentro de ella a la institución policial. Una institución policial que se ha desvirtuado por acción u omisión de una clase política que ha usufructuado de ella hasta convertirla en la “maldita policía”, denominación que gran cantidad de sus cuadros no merecen o al menos no son ni culpables ni partícipes.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Homenaje a un Joven de 70 y pico…


Juan Carlos Alecsovich es un joven de 70 y pico de años, poeta, peronista, militante, un estimadísimo compañero que me permite asomarme a un mundo donde su permanente asombro, ese que lo convierte en joven, se expresa en estudio, meditación, observación de calle y militancia, que la eleva a la categoría de arte al convertirla en poesía.
Juan Carlos es ese tipo de persona generosa que comparte su poesía para que la disfrutemos, asomándonos a profundas reflexiones, fruto de su estudio, a su aguda observación de la vida y la calle, fruto de su militancia en la causa nacional y popular y sobre todo al dificilísimo arte de expresar con poesía, las profundas causas de una dolorosa realidad.

Quiero, con este modesto homenaje, expresarle mi gran estima y profunda admiración, al compañero, al militante y al poeta, pero sobre todo al joven que hay en él, porque joven es quien no pierde su capacidad de asombro, y eso lo moviliza al estudio, a la propuesta, al compromiso y a la militancia. Muchas personas con pocos años, no tiene su juventud y nada los sorprende, nada los moviliza, creen que nada puede cambiarse, que nada puede hacerse y entonces, no hacen nada.
Por eso, Juan Carlos es un ejemplo para los que todavía no queremos volvernos viejos y para que, los que tienen pocos años, no envejezcan. No son las canas lo que nos vuelven viejos, es nuestro espíritu, y Juan Carlos de eso sabe mucho.
Pero no estaría completo un homenaje a él sin hacer mención a su alter ego, Martín Airón, de quien mas que decir algo, mejor es disfrutarlo.
Un enorme abrazo, mi joven compañero Juan Carlos Alecsovich



LA SOCIEDAD
por Martín Áiron

Estamos todos enfermos, enfermos, "fermos", cerrados
prisioneros del pecado, bajo el peso del desliz
de "no saber ser feliz" como Borges ha expresado.

Parecemos atacados por un sombrío pesimismo,
por el peso de "sí mismo", por la inmensa soledad
de buscar la "libertad" a través del egoísmo.

Salvaje individualismo, competencia encarnizada,
la "yoidad" que es expresada por la evasión del consumo
mientras se convierte en humo la Felicidad buscada.

"Poder" que no puede nada. poder del Yo sobre el Nos.
Poder que "imagina" un dios, aunque Dios sea algo tan cierto
que en vez de juzgarnos muertos nos ama probándonos.

Si el "Yo" y el "Tú", en vez de dos, asumieran la "Unidad"
y vieran la "Humanidad" como algo que nos contiene,
cada cual sabría que tiene, en ella, su Eternidad.

Ser "con Otros": LIBERTAD. Ser "en el Otro": Conciencia.
Hallarse en "Otros" : Presencia. Amarse en "Otro" : Piedad.
Sentirse el "Otro" : Humildad. Darse con Fé : Independencia.

No alardear de nuestra Ciencia que es tan sólo un artificio,
emergente y subrepticio del "poder" que nos corrompe
y una Armonía que se rompe con paganos sacrificios.

El "juicio" adorando al "Juicio". La corrupta muchedumbre
reprimiendo, por costumbre, lo que siente el corazón...
Y endiosando a la Razón que maneja podredumbre.

Infierno como obra cumbre. Campanas como señuelos
de un mísero y pobre Cielo que es como un salvoconducto
para implacables corruptos que lo administran con celo.

Lo Sagrado a contrapelo de la única Verdad,
convertida en "propiedad" por la absurda irreverencia
de explotar nuestra inocencia prometiendo Eternidad.

Y en la cruel impunidad del sacrílego entimema
creer que Dios es un teorema que se puede demostrar
mientras nuestro astro solar humildemente se quema.

Jueces, juicios, anatemas, torturas, inquisiciones...
Envilecidas legiones de arcángeles vengadores
o demonios represores clausurando corazones.

Santidad para adulones y fanáticos conversos
que por caminos diversos adhieren a un fanatismo
donde el pensar por sí mismo es un pecado perverso.

Mientras tanto el UNIVERSO, visto en toda su grandeza,
con su imponente belleza, silente, mirándonos,
nos dice mudo: SOY DIOS... ¡Pero no entro en tu cabeza!

domingo, 15 de noviembre de 2009

El camino del infierno ….


