Tzun Su fue un general chino vivió hace mas de 2500 años (500 ac) y escribió uno de los libros más antiguos sobre estrategia “El arte de la Guerra”, se dice que incluso inspiró al samurái japonés Miyamoto Musashi, quien escribió “El libro de los cinco anillos”, hacia 1640 dc, otro clásico de estrategia. En realidad no pretendo comentar la historia de la estrategia, sino resaltar que existen principios inmutables que deben respetarse cuando existen disputas políticas entre grupos de poder, la guerra es un caso extremo de ellos, con iguales principios (sin adherir a la frase de Clausewitz: "La guerra es la continuación de la política por otros medios").
En fin, Tzun Su, señala que no conviene atacar simultáneamente a distintos ejércitos de un país dividido, ya que estos finalmente se unirán y la conquista será poco menos que imposible. Los “seguidores” del gobierno de Cristina Kirchner evidentemente ignoran este sabio consejo del viejo general chino. Durante años, la interna del sindicalismo peronista se dirimió en la interna política del Partido Justicialista, por ello las aparentes divisiones del movimiento sindical apoyaban a distintos candidatos o grupos y el triunfo electoral o por acuerdo, de tal o cual sector alteraba o no, la estructura de poder de la cúpula sindical (aunque rara vez la estructura de poder interna de los sindicatos). Un maestro en el arte de manejarse con esta lógica fue Lorenzo Miguel quién siempre tenía un representante de su gremio en el sector victorioso (algunos mal intencionados hasta decían que repetía esta estrategia en el frente interno de los metalúrgicos)
Esta lógica conocida por la mayoría de los peronistas que peinamos alguna cana y usamos alguna neurona fue ignorada, al igual que la enseñanza de Tzun Su (repetida interminablemente en numerosos tratados de estrategia), por quienes trataron de mojarle la oreja a Duhalde en la interna peronista (el partido justicialista en un límite muy impreciso para el peronismo). La detención del sindicalista de la UATRE Venegas, como compensación del procesamiento de Cappacioli y para comprometer a sectores del duhaldismo en una causa que compromete a personajes cercanos al entorno presidencial, fue mal estudiada y peor ejecutada. Los hechos son conocidos y han sido expuestos una y otra vez en los medios informativos, el resultado es más que negativo para el sector político que dice apoyar al gobierno: Duhalde aparece en público con el dirigente gremial excarcelado en una rápida marcha atrás del juez Oyarbide, la CGT, con Moyano a la cabeza, emite un comunicado de apoyo al dirigente sindical detenido (quizás para curarse en salud), se agrupan sectores opositores políticos, sindicales y empresariales; y el caso Cappacioli, lejos de quedar eclipsado, resonó en medios propios y ajenos.
El análisis político de este hecho puede hacerse desde varios ángulos, pero me interesa destacar la falta de capacidad y conocimientos políticos. No me refiero a los conocimientos teóricos que se obtienen con cualquier título On Line o Universidad paga, sino los que brindan la práctica de dichos conocimientos en la militancia política partidaria. Militancia activa y no “lamebotismo” oficialista o del sector dominante sea este el que sea. Estos “aprendices de políticos” al igual que el aprendiz de brujo de la película de Disney, no tienen ya referentes que impidan que sus “oficiosas” iniciativas terminen con un resultado opuesto al esperado. Desaparecido Kirchner, sin estrategas políticos de la talla de Alberto Fernández y con abundancia de “yuppies políticos” merodeando el entorno presidencial, estas “chambonadas” no solo son fracasos en la intensión de dañar a los adversarios, sino que contribuyen a minar el apoyo recibido por la presidenta luego del fallecimiento de Néstor Kirchner. El propio ex presidente contribuyó a su derrota frente a De Narvaez en las elecciones de la provincia de Buenos Aires en 2009, al fraccionar su fuerza en colectoras, candidaturas testimoniales y demonizar a oposición, polarizando la misma entre el oficialismo y la oposición, donde forzó a muchos simpatizantes de partidos opositores minoritarios a sumarse a la oposición mayoritaria. Esta lección debería ser aprendida por estos neófitos adherentes y no generar situaciones que lejos de perjudicar a sus opositores los favorece y dificulta las relaciones con ciertos sectores aliados.
Insisto hasta el cansancio, los españoles dicen que: “lo que natura non da, Salamanca non presta”, y esto no solo se refiere al conocimiento y capacidad, sino para el caso de nuestras pampas y en particular para la acción política, a la experiencia.
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