domingo, 13 de marzo de 2011

Sorpresa en mi rito dominguero



Todos los argentinos tenemos un rito dominguero: el asado, la pastas, el futbol o el paseo; el mío es la lectura de los diarios, ya que preso de una maldición de Morfeo no puedo dormir hasta tarde como una gran parte de mis congéneres (incluida mi familia). Como corresponde a cualquier rito que se precie comienzo preparándome un mate y abriendo en Internet los diarios que habitualmente leo: La Nueva, Clarín, Le monde, Página 12, La nación y algún otro si me sobra tiempo. Mi lectura se dirige habitualmente a los comentarios de opinión que son los que despiertan a mis somnolientas neuronas. Este domingo, al leer el comentario de Mariano Grondona, tuve una de las mayores sorpresas de los últimos tiempos, ya que acostumbrado las citas de Kant, Platón, Aristóteles y algunos “modernos” neoliberales, Grondona cita principalmente a Perón y a Marx.
Luego de releer la nota y pellizcarme varias veces para asegurarme que me había despertado, me pregunté si Grondona, se habría lavado en agua bendita y asistido a ver a su confesor para purgar semejante desliz. Me reí al imaginarme a al serio Dr. Grondona escribiendo las palabras Perón y Marx, pero después recibí un alerta de mis neuronas que reaccionaban a la mateína y me dije que esa nota merecía un análisis más profundo.
La primera pregunta que me surgió fue ¿Por qué un periodista político de derecha ataca al gobierno por izquierda? La respuesta que daría un partidario del gobierno, es que se agotaron las posibilidades de las propuestas neoliberales, y para no quedar en evidencia, Grondona recurre a argumentos de la sempiterna oposición “izquierdosa” para criticar a un gobierno y a una presidenta que representan una posición nacional, popular y progresista.
Sin negar que existan en esta supuesta respuesta parte de razón, no hay nada peor que una verdad a medias. Es cierto que se agotaron las propuestas neoliberales y hay en la intención mayoritaria de voto una clara tendencia al progresismo. Es cierto que el gobierno dice encarnar una posición nacional, popular y progresista. Lo que no es cierto es que este gobierno haya realizado cambios significativos en ese sentido, el análisis pormenorizado de las medidas de gobierno nos llevaría a que se ha profundizado la concentración y extranjerización de la economía y hasta de la tierra, los sectores populares siguen padeciendo pobreza y exclusión y las medidas progresistas son solo el maquillaje de con que se tapa las falencias de cualquier gobierno progresista, basta mencionar a la educación como ejemplo.
Surge así, la segunda pregunta ¿Por qué Grondona no ataca estas falencias del gobierno? Esta es en realidad la pregunta que hay que responder teniendo en cuenta que Grondona es un periodista que responde a intereses políticos bien definidos y que no suele tener incoherencias entre los intereses que defiende y su opinión periodística. Si Grondona atacara las verdaderas falencias del gobierno desnudaría que en realidad este gobierno actúa en forma próxima a los intereses que defiende y proponer una cambio en la dirección de gente mas “pro” no tiene sentido práctico. Pero Grondona es de derecha y hasta aceptaría convivir con un peronismo “clásico” de derecha y nunca con un verdadero gobierno de izquierda.
La nota del diario La Nación, refleja eso y oculta algo, oculta que existe una izquierda distinta a la que proclama el gobierno. Si el gobierno es la izquierda y la izquierda fracasa no quedaría otra opción que la derecha (“light”, por supuesto). En esto, Grondona es funcional al gobierno y sus colectoras por izquierda, al negar otra posibilidad por izquierda movimientos como Libres del Sur, Solanas y algunos otras alternativas electorales quedarían eclipsadas por el gobierno y se polarizaría la elección entre derecha e izquierda, o sea un bipartidismo donde para variar el PJ pondría fichas en ambos lados. Por ello Grondona pone a Macri junto al “pejotismo federal”.
A pesar de ratificar con un análisis más profundo que Grondona sigue siendo Grondona, con todo su gorilismo, con toda su tendencia de derecha y su liberalismo a ultranza, no puedo dejar de reírme al imaginarlo escribiendo una cita de Marx en su artículo.





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