Que artista se perdió el cine, lástima que se dedicó a la política y en lugar de hacernos llorar en la pantalla nos hace llorar de bronca en los noticieros, me refiero al gobernador de la provincia de Buenos Aires el Sr. Scioli, al que vimos mostrarse apenado en el funeral de un policía que había sido asesinado, lo vimos prometer que pondría mano dura contra el delito después de robos y asesinatos, que pondría presos a los menores que delincan después de hechos de agresiones y asesinatos cometidos por menores, etc. etc. etc.
El gobernador prefiere la actuación ante los medios, antes que dar respuesta a los problemas que aquejan a la sociedad, marcada por una exclusión sin precedentes y origen de todos los males; y por la incompetencia de gobernantes que solo pueden ofrecer gestos mediáticos en lugar de soluciones.
Como no hay mejor verdad que la realidad, basta mirar algunas cosas de ella. Según un informe parlamentario, que detalla cómo el gobierno bonaerense subejecutó partidas presupuestarias de programas destinados a los menores en conflicto con la ley penal y a la compra de equipos de seguridad. Según este informe del diputado provincial Ramiro Tagliaferro, el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense gastó sólo el 3% del presupuesto destinado a los 18 centros ambulatorios, que reciben a menores en conflicto con la ley penal y el 9% de lo asignado a 25 centros que alojan chicos, además, sólo destina el 2% de su presupuesto de 47 millones de pesos, para financiar el funcionamiento del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil que controla a esos centros.Del 8% del presupuesto total de la provincia ($2.246 millones), que se asigna el Ministerio de Desarrollo Social Para programas específicos de Niñez y Adolescencia se destina sólo el 12% al presupuesto de esta cartera (275 millones de pesos). La Dirección Provincial de Coordinación del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil recibe el 2% del presupuesto ministerial. Al 31 de agosto, el ítem “Centros de Referencia” muestra una inversión de sólo el 3%, mientras que los centros de Recepción y Derivación evidencian un ejecutado menor al 10 por ciento. En los programas de los Centros de Contención se destina el 19% de los recursos correspondientes a la Dirección Provincial. Tal es la situación de precariedad, que Carlos Lami, presidente del Colegio de Magistrados de la Provincia de Buenos Aires dijo: “En la provincia se habla irónicamente del plan canje, porque se libera a un chico para que ingrese otro que cometió un delito más grave”.
En otra área, el ministerio encabezado por Carlos Stornelli ejecutó, al 31 de agosto sólo el 13,72% del ítem “equipos de seguridad”, que incluye los chalecos y el armamento de los uniformados. La cartera de seguridad cuenta con una asignación presupuestaria equivalentes al 6% del presupuesto total de la provincia. De esta cifra, el 81% se destina a sueldos del personal y el 8% a la compra de bienes de uso. Se afectó, a la fecha del informe, el 70% del presupuesto, del cual, sólo el 5% correspondió a Obras. En Planificación y Operación de la Seguridad Provincial, se gastaron 19 mil pesos, de los $27 millones presupuestados. En Investigaciones e Inteligencia Criminal no se ejecutó ni un solo peso; y en Comunicaciones, sólo el 0,29% de un total de $2,8 millones de pesos.
En resumen solo el 14% del presupuesto de Seguridad se ha ejecutado, un presupuesto, que a valores comparativos con presupuestos anteriores es un 2% menor que en el año 2005 (donde alcanzó un 10% del presupuesto total). En ese contexto hay dos hechos que son representativos de la incapacidad de la gestión gubernamental: para 112 menores institucionalizados hay una sola psicóloga y desde distintas ONG que alojan a los chicos, se denuncia la falta pago por parte del ministerio.
En este contexto el gobernador habla con la policía diciéndoles que son héroes, pero esos policías suelen trabajar mas de 14 horas por día, para alcanzar un salario justo (las que le impone su función mas las horas extraordinarias en distintas formas y modalidades), carece de equipamiento (y no porque no haya presupuesto, sino por que no se lo ejecuta), carece de entrenamiento (si se le agrega mas carga horaria la mayoría del personal caerá victima de agotamiento) y debe cumplir funciones que no son las que debe cumplir un policía (carcelero de detenidos en comisarías, custodia de funcionarios, represor de protestas sociales, entre otras).
Ese mismo gobernador que se muestra compungido ante los deudos de un policía caído en cumplimiento del deber, no arbitró los medios para que ese policía estuviera en las condiciones físicas adecuadas (descansado y entrenado), anímicas (con buena retribución y con la satisfacción de cumplir el rol que aspiró al ingresar a la policía) y con los medios adecuados (equipamiento y logística). Ese gobernador que propone cárcel para los menores y no atiende las necesidades de quienes ya están institucionalizados, negándoles toda posibilidad de recuperación y reinserción social; y cuyo destino final será una cárcel, en donde se convertirán en consumados delincuentes.
Un viejo profesor mío, sacerdote salesiano, decía: “el camino del infierno esta empedrado de buenas intenciones”, el gobernador habla de buenas intenciones, pero nos arrastra al infierno a todos los bonaerenses.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Los países en vías de desarrollo son el patio trasero de los países desarrollados


Si alguien creyó que el actual grado de desarrollo tecnológico, el crecimiento económico mundial sostenido hasta la última crisis, y la emergencia de un supuesto progresismo en EEUU de la mano de Obama, cambarían las cosas, se equivoca. Tanto en lo económico, como en lo político y como en lo cultural, el mundo está cada ves mas dividido entre los que mas tienen y los que menos tienen, y esas diferencias, mas que reducirse, se aumentan. Tomemos tres ejemplos de ellos en los campos antes mencionados: economía, política y cultura.

En lo económico, desde mediados de los noventa, los mismos economistas neoclásicos que propiciaban el Consenso de Washington descubrían la “paradoja de Lucas”, por la cual el flujo de capitales no iba desde los países ricos hacia los países pobres como predecía la “mano invisible” de Adam Smith, sino desde los países pobres hacia los países ricos, dándole la rezón a Marx, quién 150 años antes decía que el capital tendía a acumularse y concentrarse y no a distribuirse. Lo curioso, más que el hecho en sí del flujo de capitales, es la terminología que emplean estos economistas, a ningún habitante consiente del mundo “en vías de desarrollo” nos sorprende el hecho de ver como el capital se fuga de nuestros países, ya que solo los ciegos (a veces pienso que son la gran mayoría, porque no pueden o porque no los dejan ver) no vieron que en los últimos años la fuga de capitales superó el nivel de reservas acumulado por el país después de la crisis del 2001. Pero los apologistas del mercado y del liberalismo económico llaman a esto “paradoja”, como si fuera algo: “más allá de lo creíble, nombre que se da a situaciones o circunstancias que resultan contradictorias pero con una serie de factores que se consideran válidos o reales” (Wikipedia dixit). La evidencia de que los países ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres más pobres, resulta una contradicción de los postulados válidos de la teoría liberal del mercado y no una consecuencia natural de la falta de regulaciones para el desarrollo del capitalismo. Así, el hecho económico: “la paradoja de Lucas”; el hecho político: la falta de regulaciones sobre el desarrollo del capital y el hecho cultural: la no aceptación de las consecuencias del liberalismo de mercado; se entroncan en una sola concepción de “cultura dominante”, donde se niega hasta la evidencia de sus errores, sin duda esta es la visión de Fukuyama.

