Parafraseando a Dickens nuestra sociedad se ha dividido en
dos relatos, uno proveniente de posiciones a favor del actual gobierno y otro
provenientes de posiciones antagónicas, ambos construyen una realidad según sus
propios intereses o visiones, ambos no describen la realidad la relatan. Una
prueba más que evidente de esto puede verse en los párrafos iniciales de la
Historia de dos Ciudades: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los
tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las
creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la
primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos,
pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos
por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la
actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que
se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado
superlativo.”
No creo que alguien pueda
expresarlo mejor, el maniqueísmo dialéctico del oficialismo y la oposición nos
muestran dos mundos distintos, y no nos dan opción de vivir en otro. Esta
construcción condiciona el surgimiento de propuestas alternativas que son
rápidamente asimiladas a las posiciones dominantes perdiendo su identidad, lo
que les resta posibilidades de adhesión popular.
Un hecho adicional lo genera la
pugna electoral, que se ha adaptado a las teorías sociológicas del “justo medio”
(tendencias de las mayorías a apartarse de posiciones radicalizadas) o como
mejor o expresa Jorge Asís, la posición “aire y sol”. Vemos, como en función de
esto, los relatos divergen en función de las adhesiones a uno u otra posición; y
convergen cuando elaboran una propuesta electoral. Creo que esta es la causa principal
de la falta de una presencia plural en la escena política, hecho al que se le
suma la capacidad de ciertos dirigentes del partido justicialismo para
presentarse como oposición a quienes gobiernan y son del propio partido.
Me surgen dudas: ¿Cuál es la
causa de esto? ¿Por qué la realidad no es analizada tal cual es, sino en
función de un relato? ¿Cómo puede sostenerse una dirigencia que cambia de
oficialismo a oposición del mismo partido? ¿Por qué no se establece una opción
opositora que no surja de las filas del peronismo (más bien de alguno de los “ismos”
que se asocian la peronismo)?…. Y siguen las dudas.
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