Días pasados busqué en
Internet la información económica de los últimos años y me
encontré en el Ministerio de Economía con una cantidad de datos,
que al empezar a analizarlos, me sorprendió, ya que publicaron
información económica de los últimos 20 años un período que
abarca las presidencias de Menen (2da presidencia), De la Rúa,
Duhalde (Interinato), Néstor Kirchtner y Cristina Fernández de
Kirchtner. La cantidad de información impide un análisis global y
para llegar a una síntesis se requiere establecer ciertos puntos,
por ello y en función de mi disponibilidad de tiempo iremos
analizando esta información.
Empecemos por las cuentas
nacionales de ingresos y gastos y analicemos los resultados. Una
tabla simple de los datos con la que podemos empezar el análisis es
la siguiente (los valores están expresados en millones de pesos) .
Uno de los renglones mas
interesantes es la de resultado financiero, o sea la diferencia de
todos los ingresos y todos los gastos, la cual se muestra en el
siguiente gráfico, indicando los distintos períodos presidenciales.
Los déficit fiscales del período Menem - De la Rúa, muestran una
tendencia de aumento del déficit hasta la crisis del 2001, donde se
revierte la tendencia en el interinato de Duhalde y continúa con el
superavit en la presidencia de Nestor Kirchtner y el primer año de
Cristina Fernández, a partir de allí, comienza un aumento del
déficit a niveles no alcanzados por los gobiernos anteriores.
La primer pregunta a
responder es si hay un problema de mala gestión de gobierno, como
ser gasto excesivo y/o escasa recaudación, para responder a ello
analicemos los ingresos y gastos corrientes para ver si surge un
déficit producto de los gastos corrientes, que son aquellos que
provienen del funcionamiento del estado, o de los ingresos corrientes
que son los provenientes principalmente de los impuestos, o de los
aportes al estado de otros organismo públicos.
El gráfico de la
evolución del ingreso corriente, los gastos corrientes y su
diferencia muestra una evolución de los gastos, sin tener una
diferencia significativa con los ingresos corrientes, lo que llevaría
a pensar en una presión recaudatoria muy grande que permita mantener
el superávit corriente.
Vemos que a partir del
año 2002/2003 se produce un aumento de los gastos e ingresos,
manteniendo un superávit hasta ahora, pero aumentado alrededor de
siete (7) veces. En el período 2002 – 2007 la curva de gasto
(roja) presenta una concavidad negativa (tendencia a desacelerar el
gasto), mientras que en el período 2007 – 2013, la concavidad de
la curva de gasto es positiva (tendencia a la aceleración del
gasto). Queda ver si el aumento del gasto se correspondió con una
mayor presión impositiva, para ello tomamos el renglón de ingresos
tributarios y construimos el siguiente gráfico.
A simple vista, si bien
la curva de la carga impositiva sigue la evolución de los ingresos,
los valores absolutos de los impuestos son sensiblemente menores que
la curva de ingresos corrientes, sobre todo a partir de 2006. Esto
sugiere una fuente de ingresos adicional que cubra la diferencia con
los gastos corrientes, al menos en forma significativa. Para ello
analizamos la evolución de las contribuciones del tesoro y las
contribuciones de la seguridad pública.
Las contribuciones del
tesoro muestra dos sectores con concavidades positivas pero de
distintos ratios, el primer sector se ubica en el período 2003 –
2007 y el segundo en el período 2007 – 2013 con una mayor
concavidad (una tasa de mayor de aumento de la contribución). Ambas
curvas replican la evolución de la curva del gasto corriente.
Para confirmar si estos
ingresos conforman la mayoría de la composición de los ingresos
corrientes, se puede tomar la participación de estas tres
componentes del ingreso total como porcentaje del ingreso corriente
que genera el superávit primario. Esto da origen al siguiente
gráfico.
Se ve que la carga
tributaria era algo inferior al 70% hasta después de la crisis del
tequila, después fue algo superior al 70% hasta el 2002 donde crece
al 80% hasta 2006, descendiendo su participación a menos del 60% en
2013. Los aportes del tesoro si bien contribuyen en menor medida
muestra una tendencia inversa a la mostrada por la carga tributaria.
Los aportes de la seguridad social muestran una tendencia a
participar cada vez en la conformación del ingreso corriente.
La conclusión es obvia,
el superávit de los ingresos y gastos corrientes se mantiene
mediante aportes del tesoro y la seguridad social a partir de 2006 –
2007, que practicamete duplicaron su participación en la composición
de los ingresos. A pesar de ello se mantiene un déficit total
equivalente a aproximadamente el 10% del gasto corriente. Esto indica
que se está produciendo un endeudamiento para financiar gasto
corriente.