En lo político, el golpe de estado en Honduras puso de manifiesto, como la burocracia política mundial, puede impedir la voluntad de los países democráticos de que se respete el orden constitucional. Formalmente la OEA, el gobierno de EEUU y distintos gobiernos Americanos, no solo condenaron el golpe de estado en Honduras, sino que realizaron distintas acciones tendientes a restablecer el orden institucional y constitucional, pero efectivamente, no se logró nada. Esa misma burocracia consintió la invasión de Afganistán e Irak, la justificó y apoyó militarmente la ocupación de ambos países, pero nada se hizo frente a un pequeño país con un gobierno dictatorial que rechazó toda presión política. Esa misma burocracia firmó un tratado para la asistencia en la lucha contra el narcotráfico en Colombia, donde se consiente que los soldados de EEUU que participan, estén fuera del alcance de las leyes del país, en renuncia plena a la soberanía jurídica de un estado soberano (al menos en teoría). Nuevamente, lo político: la imposición de la voluntad política de los países sobre cualquier orden establecido; lo económico: la intervención a cualquier precio donde se juegan intereses económicos y lo cultural: la justificación usada, mediante argumentos de defensa de la democracia en Irak, no es la misma que en Honduras; en Afganistán el terrorismo talibán requiere la ocupación militar y en Colombia el narcoterrorismo subordina la soberanía jurídica a la intervención militar extranjera, lo cual todos ven como algo natural, aunque el respecto por la autodeterminación de los pueblos quede en letra muerta.

En lo cultural, tenemos un ejemplo sobre nuestro río Uruguay, justo enfrente de Gualeguaychú. Porque cultura no es la expresión artística, es el pensamiento, la actitud y la conducta de las personas en lo cotidiano, y la cultura de los países del primer mundo es usar a nuestros países como patio trasero, ahí donde se tira la basura. Por eso, un equipo de especialistas argentinos de la Universidad Nacional de La Plata y de la UBA, que estudiaron durante un año y medio las variantes producidas en las aguas del río Uruguay, aseguran que quedo acreditado, en base a análisis del sedimento y de las algas del río: “restos de nonilfenoles y lindano” (un veneno parecido al Gammexane). Posteriormente, durante una grave falla ocurrida en Botnia en enero de 2008, cuando se averió una de las tuberías de la fábrica y provocó un enorme derrame de la pulpa de celulosa, el especialista Juan Carlos Colombo, que dirige el Laboratorio de Química Ambiental de la Universidad Nacional de La Plata, obtuvo contundentes pruebas de que la planta de Botnia emite nonilfenol, una sustancia prohibida en la Unión Europea desde 2005. Este químico provoca graves consecuencias: en los hombres podría ocasionar cáncer de testículo, de próstata, disminución del nivel de testosterona y en la calidad del esperma; y en las mujeres, cáncer de mama, endometriosis y hasta muerte embrionaria o fetal. Estas enfermedades, además, podrían transmitirse a los hijos que engendren. En definitiva, en lo político: la casi nula independencia de países débiles provoca la aceptación de inversiones que expolian y contaminan nuestros suelos y ríos; en lo económico: la necesidad de crear fuentes de trabajo subordina a cualquier otro interés como lo es la preservación del medio ambiente: en lo cultural: se acepta como un hecho positivo inversiones que utilizan tecnologías que no son aceptadas en los países desarrollados.

La interdependencia de los hechos políticos, económicos y culturales en la dirección de subordinar a los países en “vías de desarrollo” a los intereses de los países desarrollados, nos convierte en receptores de inversiones económicas apoyadas políticamente y que lejos de traer algún beneficio, extraen nuestros recursos naturales, no dejan ningún beneficio económico (aunque resulte “paradojal”), destruyen nuestro medio ambiente y hasta nos dejan contentos.

