Hace
tiempo que me cuesta escribir sobre lo que pasa en Argentina,
prefiero hacerlo sobre aspectos menos coyunturales o mas técnicos.
Leí un proverbio árabe que decía que para interrumpir el silencio
hay que decir algo que lo valga, quizás por eso mi silencio, ya dije
lo que pasaría.
Con
un año y medio de gestión, el gobierno de cambiemos no ha entendido
que no puede dormir con el enemigo, su gestión no puede coexistir
con funcionarios del gobierno anterior que están mas interesados en
el fracaso de este gobierno que en atender las necesidades de la
gente. Esto es algo que se suma a la tradicional incompetencia de los
cuadros de segunda y tercera línea, a la insensibilidad sobre el
impacto social de muchas decisiones.
Analizando
por área a actual situación, vemos que contrariamente a lo que
muchos esperaban la gestión política es la que menos problemas
presenta, quizás debido a que la fragmentación que el Frente para
la Victoria ha producido en el Partido Justicialista o al apoyo
parlamentario de Frente Renovador. En lo político se destaca el
diálogo con los gobernadores y lo negativo es la pésima
comunicación y manejo de la imagen presidencial.
En
lo económico, se eligió un ajuste de servicios públicos e
impuestos en cuotas, endeudamiento externo para financiar el déficit
fiscal, permitir ajustes de precios por sobre los niveles de
inflación, aumentar la tasa de interés del BCRA y generar mucha
obra pública. Esto generó un aumento de precios superiores a los
incrementos salariales o de la inflación, en varios artículos
sensibles para gran parte de la población. Los aumentos de los
servicios públicos aumento los costos de producción de muchas
Pymes, muchas de las cuales cerraron aumentando las cifras del
desempleo. El aumento de servicios, impuestos y falta de
infraestructura, crearon una estructura de costos para la economía
argentina que le hizo perder competitividad, y solamente los
comodities pudieron mantener su nivel de exportación sin poder
generar valor agregado. Desde el consumo, la pérdida de poder
adquisitivo de los sectores medios redujo el consumo de bienes
manufacturados, esto también impactó en el consumo intersectorial
reduciendo la actividad industrial.
Lo
anterior expresa las contradicciones que tiene este gobierno, propone
como solución a la actual situación, una reactivación por medio de
la obra pública, inversiones, sinceramiento de los precios de
servicios públicos, ordenamiento macroeconómico (inflación,
déficit fiscal y balanza de pagos) y gradualidad en la aplicación
de estas medidas. Pero, debido a la falta de balance entre medidas
como el sinceramiento del costo de los servicios públicos, que
tiende a disminuir el nivel de actividad económica y la
implementación real (la ejecución de trabajos) de la obra pública,
solo se generó merma de actividad económica. Debido al ajuste de
parámetros macroeconómicos como la tasa de interés (como medio
para bajar la inflación) generó una barrera de entrada a nuevos
emprendimientos y por consiguiente mucha menor inversión. El uso de
crédito externo, a menor tasa que el crédito interno, para
financiar el déficit fiscal genero una sobreoferta de dólares que
produjo un atrazo cambiario quitándole rentabilidad a actividades
exportadoras y favoreciendo el consumo en el exterior. Esto muestra
que, sin discutir si las políticas que se propusieron, la
implementación de estas políticas no se realizó en forma correcta,
lo que es un déficit de gestión.
En
lo social, el gobierno incrementó las asignaciones presupuestarias,
pero su ejecución no se realizó en tiempo y forma, generando
descontentos y muchos problemas entre los sectores mas bulnerables.
Se puede señalar la falta de instrumentación de planes de
asistencia a las adicciones, la falta de contención efectiva a la
violencia de género, el destrato que sufren los jubilados en su
sistema de atención médica (PAMI), las falencias en el sistema de
minoridad, entre otros. En ese contexto, la falta de soluciones
efectivas potenció el reclamo de organizaciones sociales de carácter
meramente clientelistas y oportunistas, quienes tuvieron argumentos
para legitimarse y negociar con el gobierno la continuidad de su
mediación social. Aquí se presenta otra de las contradicciones del
gobierno, quien propuso terminar el clientelismo y terminó
negociando con las mismas organizaciones sociales que se proponía
erradicar.
La
educación, la seguridad y el medio ambiente han seguido teniendo los
mismos problemas sin resolver que han tenido la mayoría de los
gobiernos en los últimos 30 años, ya esa por incapacidad o
inoperancia. Aquí, no hay contradicción solo el incumplimiento de
una promesa de cambio.
En
este escenario se produce la renovación de bancas en el congreso
nacional y en las legislaturas provinciales y municipales. Quien
menos tiene que perder es el gobierno ya que su alianza electoral no
participo de las elecciones legislativas de 2013 y cualquier n{umero
de representantes que logre es ganancia; solo se interesan en
mantener sus cargos algunos integrantes de la alianza de gobierno.
La
estrategia del gobierno es mantener la polarización que el
electorado tuvo en la anterior elección de 2015, pero la naturaleza
de la representación que se elige es menos condicionante en un país
con una larga tradición presidencialista. Por ello, la comunicación
de Cambiemos busca presentar a esta elección como una continuidad de
la anterior, invocando el riesgo que tendría en la gobernabilidad el
no contar con un número de representantes significativo en el
Congreso.
El
Partido Justicialista no logra acuerdos que le permitan conformar una
lista única como ha sido tradición en el pejotismo, y una elección
interna tiene actualmente el riesgo de generar excluidos que puedan
irse al Frente Renovador. El Frente para la Victoria, busca refugio
en el Partido Justicialista porque su dirigencia carece de
representación real y los sectores que mantienen una representación
sectorial significativa reclaman una cuota de poder que muchos de los
anteriores dirigentes no están dispuestos a darle.
El
Frente Renovador está atrapado en su origen de opción intermedia
entre Cambiemos y el PJ , la polarización que busca, tanto Cambiemos
como el PJ podría dejar con una menor representación parlamentaria,
ya que tienen una gran cantidad de legisladores que terminan su
mandato. La estrategia de buscar una alianza con el GEN de Margarita
Stolvizer, pretende crear una opción que abarque sectores moderados
de izquierda y derecha para que la “Avenida del centro” tenga
mayor capacidad de contención ideológica.
En
estas elecciones la izquierda posiblemente aumente su representación
legislativa, los partidos provinciales sean la opción mas votada en
sus territorios, al igual que los partidos vecinales. La terna de los
partidos con mas posibilidades: Cambiemos, el PJ y el FR tratarán de
desplegar su estrategia de campaña lo mas cerca de las elecciones,
limitándose por ahora a pagar encuestas que los muestren con mas
posibilidades de las reales por aquello de la profecía
auto-cumplida.
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