domingo, 16 de enero de 2011

Vergüenza….




Había empezado escribir algo sobre la bronca cotidiana del argentino medio y también algo sobre la marcha de la economía, cuando cayeron en mis manos os resultados de la última evaluación PISA sobre educación que realiza la OCDE y realmente la performance de la educación argentina me dio vergüenza, como docente, como padre y como argentino.

El único legado válido del liberalismo argentino (si existe un liberalismo argentino) es la educación pública, gratuita, laica y obligatoria. Una educación que se convirtió en una característica destacable de nuestro país, con todas las críticas que le cabían al sistema educativo, nuestra educación aseguró durante mucho tiempo la movilidad social, permitió que hijos de inmigrantes absorbieran nuestra incipiente cultura, al decir de Don Arturo Jauretche, la patria se tragó gringos y escupió criollos.

Nuestro sistema educativo nos convertía en la envidia del resto de Latinoamérica, el argentino se distinguía por su educación (decir cultura es demasiado) fruto de ese sistema retrógrado, enciclopedista, autoritario y paternalista. Durante más de 90 años, la educación fue, a pesar de los vaivenes políticos, de los malos sueldos docentes, de la falta de recursos para educación y de funcionarios incapaces, la responsable de formar ciudadanos con conocimientos y capacidades para ascender socialmente y desarrollarse en la medida de sus capacidades y posibilidades.

Pero desde mediados de los setenta se inició un proceso de descomposición de la educación de gestión pública evidenciada en los resultados de esta evaluación.

A comienzos de los setenta el sistema educativo mantenía su función social y educativa, a pesar de problemas anacrónicos de arrastre, el peronismo generó un brusco cambio de la gestión de Taiana a la de la de Ivanissevich, donde una gestión progresista de la educación se reemplazó por un modelo autoritario y de derecha. Modelo que se continuó durante la dictadura militar.

Restablecida la democracia se convocó un congreso pedagógico que instauró un modelo educativo donde la forma de transmisión del conocimiento era más importante que el conocimiento a transmitir. Esto significó en la práctica que para un cargo de profesor de matemáticas, un profesor de geografía que tenía conocimientos de pedagogía era preferible (y elegible para el cargo de profesor de matemáticas) a un doctor en matemáticas, que no poseía conocimientos pedagógicos. Esto se complementó con el no reconocimiento de la antigüedad docente universitaria para cargos de enseñanza secundaria, desconociendo la trayectoria educativa de los docentes universitarios en la enseñanza secundaria.

En los 90 las políticas de corte neoliberal recortaron los presupuestos educativos y provincializaron la educación primaria y secundaria, terminaron con la educación técnica y fomentaron la enseñanza de gestión privada. Este modelo no ha sido alterado hasta el presente y cuenta con el apoyo de muchos gremios docentes.

Los resultados catastróficos de este modelo educativo se pusieron en evidencia en los exámenes de ingreso a las universidades, donde los porcentajes de desaprobados llegaron a un 50%. Las luchas estudiantiles que propugnaban un ingreso irrestricto perdieron sustento, ya que no se puede pedir un ingreso irrestricto para quienes no cuentan con los conocimientos necesarios para incorporarse a la educación superior.

Como la educación universitaria es autárquica y la educación secundaria es provincial, no hay una única conducción política de la educación, cada provincia tiene un modelo educativo que es, hasta formalmente diferente, no hay educación técnica que vincule la educación secundaria con carreras técnicas universitarias. Además, creo que las viejas de barrio norte no van a tocar las cacerolas por la falta de educación y la falta de seguridad frente al aumento de la delincuencia no ha reconocido todavía, que la pérdida de la educación pública es una de las causas.

Pero la caída del índice de educación de la evaluación PISA, que paso en los últimos 9 años de 420 a casi 350, muestra un deterioro que no se ha revertido, ni con aumentos salariales nominales (nunca suficientes pero están), si repartiendo netbooks, ni acordando políticamente con gremios docentes. Este deterioro es estructuralmente, causa del modelo educativo imperante desde hace más de 25 años, es además, la promesa incumplida de Alfonsín de educar con democracia, la mentira revelada de que el neoliberalismo podía hacer que reduciendo el presupuesto educativo y fomentando la educación privada, se educara mejor y es la falsedad descubierta de un progresismo que nada ha hecho por la educación.

Por eso siento vergüenza, por que más de un 15% de estudiantes secundarios no sabe interpretar el contenido de un texto breve (ellos tendrán la capacidad de discutir este artículo en pro o en contra); porque somos uno de los países que menos puntaje obtuvo de toda Latinoamérica (superando solo a Perú); porque nadie reclama por la educación que perdimos y que difícilmente recuperemos.

2 comentarios:

Alberto dijo...

Hola Alejandro
Si bien es importante lo que escribes, me queda una pregunta ¿Es importante la Educación para los argentinos? ¿Es valioso aprender? ¿Está socialmente bien vista la persona que sabe?
Un saludo
www.edusanluis.com.ar
www.desafios.edusanluis.com.ar

Ing. Alejandro Molina dijo...

Hola
Desde la perspectiva de la nación no solo es importante, es imprescindible. El valor de la educación no se mide en función del exito económico individual sino del potencial que posee un pueblo educado. La persona que sabe esta bien vista en función del uso que haga de su conocimiento, si el circulo de una persona es exitista sirve en tanto y en cuanto tu conocimiento genere dinero, si lo importante es la contribución social del conocimiento este es imprescindible. Por donde lo veas el conocimiento es necsario, depende de como lo uses y en que medida lo poseas.
Un abrazo