viernes, 23 de octubre de 2009

Las falsas opciones


No suelo escribir mucho sobre mi pago chico: Bahía Blanca, pero en esta ocasión creo que es una obligación moral fijar una posición. El problema es la falta de agua que sufre la ciudad y no por carencia de recursos, sino por una mala planificación y peor previsión de contingencias.
Bahía Blanca, como toda ciudad del suroeste bonaerense tiene un régimen hídrico semiárido, que se conocía en los viejos manuales escolares (cuando todavía se usaban para aprender y pasaban de generación en generación de hermanos) como la pampa seca. Esta región tiene un régimen hídrico variable, cuyas precipitaciones dependen actualmente del “fenómeno del niño” y que tienen variaciones periódicas, como lo son períodos de lluvias abundantes y períodos de sequía.
Actualmente la región atraviesa un período de sequía, ya previsto por estudios de climatología. Esta sequía está afectando el régimen hídrico del embalse Paso Piedra, que provee de agua potable a la ciudad y por lo tanto la ciudad se enfrenta a la carencia del suministro de agua potable, al ser esta su principal fuente de provisión.
Este embalse comenzó a funcionar en la década del setenta, reemplazando al anterior sistema de provisión de agua que utilizaba perforaciones, las cuales todavía persisten, pero no están vinculadas a los sistemas de tratamiento que requieren, los cuales ya no están y no existen ductos que permitan transportar el agua hacia algún sistema de tratamiento, para reinyectarlo en la actual red de distribución de agua.
En la década del 90, en plena privatización del servicio por parte de empresa la prestadora Azurix, se realizaron estudios tendientes a disponer de un suministro alternativo, los cuales dieron como resultado la factibilidad de utilizar una reserva subterránea existente en el pie de monte de la región serrana, en la vecindad de la localidad de Cabildo.
Así las cosas, se instaló un sistema de provisión de agua que se pensaba inagotable, no se preservaron las anteriores instalaciones como fuente alternativa o de reserva, ni se crearon nuevas fuentes alternativas de provisión, a pesar que el recurso, provenía de un embalse cuyos aportes dependían de lluvias estacionales. La actual sequía era previsible, quizás no en su dimensión actual, pero si en las características generales y las autoridades, en lugar de planificar la emergencia, “hicieron la plancha”.
Hoy, la realidad nos enfrenta a la carencia de agua potable en la ciudad, y nuestra dirigencia en lugar de actuar racionalmente y en forma efectiva, actúa por espasmos (a la zaga de cualquier comentario mediático) y condicionada por fuertes intereses políticos y económicos.
Ante la crisis se plantean varios problemas, el primero es que dentro de la actual demanda de agua potable, un 30% es destinado a proveer a las empresas del Polo Petroquímico, las cuales ofrecieron realizar una planta potabilizadora sobre el arroyo Napostá a la altura del Campus de la Universidad del Sur. Este razonamiento suena muy extraño, ya que si el costo de instalar y potabilizar el agua del Napostá, fuera menor que el costo que actualmente paga el Polo Petroquímico por el suministro de agua, sería negocio para el polo obtener y tratar el agua que consume. Si el costo de potabilizar el agua del Napostá es mayor que el actual costo del suministro que genera el dique Paso Piedras, la pérdida la absorbe la empresa Aguas Bonaerenses o se absorberá por parte de los usuarios. En síntesis, la crisis no afectará a las empresas que usan agua apta para consumo humano como agua de proceso, y el costo lo pagará el usuario particular o el estado, que en definitiva es lo mismo.
Un párrafo aparte merece el planteo del uso del Napostá como solución, ya que esta contaminado y contiene algunos metales que lo hacen no apto para su uso industrial. La primer pregunta es, si el régimen del Napostá depende del mismo régimen hídrico que abastece al dique Paso Piedras ¿no debería una solución de abastecimiento tener un régimen diferente al que esta causando el problema? Una segunda pregunta se plantea ya que el Napostá está contaminado y el tratamiento de esta contaminación genera residuos que también estarán contaminados ¿Qué riesgos planteará esas instalaciones para vecinos del barrio Palihue y para los estudiantes de la universidad? Si se plantea que el contenido de minerales impide el uso industrial del agua del Napostá ¿Cuál será su efecto el la población que consume esa agua?
Ahora bien, si las empresas del polo petroquímico quieren contribuir a generar el mismo volumen de agua que consumen, ¿no existen otras alternativas? como serían la utilización de las antiguas perforaciones o la utilización de los depósitos del pie de monte cercano a Cabildo.
También uno se pregunta si se han realizado estudios sobre los reservorios subterráneos existentes, si se han realizado los estudios de impacto ambiental sobre las distintas opciones que se están manejando para solucionar la crisis, si las tareas de perforación que se están realizando en las cercanías del dique permiten superar la crisis.
Todo esto genera, en quienes tenemos un permanente interés por la cosa pública, una profunda preocupación. La falta de agua no solo deteriora la calida de vida de las personas, sino que pone el riesgo la vida de los más desposeídos, pues al presentarse problemas de potabilidad, surgen enfermedades por falta de higiene y por consumo de agua no potable. Ante esto, las autoridades se preocupan por dar la imagen de que hacen algo, pero quienes tenemos capacidad de ver la realidad, vemos que las soluciones no se generan.
En síntesis, no se previeron soluciones, no se previeron contingencias y no existe una capacidad de realizar acciones eficaces contra esta crisis, ya que la falta de agua no será una molestia, sino que pondrá a muchas personas en riesgo de vida. La política requiere de capacidad para evitar las crisis generando las soluciones que impidan que ellas ocurran y la capacidad de solucionar las crisis imprevistas en forma eficaz, cuando ello no ocurre nos damos cuenta que en lugar de dirigencia política, tenemos administradores de la cosa pública, o peor aún, burócratas incapaces.

domingo, 11 de octubre de 2009

Educación, la primera escuela


Una vieja frase, perdida en la doctrina peronista sobre educación, decía: “la primera escuela es el hogar y la escuela es el segundo hogar”. Para retomar el valor que tienen las palabras, remarco que no se habla de casa o familia, sino de hogar. Buscando en el diccionario vemos que hogar se define como: “La palabra hogar se usa para designar el lugar donde una persona vive, donde siente seguridad y calma”. La mayoría de los chicos que concurren hoy en día a las distintas escuelas, públicas o privadas, difícilmente vivan en un hogar, al menos si nos atenemos a la definición.

Si dejamos de lado los problemas socioeconómicos de exclusión social y las deficiencias estructurales del sistema educativo, y nos concentramos en sectores medios de la sociedad, o sea sectores “incluidos” con acceso a la educación como fuente de educación y no de alimentación, nos encontramos con un fenómeno ampliamente reflejado por los medios: las crecientes trasgresiones a todo tipo de normas de convivencia, morales e incluso conductas delictivas.

Lo que se aprecia en el comportamiento de estos jóvenes y adolescentes, es que su conducta es el reflejo de la educación en el seno del hogar y no es fruto de la educación dada por la institución a la que asisten, por ende los hechos que producen, deben analizarse como fruto de carencias de la educación recibida en el seno del hogar. Los hechos que se dan a publicidad podemos agruparlos en tres categorías: de naturaleza sexual, de naturaleza disciplinaria (con familiares interviniendo) y de violencia.

