domingo, 27 de octubre de 2013

Historia de dos relatos



Parafraseando a Dickens nuestra sociedad se ha dividido en dos relatos, uno proveniente de posiciones a favor del actual gobierno y otro provenientes de posiciones antagónicas, ambos construyen una realidad según sus propios intereses o visiones, ambos no describen la realidad la relatan. Una prueba más que evidente de esto puede verse en los párrafos iniciales de la Historia de dos Ciudades: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.”
No creo que alguien pueda expresarlo mejor, el maniqueísmo dialéctico del oficialismo y la oposición nos muestran dos mundos distintos, y no nos dan opción de vivir en otro. Esta construcción condiciona el surgimiento de propuestas alternativas que son rápidamente asimiladas a las posiciones dominantes perdiendo su identidad, lo que les resta posibilidades de adhesión popular.
Un hecho adicional lo genera la pugna electoral, que se ha adaptado a las teorías sociológicas del “justo medio” (tendencias de las mayorías a apartarse de posiciones radicalizadas) o como mejor o expresa Jorge Asís, la posición “aire y sol”. Vemos, como en función de esto, los relatos divergen en función de las adhesiones a uno u otra posición; y convergen cuando elaboran una propuesta electoral. Creo que esta es la causa principal de la falta de una presencia plural en la escena política, hecho al que se le suma la capacidad de ciertos dirigentes del partido justicialismo para presentarse como oposición a quienes gobiernan y son del propio partido.
Me surgen dudas: ¿Cuál es la causa de esto? ¿Por qué la realidad no es analizada tal cual es, sino en función de un relato? ¿Cómo puede sostenerse una dirigencia que cambia de oficialismo a oposición del mismo partido? ¿Por qué no se establece una opción opositora que no surja de las filas del peronismo (más bien de alguno de los “ismos” que se asocian la peronismo)?…. Y siguen las dudas.

                


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