Hay pocas actividades tan gregarias como la política, en esencia el hombre como animal gregario en esencialmente político, y hay pocos animales tan gregarios como el lobo, exceptuando al lobo estepario. Eso fue lo que me vino como imagen cuando un grupo de compañeros me invitó a conformar una nueva agrupación política para rescatar los valores del peronismo que vemos, se están perdiendo. Me proponían fundar una agrupación que persiguiera un fin educativo y formativo; no que se sumase a la comparsa de los actuales “luppies políticos” (este neologismo mío se forma uniendo: lumpen político y yuppie). No acepté, debido a que no quiero asumir más cosas que las que puedo manejar actualmente; pero al reflexionar sobre mi negativa descubrí algunas cosas que quiero compartir.
Cuando hablaba con mis compañeros recordaba alguna frase del libro de Herman Hesse: "Soledad era independencia, yo me la había deseado, y la había conseguido al cabo de largos años. Era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo espacio frío en el que se mueven las estrellas." Ese era el espíritu del lobo estepario, el que vive solo en la estepa y que solo siente la necesidad de agruparse para cazar o aparearse. Políticamente hablando, me convertí en un lobo estepario político, solo busco la militancia activa en la lucha por el poder, o en la confrontación ideológica; la primera se asemejaría a la caza, que se vincula con la supervivencia y la segunda a la expresión de la pasión política.
Con esa imagen releí nuevamente el libro de Hesse y me encontré con algunas frases del escritor que me ayudaron a explicarme algunos sentimientos contradictorios en mi actual posición política (se resume fácil: coincido en los postulados ideológicos del kirchnerismo, pero difiero de cómo los realiza y con los resultados que obtiene). De estas frases extraje algunas enseñanzas.
“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros” no es correcto en mi caso, el uso de la palabra odio, pero si podemos hablar de rechazo, y en mi rechazo al kirchnerismo hay una imagen del fracaso de la ideología en la que creo y que me representa en relación a los principios sobre los que debe funcionar la sociedad. Posiblemente este rechazo sea el rechazo al fracaso que mi parte racional percibe en la gestión de gobierno actual.
“Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros”, no es mi caso pero si explica porque muchos compañeros obedecen sin cuestionamientos los lineamientos políticos dentro del PJ; y ya sea por costumbre, necesidad o interés se le ha dado al kirchnerismo un poder que impide no solo disentir, sino ser libre de opinar en disidencia. Más profundamente, el apoyo de ciertos grupos de jóvenes militantes, se limita a expresar sin ninguna elaboración crítica consignas que son contrastadas contra la propia ideología, o peor, contra la realidad objetiva.
“Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos”, creo que no hay mejor ejemplo de esto que la adulteración de los datos del INDEC, como justificación de no solucionar los problemas de fondo del país, y que siguen siendo los mismos que en los 70, extranjerización y concentración de los capitales productivos, desigualdad e injusticia social y falta de una educación que actúe como niveladora de oportunidades en el desarrollo de una persona.
“No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano”, si reemplazo peronismo por patriotismo, creo que esta frase me define.
Creo que la relectura de Hesse, me confirmó ese presentimiento, soy un lobo estepario político, que milita cuando creo y siento necesario producir un cambio (para que los K no se ensañen conmigo, milité activamente en 2003 y en 2005, cuando muchos “conversos” estaban en la oposición) y debato ideológicamente cuando escucho o leo opiniones que a mí entender confunden, mienten o pretenden alterar valores justos (vengan estos de Clarín y Nación o de Página 12). Fuera de estas situaciones, prefiero retirarme a mi soledad, no reclamo participación, prefiero la militancia de base, la reflexión ideológica y la independencia política a partir de mi ideología.
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