Si bien estos hechos deben analizarse desde disciplinas como la psicología y la sociología, surgen algunas preguntas cuyas respuestas podría ayudarnos como sociedad a buscar causas y a partir de allí tratar de encontrar soluciones, que dado la naturaleza del problema que enfrentamos no tendrán solución inmediata.

Comencemos con los casos de adolescentes embarazadas, la filmación de escenas de sexo entre adolescentes mostradas en Internet y la violación de menores por otros menores. Parecería que el común denominador es la educación sexual, pero no la impartida por el sistema educativo, sino la que se enseña en el hogar, la que proviene de la conducta de los padres, los abuelos y los tíos o adultos que conforman el núcleo familiar. La primer pregunta que me surge es: ¿que valor transmite a sus hijos una pareja que se formó por un embarazo?, no hablo de una pareja que existía no formalizada (largos noviazgos, convivencia, etc.), sino la que se forma a partir de un embarazo no deseado que se lleva adelante como forma de brindar al niño un mejor ámbito de crecimiento y que condiciona a dos personas a convivir como pareja sin ser este su proyecto de vida. Ese ejemplo, ¿no puede interpretarse por parte del joven adolescente como una forma de “retener o comprometer” a otra persona por la que se siente atraída y con la desea establecer una relación duradera, aunque esta no sea la intención de aquel ?. Cuando un padre alaba escenas de sexo implícito en programas de TV que comparte con sus hijas, ¿no despierta el interés en ellas de comportarse como las mujeres que su padre admira por TV y de avanzar aún más para lograr de ese modo la admiración o la atención de su padre ?. Cuando un padre usa al sexo como forma de dominación sobre otra persona o manifiesta un comportamiento violento ante un objeto de su deseo sexual (la expresión típica de “romperle el c..”) ¿no induce al joven a asociar la violencia y hasta posesión violenta de su objeto de deseo sexual?

Las faltas de acatamiento a las normas de convivencia, desconocimiento de las autoridades y los incumplimientos de obligaciones, también hacen que nos preguntemos si esas conductas no reflejan la educación recibida en los hogares de los jóvenes. Sería interesante ver como es la relación de estos jóvenes con sus padres y sobre todo, como es la relación de estos padres con los suyos. ¿Puede un joven que ve a su padre denigrar a su abuelo, respetarlo? Si un joven ve en su hogar el abandono de sus abuelos (no hablemos de aquellos que por razones de enfermedad requieren algún tipo de atención que se da en algunas instituciones), ¿no es posible que asocie la pérdida de autoridad del padre del padre a que de su propio padre? Si en una casa no se cumplen normas de conducta básicas ¿es posible que en el colegio se acate esas mismas normas? Si la autoridad de un padre o madre se reemplaza por “compañerismo”, “amigismo” o “compincherismo” ¿puede ejercerse en ese joven otra autoridad como la de un docente? Si un padre se refiere en forma despectiva respecto al docente de sus hijos ya sea por su posición económica o por su nivel de instrucción relativo ¿puede este joven reconocerle al docente la autoridad que tiene frente a un curso? Si los padres cometen trasgresiones cotidianas a las normas (pasar semáforos en rojo, llevarse algo escondido de un supermercado, o cambiarle el precio a un producto o muchas transgresiones que realizan cotidianamente a la vista de sus hijos) ¿pueden considerar los jóvenes que cometer trasgresiones está mal? Si un padre comenta una “avivada” con la que obtuvo algún beneficio y se vanagloria de ello ¿Qué respeto por una convivencia bajo un conjunto de normas le enseña a sus hijos?

La violencia es quizás la peor de todas las manifestaciones de la conducta de los jóvenes, ya que suele llevar a situaciones trágicas. Creo que se puede distinguir la violencia contra los más débiles (abuso), la violencia como forma de conducta (peleas) y las reacciones fuera de todo contexto (casos de ataques con armas en forma indiscriminada). En este caso la violencia en los hogares suele tener características cotidianas. No es raro que se alabe el solucionar los problemas por medios violentos (“si no te respetan los agarras a las piñas”) ¿puede un joven que crece en ese contexto buscar soluciones a sus problemas en formas no agresivas? Si la conducta de los mayores a los menores es violenta (golpes, gritos, castigos corporales, etc.) ¿puede un joven relacionarse con otros mas débiles de manera no agresiva? Si un joven recibe permanentemente mensajes de sus padres y mayores sobre respuestas violentas a la violencia (“Si me toca, lo mato”, “para esos paredón”, “si eso me paso a mí agarro un revolver y lo mato”, etc.) ¿puede ese joven, victima de violencia, reaccionar de la manera apropiada?

Como ven cada conducta presenta preguntas que pueden contribuir a buscar causas de esas conductas que nos muestran los medios, con un afán más alarmista o amarillista que reflexivo, buscando más, el impacto de la noticia que poner una señal de alarma en una sociedad que tiene que empezar a pensar en su propia conducta como causa de muchos de los males que nos aquejan. Porque en definitiva somos los actores de estos dramas, son nuestros hijos, quienes tienen casa, cama, comida, salud y educación, y un montón de cosas más. Esos mismos chicos que tienen conductas sexuales de riesgo para ellos mismos, que no acatan las normas por las que todos nos regimos y que se manifiestan en formas más violentas. No son chicos carenciados, ni excluidos, ni parte de algún extraño clan urbano, son nuestros hijos y nos están mostrando con sus conductas que algo les pasa, y que en eso que les pasa, nosotros no somos ajenos.

