sábado, 2 de abril de 2016

El estado empresario

Resultado de imagen para macri imagenes


Sin que sea peyorativo, estamos transitando una etapa en que la administración del estado adquiere las características de la administración de una empresa, si partimos de esta premisa, quizás podamos entender como actúa este gobierno.
Cada administración del estado tiene su impronta, por ejemplo el FPV desarrollo un estilo de administración que podemos llamar estado feudo, donde el gobierno considera que él es el estado y se confunde estado con gobierno (aquí un humorista político usaría algún ejemplo basado en el “derecho de pernada”). Este estilo no concibe una convivencia son la oposición y al igual que los viejos señores feudales declaran el guerra a todo aquel que discuta o ponga en duda su autoridad. Su economía se subordina a “su política”, pues no entienden que la subordinación de la economía a la política solo se da en el supuesto de racionalidad de los actores (los actores económicos y los políticos). Un fenómeno inverso se da en el fundamentalismo económico donde los economistas creen que la política debe subordinarse a su forma de ver la economía, el problema es que hay mas formas de ver la economía que economistas (en el mejor de los casos el economista Chen a sintetizado las posturas económicas en ocho, sin descartar que cada una de ellas tiene distintas variantes). En esta forma de ver el estado la razón de ser del gobierno se justifica de distintas maneras: la institucional, la popular, la republicana, la democrática, u otra forma de idealizar su legitimación. El FPV tomo las banderas del PJ de izquierda y se justificó en el apoyo popular, aunque degeneró en un populismo prebendario (daría para otro artículo analizar las diferencias entre gobierno popular y gobierno populista).
La Alianza tuvo un estilo “estado levemente institucional”, ya que pretendió retornar a la forma de gobierno que tuvo el gobierno de Alfonsin, pero su debilidad política de origen lo llevó a convertirse en una borrosa copia. El menemismo llevo a cabo una administración tipo “estado feudal pseudo liberal”, donde el personalismo feudal, se conjugó con políticas económicas neo liberales que le dieron a la administración de Menem un tono de sainete post moderno. A nadie le cabe la menor duda que el gobierno de Alfonsín tuvo un estilo “estado institucional democrático”, quizás tan enfocado en llevar a cabo el afianzamiento democrático, que descuidó fatalmente la economía.
Volviendo al tema original, el estado empresarial, esto no se produce al designar en puestos claves del gobierno a CEOs de grandes empresas, sino en la impronta política que le dio el presidente Macri a su administración. En una empresa si las cosas no van bien, lo primero que se acomoda son los grandes números, no los empleados, Es mas, si el problema que existe no es de naturaleza administrativa, sino operativa, un CEO no interviene en forma directa sino que genera un control administrativo y posteriormente produce los cambios en la conducción operativa de la empresa. Estas dos características explican las conductas del gobierno en sus primeros días.
Las primeras medidas del gobierno respecto al pago de los juicios iniciados por acreedores que no aceptaron la re-negociación de la deuda (los famosos “buitres”), los ajustes de tarifas a valores que respondan a sus respectivas estructuras de costo y la unificación del mercado de cambio (podemos discutir si fue un sinceramiento o una devaluación), se asemejan a medidas que tomaría un empresario al hacerse cargo de una empresa que funciona mal. La primer analogía: poner a la empresa sujeto de crédito es algo que expresaron varios dirigentes del PRO, respecto a la necesidad de terminar con la situación de default de la deuda externa del país, por lo que no es necesario ningún análisis.
La segunda, el ajuste de las tarifas de los servicios públicos, es lo que ocurre cuando cualquier empresa re-calcula y actualiza sus costos trasladándolos al precio de sus productos o servicios; debemos tener en cuenta que un empresario protege su “core bussiness” privilegiándolos respecto de actividades anexas (por ejemplo, una empresa que produce leche también puede producir quesos y yogur, pero su objetivo siempre será producir leche y subordinará a esto el resto de sus actividades). Se debería aclarar aquí que parte de la concepción liberal clásica del estado (que parcialmente comparte este gobierno) es que sus funciones principales son; seguridad, salud y educación; esto se completaría con desarrollo y promoción social en la visión que postula Cambiemos. De modo, que los servicios públicos deben ser soportados por sus usuarios y los subsidios que mantenían bajas sus tarifas redirigirse a financiar sectores mas vulnerables, Como ejemplo de ello las palabras de la vicepresidente Michetti, el aumento del alcance de las asignaciones familiares y las tarifas sociales son evidente prueba de ello.
El fin del cepo cambiario puede verse como una devaluación o una unificación del valor del dólar, independientemente del análisis económico (que favorece a la posición del gobierno) esta medida es análoga al proceso de saneamiento financiero de cualquier empresa donde los valores contables se ajustan a la realidad del funcionamiento diario de la empresa. Si los valores con que se asientan las operaciones en un balance no son reales, la administración de la empresa no tiene la información exacta de como está funcionando. En este sentido el fin del cepo al dólar y la necesidad de un INDEC que de valores reales, son parte de una necesidad, tanto en la empresa como en el estado, para poder administrar en forma realista las medidas económicas que se tomen.
Otras medidas que ha tomado el gobierno se pueden analizar y llegar a analogías similares, tal sería el caso de los despidos de personal contratado en el estado, la racionalización del gasto, la quita de subsidios, etc. Ahora bien, un estado empresario prioriza su funcionamiento por sobre su personal, aunque sabe (algo que ignoran las viejas posiciones marxistas) que sin una fuerte dotación de capital humano no puede sobrevivir en un mundo globalizado, competitivo y altamente tecnificado. Lo único que sucede es que primero se arreglan los números, después los papeles y al final el personal. Por ahora el gobierno está arreglando los números, luego veremos.




No hay comentarios: