Martin Luther King dijo que tenía
un sueño, “I have a dream”. No le dieron ningún premio Novel, lo mataron por
luchar por ese sueño, pero ese sueño hiso posible cambiar la historia de los
derechos civiles en EEUU. Ahora Barak Obama, al que si le dieron un premio Novel de la Paz,
quiere embarcar a los EEUU en otra guerra bajo el eufemismo de represalia por
actos contrarios a los acuerdos internacionales sobre el uso de armas químicas.
Las muertes que causará su acción, lejos de terminar una guerra civil que ya
causó 100.000 víctimas fatales, creará condiciones para el aumento de las
acciones bélicas en la región.
Tengo que decir que me equivoqué
con Obama, creí que un representante de la principal minoría de EEUU
representando al partido demócrata podría romper la larga tradición de los
presidentes americanos, de embarcar su país en acciones bélicas. De sus
promesas electorales no cumplió ninguna, Las tropas americanas siguen en Irak y
Afganistán, y la prisión de Guantánamo continúa con un régimen vergonzoso de torturas
a prisioneros. Podemos agregar la vigencia de la ley Patriota que suprime los
derechos de los ciudadanos americanos (y de cualquier otra parte del mundo) con
la sola mención de la lucha contra el terrorismo y el espionaje de correos y uso
Internet en su propio territorio y en otros países.
La última suposición que me hacía
sobre Obama se refería a su capacidad, pero el análisis de sus acciones en este
caso muestra que también me equivoqué. El anuncio de una represalia armada
contra Siria por el supuesto ataque del gobierno a un territorio hostil
empleando armas químicas, sin la debida verificación de los hechos por parte organismos
internacionales, el arrogarse el derecho a actuar unilateralmente contra otros
país sin contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU (organismo
internacional que puede autorizar acciones de represalia contra algún país que viole acuerdos internacionales
sobre uso de armas no convencionales). La necesidad de consultar al propio
congreso de EEUU al no contar con el apoyo de la ONU, la negación del
parlamento inglés a apoyar a EEUU en una acción bélica. La tensión que provoca
con Rusia y China, aliados del gobierno de Siria. Las presiones de organismos
internacionales e incluso de la Iglesia católica y otros credos para buscar
soluciones pacíficas. Frente a ese panorama Obama insiste en el uso de acciones
bélicas que inevitablemente causaran víctimas inocentes como las que dice
defender, ignora que los intereses que propugnan por una acción bélica son los
mismos que decían que había armas químicas en Irak, terroristas islámicos en
Afganistán y que generaron un festín de contratos militares y civiles que
terminaron pagando los pueblos masacrados, invadidos y reducidos a la miseria.
Quiero pensar que es por la
incapacidad de Obama de manejar una crisis intensificada por el mismo, lo que lo llevó a la actual situación,
donde si actúa con una acción bélica puede generar un conflicto que puede
escalar a niveles insospechados y si no actúa, se tomaría esto como un gesto de
debilidad. Su accionar ya generó una división en las posiciones de distintos
países, debilitó la capacidad de la ONU de mediar en el conflicto, suprimió las
presiones diplomáticas como primera alternativa diplomática de negociación y
condicioné la posibilidad de estabilizar los conflictos en la región de Medio Oriente.
Si Obama creó esta pesadilla (por
eso “I have a nightmare”) por responder a otros intereses que no fueran la idiotez
de sus asesores y su propia incapacidad, debería ser repudiado por toda la
humanidad.
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