Debemos escuchar a nuestros hijos y ver como influyen en ellos nuestras conductas, no decirles que tienen que hacer, sino escucharlos y ver como los influimos. Es curioso que esa frase la haya oído de labios de Marilyn Manson, cuando fue entrevistado por Michael Moore en su film “Bowling for Columbine”. Moore le preguntó que les hubiera dicho a los chicos autores de la masacre de Columbine y Manson le respondió que no les hubiera dicho nada, los hubiera escuchado que era lo que evidentemente nadie había hecho. No esperemos la próxima masacre entre adolescentes, preguntémosle hoy, todavía estamos a tiempo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Otra de Michael Moore


Miedo a los Blancos. por Michael Moore
No sé lo que me pasa pero cada vez que veo a un blanco caminando hacia mí, me pongo tenso. Mi corazón empieza a latir más rápido e inmediatamente empiezo a buscar una vía de escape y medios para defenderme. Me critico a mí mismo incluso por estar en esta parte de la ciudad por la noche. ¿Es que no vi esos grupos sospechosos de blancos en cada esquina, bebiendo Starbucks y vistiendo los colores de sus respectivas bandas, sea el turquesa de Gap o el burdeos de J Crew? ¡Qué idiota soy! Ahora el blanco está cada vez más cerca, más cerca y entonces, ufff, pasa de largo sin hacerme daño y respiro aliviado.
La gente blanca me da un miedo que te cagas. Puede ser difícil de entender, teniendo en cuenta que soy blanco pero, claro, mi color me da cierta perspectiva. Por ejemplo, encuentro que doy bastante miedo muchas veces, así que sé de qué estoy hablando. Créeme: si te encuentras rodeado de blancos de golpe, vete con cuidado. Puede ocurrir cualquier cosa. Como blancos, se nos ha hecho creer que es seguro estar junto a otros blancos. Se nos ha enseñado desde la cuna que es la gente de otro color a la que debemos temer. ¡Son los que te cortarán el cuello!
Sin embargo, cuando examino mi vida, veo emerger un patrón extraño pero inconfundible. Cualquier persona que me ha hecho daño en toda mi vida, el jefe que me despidió, el profesor que me cateó, el director de la escuela que me castigó, el chico que me dio en un ojo con una piedra, el ejecutivo que decidió no renovar TV Nation [N. Del T. programa de televisión de gran éxito que dirigía y presentaba Michael Moore], el tipo que estuvo persiguiéndome durante tres años, el contable que pagó mis impuestos dos veces, el borracho que me embistió con su coche, el ladrón que me robó la cadena de alta fidelidad, el contratista que me estafó, la novia que me dejó, la siguiente novia que me dejó aún más rápido, la persona de la oficina que me robaba cheques de mi talonario y los rellenaba con su propio nombre hasta un total de $16.000, cada uno de estos individuos era blanco. ¿Coincidencia? No lo creo.
Nunca me ha atacado un negro, nunca me ha echado de mi casa un negro, nunca me ha estafado mi depósito del alquiler un casero negro, nunca he tenido un casero negro, nunca he tenido una reunión en un estudio de Hollywood con un ejecutivo negro al mando, nunca una persona negra le ha negado a mi hija poder escoger la universidad que quería, nunca me ha vomitado encima un chico negro en un concierto de Motley Crue, nunca me ha parado un policía negro, nunca un vendedor de coches negro me ha vendido un trasto, nunca he visto un vendedor de coches negro, nunca me ha negado un crédito un negro, y nunca he oído decir a un negro "Vamos a eliminar 10.000 puestos de trabajo aquí, tengan un buen día"!
No creo que sea el único blanco que pueda hacer estas afirmaciones. Cada palabra dura, cada acto cruel, cada momento de dolor y sufrimiento en mi vida han tenido una cara caucasiana pegada. Así que, ummm, ¿por qué era exactamente que tenía que temer a los negros?
Pego una mirada al mundo en que vivimos y, no me gusta ser un chivato, pero no son los afro-americanos los que han hecho de este planeta un lugar tan lamentable y peligroso. Recientemente un titular en la sección de Ciencia del The New York Times preguntaba ¿Quién construyó la bomba H? El artículo continuaba con la discusión de la disputa entre los hombres que proclamaban el mérito de hacer la primera bomba. Francamente, no podía importarme menos, porque ya sabía la respuesta pertinente: ¡Fue un hombre blanco! Ningún negro ha construido o usado jamás una bomba diseñada para exterminar vastas cantidades de gente inocente, sea en Oklahoma City, en Columbine o en Hiroshima. No, amigos, siempre son los blancos. Hagamos un repaso:
¿Quién nos trajo la peste negra? Un hombre blanco.
¿Quién inventó el PBC, el PVC, el PBB y tantos otros productos químicos que nos están matando? Hombres blancos.
¿Quién empezó cada guerra en la que han participado los EE.UU.? Hombres blancos.
¿Quién inventó la papeleta electoral con tarjeta perforada? Un hombre blanco [N. Del T. referencia al fraude electoral en Florida en las últimas elecciones presidenciales norteamericanas]
¿De quién fue la idea de contaminar el mundo con el motor de combustión interna? Del blanquito, ese fue.
¿El Holocausto? Ese tío sí que dio mala fama a los blancos.
¿El genocidio de los americanos nativos? El hombre blanco
¿La esclavitud? ¡Blanquitos!
Las empresas estadounidenses echaron a 700.000 personas en el 2001. ¿Quién ordenó los despidos? Los directivos blancos.
