Terminó el debate de los
candidatos a presidentes, que vi por mero interés histórico, ya
que tengo decidido no votar por ninguno de los dos candidatos, porque
en esencia son lo mismo, uno de derecha y dudoso origen
pseudo-peronista, y el otro liberal “ma non proppo” que hizo su
propia Pyme política, con buen resultado. Pensé erróneamente que
esto daría por terminado los insoportables posteos en facebook,
twiter y otras redes que pululan en el ciberespacio, las llamadas
telefónicas a la hora en que duermo la siesta, y los “sesudos”
análisis políticos de gente que esta mas desubicada que Fidel Castro
en el FMI (y que para peor, intentan convertirme desde ópticas
oportunistas, interesadas, coyunturales y desinformadas). Me
equivoqué, parece que el debate los enardeció aún mas, mi único
consuelo es que esto no va a durar mas que una semana (espero).
Empecemos a desgranar mi
bronca diciendo donde estoy parado, dije que soy peronista de
izquierda, o sea no soy pejotista, y como ya indiqué en otros
artículos, el peronismo es una categoría ideológica histórica,
mas que una realidad política militable. O sea, me define
ideológicamente pero no me identifica con la mayoría de las
expresiones políticas de algún partido político o sus distintas
componentes (sobre todo del PJ). Esa falta de identificación hace
que ninguno de los candidatos que llegaron al ballotage me
represente, y como también están en las antípodas de lo que
considero un modelo viable y/o deseable para mi país, voto en
blanco. No voto así para escaparme de tener que elegir, no voto como
actitud positiva de expresión de disconformidad con las opciones que
tengo, que las considero legalmente legítimas ya que expresan
mayorías ciudadanas, pero que no las considero como opciones
deseables para regir este país, ni país. Voto desde mi convicción
ética de desacuerdo, desde una necesidad de tener cierta coherencia
entre lo que pienso y lo que hago.
Dicho esto, que nadie me
cuestione si le critico mas a un candidato que a otro, o si coincido
en algo de alguno de ellos. Coincido con Macri en que ambos somos
ingenieros (pero como profesor universitario con 35 dando clases, se
que muchos pasan por la universidad pero la universidad no pasa por
ellos), también sería la primera vez que llegue un ingeniero a
ocupar la presidencia de Argentina (aunque no creo que la profesión
defina una buena ideología política). Podría decir que coincido
con Scioli en que ambos somos peronistas, eso si Scioli lo fuera
(personalmente tengo mis serias dudas). Podría decir que la gestión
de Macri al frente de la C.A.B.A fue mucho mejor que la gestión de
Scioli en la provincia de Buenos Aires, pero ambos fracasan en los
temas mas importantes para la tarea que tienen que desarrollar un
presidente: promoción del desarrollo, agenda social, educación de
calidad, seguridad pública, cuidado del medio ambiente, manejo de
las políticas impositivas, y sigue la lista.
A pesar de esto soy
constantemente bombardeado con propuestas de cambio (como si fueran
distintos), con frases que intentan meter miedo a lo que el otro va a
hacer (como si no fueran a hacer lo mismo, como dicen en el barrio;
el mismo perro con distinto collar), inventando realidades que solo
existen en algún imaginario trasnochado (obras que no funcionan,
hospitales que funcionan gracias a la vocación del personal,
policías de cartón pintado, o muy pintados, escuelas en edificios
destruidos, promoción social que solo llega a la puerta de los
funcionarios o la pantalla de la tele, el cuidado de un medio ambiente
que mata por su toxicidad, aumento de empleados públicos que no
cobran, lucha contra la precarización laboral con empleados públicos
en negro o tercerizados, cálida institucional en los papeles pero no
en los hechos, y aquí también sigue la lista) o intentando
explicarme que soy un tonto que no entiendo que mi voto tiene que ser
para uno u otro.
Por eso, me molesta que
haya gente que reniegue de los beneficios que tuvo, que se queje
porque le van a aumentar los $50 de gas en Palermo, mientras en Bahía
Blanca pagamos $ 1000 el mismo consumo y $ 3000 si ese consumo fuese
en garrafas. Me molesta la gente que pretende militar sin nombre como
los “científicos que lavan platos”, que son empleados estatales
que gozan de estabilidad en sus cargos, pero no dan sus nombres para
avalar a un candidato (no sea que gane el otro), lo mismo con
intelectuales, docentes, industriales, etc. Me molesta que me mientan
con estadísticas falseadas, con encuestas pagadas, con periodistas
también pagados, con artistas mejor pagados todavía y con fotos o
vídeos de “gente común” que muestra su interés en que gane uno
u otro porque el va a estar mejor (este uso de la gente es lo que mas
me molesta, porque en las actuales circunstancias, con cualquiera de
los dos candidatos no la vamos a pasar bien y los que menos tengan la
van a pasar peor).
Así que desde mi siesta
interrumpida por la encuesta que pretende escuchar mi opinión o
contarme que piensa el candidato, les digo que yo elegí no elegir a
ninguno, que no eme interesa que tienen que decirme, porque se que me
van a mentir, así que no me molesten porque, ya me tienen podrido!!
1 comentario:
Querido Alejandro. Sin nada que agregar a lo que has escrito. Te digo sin mayor e innecesaria expresividad que: "Ya somos dos los podridos".
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