lunes, 20 de julio de 2015

Una victoria a lo Pirro

Resultado de imagen para ballotage porteño


La mitad de este artículo lo escribí antes del ballotage del 19 de julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuando le apostaba a mis amigos, que si el PRO ganaba no lo iva a hacer por mas de 3 puntos. Lástima que nadie me apostó, no se si por considerarme medio loco o por que ya las encuestas y las opiniones de “expertos politólogos” no dan la confianza que daban antes.
En el borrador de mi artículo decía, citando a Ortega y Gasset en su libro “Estudios sobre el amor”, que él podría hablar del amor porque no lo conocía. Analogamente, como yo no soy porteño podía hablar de las elecciones porteñas.
Las PASO, las elecciones, y el ballotage, mostraron a el PRO, el FPV, el ARI, la UCR, el FR y varias siglas políticas mas, cayendo bajo la influencia del principio sociológico que dice que la mayoría de la gente se agrupa sobre posiciones medias, donde las diferencias son pequeñas. Así vemos, que en lugar de de plantear posiciones ideológicas (que no dudo que tengan, pero las ocultan muy bien), construyen un discurso armado con lugares comunes sin mostrar cual es la sustancia ideológica de su propuesta.
Se pudo ver, que la decisión porteña cayó en una persona con una ideología neo-liberal como Larreta, a pesar de ser un político todo terreno, que estuvo con Alfonsín, con Menem, con Duhalde y con Kirchner, hasta recalar con Macri; y posicionó como opositor, a una persona como Lousteau, de cuño socialdemócrata a pesar de haber sido funcionario de gobiernos peronistas y kirchneristas, sin duda, también a este candidato, cualquier colectivo lo deja bien.
La imagen que proyectó Larreta fué la de un funcionario eficiente y leal a su jefe Macri, lo que si en lugar de PRO ocurriría en el PJ sería un caso de disciplinamiento partidario, y si fuera en el FVP sería. considerado como servilismo aplaudidor. Losteau, por su parte intentó reforzar una imagen de intelectual descontracturado pseudo progresista, lo que si ocurriera en el PJ sería tildado de “quinta columna” y anti-popular, y dentro del FPV como traidor al proyecto nacional y popular (como ya lo trataron varios).
Es cierto que en la capital se valoró una gestión que no fue mala (tampoco fué buena), pero el resultado final nada tuvo que ver con ello. En el resultado eleccionario, hay varios factores que deben ser tenidos en cuenta: no es bueno abusar de las encuestas pagadas, hubo malas decisiones políticas por parte de Macri y se ignoraron cuestiones ideológicas elementales.
El PRO, abusó del uso de encuestas que daban una victoria en segunda vuelta por mas del 10%, ninguneando la decisión del candidato de ECO de presentarse al ballotage, en incluso presionando para que se bajara. En el manejo de encustas y ninguneo colaboraron medios periodisticos, que vieron en peligro el liderazgo opositor de Macri en las proximas presidenciales. Pero aquí lograron el efecto opuesto, “cuanto mas peor”, ciudadanos que posiblemente habrían votado en blanco, votaron “en contra”, no del candidato, sino de el mensaje que se mandaba. El mensaje era, si el PRO pierde, o gana por muy poco, Macri se debilita y cae el proyecto opositor del FPV. La gente que no piensa como el PRO, aunque en viera a Losteau, como s candidato, lo votó como expresión de bronca por ese mensaje. Así, políticos, encuestadores, politólogos y periodistas crearon un clima que movió el voto “contra”, sobre todo de sectores del FPV que vieron que su voto a Losteau era un voto que debilitaba a Macri que era su próximo rival político.
El segundo factor que influyó fueron las malas decisiones de Macri (o Durán Barba). La primera, Michetti era mejor candidata de cara a las elecciones en la capital (continuidad con cierto sesgo progresista), su apoyo a Larreta en las PASO influyó y la ratificación de ese apoyo no se trasmitió en las elecciones (la suma de votos de Larreta y Michetti, fue menor que la obtenida por Larreta). Su posterior convocatoria a Michetti, solo ratifica que fue consiente del error. El PRO en los ballotages de Santa Fe y Capital actuó como en la fábula de la liebre y la tortuga, continuó con el mismo ritmo que en las elecciones primarias, y sobre todo su accionar proselitista se centró en franjas de la población que ya era permeable a su discurso, no buscó acercarse en forma pro-activa a sectores donde tradicionalmente el PRO no tiene predicamento (en el barrio le decíamos a eso: pescar en la pecera propia). Esa característica es una marca de origen del PRO en su prédica política.
Por último, todos dieron por sentado el latiguillo de cierta “intelectualidad post moderna”, que insiste en reiterar que no existe mas derecha o izquierda, pero si reducimos el resultado del ballotage , vemos claramente que Larreta recogió el voto de centro y centro derecha, mientras que Losteau recogió el voto de centro izquierda (incluido los sectores del del FPV) y la izquierda mas dogmática y vertical se expresó con el voto en blanco, obedeciendo las directivas de sus principales referentes (de donde se cumple el viejo refrán que popularizó Jauretche, la izquierda en su obstinación fundamentalista, siempre termina haciéndole el juego a la derecha).
Queda la mas importante batalla electoral, allí Macri quemó sus naves en la búsqueda de la presidencia, quiso imponer su voluntad hacia dentro de su partido, definió su estilo político en forma personalista, a pesar de proponerse como el cambio adoptó formas mas parecidas a la sus rivales políticos, a pesar de ello los resultados no mostraron que sus decisiones arrojen resultados positivos, es el momento justo para que Macri repiense su estrategia, quizás esta sea su última oportunidad.





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