Mencionad cualquier problema, enfermedad, sufrimiento humano o la miseria abyecta que sufren millones y os apuesto 10 pavos a que puedo ponerle una cara blanca más rápido que vosotros podéis nombrar los miembros de 'NSync [N. Del T. grupo rapero negro]. Y sin embargo, cuando pongo las noticias cada noche, ¿qué es lo que veo una y otra vez? A negros supuestamente matando, violando, robando, acuchillando, en bandas, destrozando cosas, protagonizando disturbios, vendiendo drogas, haciendo de chulos, prostituyéndose, teniendo demasiados niños, sin padres, sin madres, sin Dios, sin dinero. "El sospechoso ha sido descrito como un hombre negro...el sospechoso ha sido descrito como un hombre negro...EL SOSPECHOSO HA SIDO DESCRITO COMO UN HOMBRE NEGRO...". No importa en qué ciudad esté, la noticia siempre es la misma, el sospechoso siempre el mismo hombre negro no identificado. Hoy estoy en Atlanta y os juro que el retrato-robot de la policía del sospechoso negro en la tele parece exactamente el mismo que vi en las noticias anoche en Denver y la noche anterior en Los Angeles. ¡En todos los retratos frunce el ceño, en todos es amenazador, en todos lleva el mismo gorro de punto! ¿Es posible que el mismo hombre negro esté cometiendo todos los crímenes de América?
Creo que nos hemos acostumbrado tanto a esta imagen del hombre negro como depredador que este lavado de cerebro nos ha arruinado para siempre. En mi primera película, Roger & Me [Roger y yo], una mujer blanca que cobraba de la beneficiencia mataba a un conejo a golpes para venderlo como "carne" en vez de como animal de compañía. Me gustaría tener un penique por cada vez que alguien, en estos diez años pasados, venía y me decía lo "horripilante" que había sido ver a ese "pobre conejito" golpeado en la cabeza. La escena, me decían, les ponía físicamente malos. La Asociación de Cinema Estadounidense le dio a Roger & Me la calificación de "Para mayores de 18 años" en respuesta a la muerte de ese conejo. Me escribían profesores para decirme que tenían que editar esa parte y sacarla de la película si querían mostrarla a sus alumnos.
Pero menos de dos minutos después de que la mujer del conejo realizara su hazaña, venía una escena, real, en que la policía de Flint, Michigan, mataba a un hombre negro que llevaba una capa de Superman y tenía en la mano una pistola de juguete. Nunca, ni una sola vez, me ha dicho nadie: "No puedo creer que mostraras cómo disparaban a un hombre negro en tu película! ¡Qué horrible! ¡Qué desagradable! No pude dormir durante semanas". Al fin y al cabo, sólo era un negro, no un conejito taaan bonito. El consejo de calificación no vio absolutamente nada malo en esa escena. ¿Por qué? Porque es normal, natural. Nos hemos acostumbrado tanto a ver matar a negros (en las películas y en las noticias) que lo aceptamos como procedimiento normal. ¡Ya ves! Eso es lo que hacen los negros, matar y morir. Vaya. Pásame la mantequilla.
Es extraño que, a pesar del hecho que la mayoría de los crímenes los cometen los blancos, siempre asociamos caras negras a lo que pensamos como "crimen". Pregunta a cualquier blanco quién temen que pueda entrar en su casa o hacerles daño en la calle y, si son honestos, admitirán que la persona que tienen en mente no se parece mucho a ellos. El criminal imaginario en su coco se parece a Mookie o Hakim o Kareem, no al pecoso Jimmy.
No importa cuántas veces sus congéneres blancos dejen claro que es el hombre blanco al que hay que temer, simplemente no acaba de penetrar en la conciencia. Cada vez que sale en la tele una noticia de otro tiroteo en una escuela, siempre es un chico blanco el que está haciendo la masacre. Cada vez que pillan a un asesino en serie, es un demente blanco. Cada vez que un terrorista pone una bomba en un edificio federal, o que un loco hace que 400 personas beban Kool-Aid [N. Del T. marca de refrescos norteamericana, que ofrece mil y un sabores diferentes], o que un letrista de los Beach Boys hace una arenga para que media docena de imberbes asesinen a "todos los cerdos" de Hollywood Hills, sabes que es un miembro de la raza blanca con sus viejos trucos.
Entonces, ¿por qué no huimos corriendo despavoridos cuando vemos a un blanco que se acerca? ¿Por qué no recibimos al candidato blanco que se presenta a un puesto de trabajo con "Vaya, mmm, lo siento, no hay ningún trabajo ahora mismo."? ¿Por qué no nos preocupa que nuestras hijas se casen con blancos? ¿Y por qué el Congreso no intenta prohibir las letras peligrosas y ofensivas de Johnny Cash ("Maté a un hombre en Reno/sólo para verlo morir), las Dixie Chicks ("Earl tenía que morir), o Bruce Springsteen ("Maté todo lo que se cruzó en mi camino/no puedo decir que me arrepienta de lo que he hecho)
¿Por qué ese interés en las letras de los raps? ¿Por qué los medios no sacan letras tales como las siguientes, y cuentan la verdad? "Vendí botellas de pena, luego escogí los poemas y novelas" (Wu-Tang Clan), "Gente, usad vuestros cerebros para ganar" (Ice Cube), "Una madre soltera viviendo de la beneficiencia...dime cómo lo hiciste" (Tupac Shakur), "Intento cambiar mi vida, lo ves, no quiero morir siendo un pecador" (Master P).
Los afro-americanos han estado en el peldaño más bajo de la escala económica desde el día en que los arrastraron aquí encadenados. Cualquier otro grupo inmigrante ha podido avanzar desde el fondo hasta niveles más altos de la sociedad. Incluso los americanos nativos, que están entre los más pobres de los pobres, tienen menos hijos viviendo en la pobreza que los afro-americanos.
Probablemente pensaras que las cosas habían mejorado para los negros en este país. Al fin y al cabo, teniendo en cuenta los avances que hemos hecho en eliminar el racismo en nuestra sociedad, uno pensaría que los ciudadanos negros habrían visto aumentar su nivel de vida. Una encuesta publicada en el Washington Post en julio de 2001 mostraba que entre el 40 y el 60% de la gente blanca pensaba que la persona negra media lo tenía igual o mejor que la persona blanca media.
Piénsalo mejor. Según un estudio de los economistas Richard Vedder, Lowell Gallaway y David C. Clingaman, los ingresos medios anuales de un norteamericano negro son 61% menores que los del blanco. Es la misma diferencia porcentual que en 1880. No ha cambiado absolutamente nada en más de 120 años.
¿Quieres más pruebas? Piensa en lo siguiente: - Los pacientes negros que sufren ataques al corazón tienen muchas menos posibilidades que los blancos de que les pongan un catéter cardíaco, independientemente de la raza de sus médicos. - Los blancos tienen cinco veces más posibilidades de recibir tratamiento anti-coagulante de emergencia después de sufrir un infarto - Las mujeres negras tienen cuatro veces más posibilidades de morir durante el parto que las blancas - Los niveles de desempleo negros han sido más o menos el doble que el de los blancos desde 1954.
Entonces, ¿cómo hemos podido los blancos salirnos con la nuestra ? ¡La ingenuidad caucásica! Resulta que éramos muy tontos. Llevábamos el racismo abiertamente, como idiotas. Hacíamos cosas realmente obvias como poner señales en los servicios que decían SOLO BLANCOS. Hacíamos que los negros se sentaran al fondo del autocar. Les prohibíamos ir a nuestras escuelas o vivir en nuestros barrios. Tenían los peores trabajos (anunciados como SOLO NEGROS) y dejábamos claro que, si no eras blanco, te íbamos a pagar un salario menor.
Bueno, esta segregación abierta, exagerada, nos metió en muchos problemas. Un grupo de abogados engreídos fue a los juzgados. Remarcaron que la decimocuarta enmienda no permitía tratar a nadie de forma diferente por su raza.
Al cabo del tiempo, después de una larga procesión de fracasos judiciales, manifestaciones y disturbios, captamos el mensaje: si queréis ser racistas con éxito, mejor encontrad una forma de hacerlo con una sonrisa en la boca. Incluso nos sentimos tan magnánimos como para decir "Claro que podéis vivir en nuestros barrios, que vuestros hijos pueden ir a nuestras escuelas. ¿Por qué no, demonios? Al fin y al cabo, ya nos íbamos". Sonreímos, les dimos una palmadita en la espalda y corrimos a refugiarnos en los suburbios.
En el trabajo aún tenemos los mejores trabajos, el doble de sueldo y un asiento delante del todo en el autobús hacia la felicidad y el éxito. Hemos hecho trampa en el sistema desde que nacimos, garantizando que los negros fueran a las peores escuelas, previniendo así que fueran a las mejores universidades, y preparándoles el terreno para realizarse sirviéndonos el café con leche, arreglando nuestros BMWs y recogiendo nuestra basura. Oh, sí, algunos se cuelan, pero pagan una tarifa extra por el privilegio: el médico negro que lleva un BMW es detenido continuamente por la policía; la actriz negra de Broadway no puede encontrar un taxi después de la estruendosa ovación; el analista financiero negro es el primero en ser despedido a causa de la "antigüedad".
Nosotros los blancos merecemos algún tipo de premio al genio por esto. Nos enrollamos con el rollo de la inclusión, celebramos el aniversario del Doctor King, nos molestan las bromas racistas. No olvidamos nunca mencionar a "mi amigo -que es negro-...". Nos aseguramos de poner a nuestro único empleado negro bien visible en la recepción para poder decir "Lo veis, nosotros no discriminamos, contratamos a gente de color".
Sí, somos una raza ingeniosa, astuta, ¡y vaya si no nos ha ido bien! Me pregunto cuánto tiempo tendremos que vivir con el legado de la esclavitud. Sí, correcto, he sacado el tema. ESCLAVITUD. Casi puedes oír los lamentos de la América blanca cuando sacas el tema de que aún sufrimos el impacto del sistema de esclavitud. Bueno, lo siento, pero las raíces de la mayoría de nuestros males sociales se pueden buscar directamente en este capítulo enfermizo de nuestra historia. Los afro-americanos nunca tuvieron la oportunidad de tener las mismas oportunidades que el resto de nosotros. Sus familias fueron destruidas con toda intención, se les extirpó su lenguaje, su cultura y su religión. Se institucionalizó su pobreza para que recogieran nuestro algodón, para que lucharan nuestras guerras, para que nuestras tiendas permanecieran abiertas toda la noche. EE.UU. tal como lo conocemos no habría llegado a ser nunca lo que es si no fuera por los millones de esclavos que la construyeron y que crearon su vibrante economía, y por los millones de sus descendientes que siguen haciendo el mismo trabajo sucio para los blancos hoy en día.
No es que estemos hablando de la antigua Roma. Mi abuelo nació justo tres años después de la Guerra Civil. Sí, mi abuelo. Mi tío-abuelo nació antes de la guerra civil. Y yo sólo tengo cuarenta y pico. Claro, parece que la gente en mi familia se casa tarde, pero el hecho permanece: sólo estoy a dos generaciones de la época de la esclavitud. Eso, amigos míos, no es "hace mucho tiempo". En el vasto espacio de tiempo de la historia humana, fue ayer mismo. Hasta que nos demos cuenta de esto, y aceptemos que hoy tenemos la responsabilidad de corregir un acto inmoral que aún tiene repercusiones hoy en día, nunca eliminaremos la mancha más grande en el alma de nuestra nación.