domingo, 22 de noviembre de 2015

Lo lograron, cambié mi voto!!!



Yo era de las personas que tenía decidido mi voto, yo votaba en blanco, y creo que expliqué en mi anterior artículo, el porque de mi primera intención de voto. Sin volver a repetir las razones que fundamentaban mi voto, esa intensión fue cambiada por la campaña de Scioli, así que gracias a su intensa campaña el equipo publicitario de Scioli logró.... que votara a Macri. No es un voto útil, no es un voto esperanzado por el cambio, no es voto positivo e ideológico, es un voto bronca.
No es la bronca del tilingo mediopelo que histeriquea con su gorilismo, ni es la bronca de quienes no logran representar los legítimos intereses del pueblo usando el eufemismo de “instituciones”, como si las instituciones no estuvieran llenas de gente, tampoco al bronca sempiterna de una supuesta clase superior (económica o intelectualmente hablando) hacia todo lo popular, es una bronca contra aquellos que quieren tomarme por estúpido. Vivo en Argentina desce hace cerca de 60 años, viví los 70 cuando recién me crecía la barba, viví la mas feroz dictadura que sufrió el pueblo argentino, viví el retorno esperanzado de la democracia y su crisis económica, viví los 90 con un resurgimiento fugaz de la economía y su posterior derrumbe, viví el fracaso de la Alianza con de La Rua, la crisis del 2001, la esperanza que prometía Néstor y la decepción de Cristina. Vivo en la provincia de Buenos Aires donde Scioli gobierna hace 8 años, los mismos que gobernó Macri la CABA.
Tengo también, la costumbre de pensar por mi mismo, por eso me molesta que me digan que tengo que hacer o me mientan, y eso hicieron en la campaña de Scioli, Scioli nombró mas veces a Macri, que la propia campaña de Macri. Ese, además de ser un error estratégico, irrita, me irrita. Scioli es el producto de las ideas de Menem sobre el uso de personajes mediáticos en política, algo que se reprodujo desde entonces, en todos los gobiernos, ya sea como funcionarios, adherentes o aplaudidores. Scioli tiene la peor gestión de gobierno de la provincia de Buenos Aires que yo recuerde. Pero por sobre todo Scioli representa la continuidad de los peor del PJ bonaerense, políticos que perdieron su territorio, o su posible candidatura, políticos que no deberían seguir vigentes en puestos de alguna relevancia.
Así que mi bronca, analizó a Scioli, que es un político de derecha, miantras que Macri, es liberal (algo que los asesores de campaña de Scioli, se ve que ignoran, o pretenden que ignoremos). En lo personal Macri es por mucho mejor gestor de Scioli (aunque puede terminar diciendo lo mismo que ese personaje histórico “El mal que hice lo hice bien, y el bien que hice lo hice mal”). Tomando educación, Macri consensuó con los gremios de CABA, mientras que Scioli mantuvo conflictos permanentes durante toda su gestión. Macri, tuvo política social, poca pero existió, mientras que Scioli desfinanció los planes sociales, los hospitales y los comedores escolares (todavía hay proveedores de estos sectores que no cobraron los bienes y servicios facturados en 2014). Scioli generó la peor presión impositiva de los últimos años en la provincia de Buenos Aires. El sistema de ciencia y técnica de Bienos Aires CIC, prácticamente no incorpora investigadores y hay atrazos en pagos a proveedores. Queda claro, que como gestor Macri es mejor que Scioli.
Políticamente de Macri, no me gusta nada, ni su formulación ni su estrategia, pero la tiene, que no coincida o simplemente no me guste, no obsta que la tenga. Scioli no tiene una formaulación política y mucho menos estratégica, al menos que se considere política y estrategia un conjunto de slogans formulados publicitariamente. Scioli, no fue un dirigente kirchmerista, fue el felpudo de Néstor y Cristina, con lo cual asociarse al proyecto de Nestro y Cristina, lo excede por mucho.
Se podría elaborar una larga lista de razones, por la cual de los dos candidatos Macri es preferible a Scioli, la que me decidió fue la bronca que me generó que se me insultara la poca inteligencia que tengo, que me mintieran en la cara, y no solo militantes políticos convencidos que respeto, sino desubicados que se decían progresistas pero que pedían votar por lo menos malo (Scioli, como si elegir verdugo fuera una opción ética), y me criticaban porque quería votar el blanco, con los mismos argumentos con que antes criticaban al gobierno.
Así que cambié mi voto, no voté en blanco, voté a Macri (lo digo a las 11,30 del domingo 22, a 6 horas y media del cierre del comicio, para que no me tilden de oportunista, si llegara a ganar Macri, algo que me tiene sin cuidado), y cambié mi voto porque la campaña del sciolismo, me terminó convenciendo que no debía votar a Scioli (algo de lo que estaba convencido), y darlo mi voto a su opositor, porque Scioli es peor gestor que Macri, porque Scioli es peor político que Macri (les pido a quien no entienda esto que revise el capitulo uno de algun libro de teoría política sobre la diferencia entre derecha y liberalismo), y sobre todo porque pretendieron pensar por mi (algo que hace naturalmente la derecha) y me mintieron descaradamente (revisen en forma crítica si lo que Scioli promete hacer, lo realizó en la provincia de Buenos Aires).






4 comentarios:

Unknown dijo...

buenisimo, es lo mismo que yo pienso elegir lo mas coherente aunque no sea lo que queremos

Anónimo dijo...

A pesar de leer tu texto no entiendo por qué siendo tan ilustrado no pudiste ver a quien votabas.
No tengo tantos estudios, y prácticamente no participo en cuestiones políticas, porque generan muchas veces, broncas, discusiones estériles, y mayor ceguera a no querer ver lo que se tiene adelante. Mi experiencia me ha enseñado a desconfiar de las palabras y a detenerme en los hechos.
Y hoy con la represión de los trabajadores de Cresta Roja, mi experiencia confirmó mi intuición. No quiero con esto que voté al mejor, creo sinceramente que voté al mal menor.

la leyenda del seibo dijo...

Está bien. También voté por Macri, por razones muy distintas de las tuyas, que sería tedioso explicar. Hice campaña en el voluntariado, aunque mi primera intención era votar a Massa, quien igual se vio beneficiado con un gran caudal que demuestra que hay muchos peronismos posibles.


Es hora de empezar dejar en paz a nuestros próceres, y a entender que las viejas ideologías: izquierda/derecha, peronismo/antiperonismo, aliados/enemigos, es una lógica dialéctica pasada de moda.

Un profesor como vos, ingeniero y con gran conocimiento de informática seguramente sabe que las redes sociales cambiaron el mundo que conocimos.

Cristina Fernández consiguió terminar con el ciclo de antinomias, a fuerza de odiar y auspiciar el odio.

Hoy leí en el blog de Fontova (comandoamelia) que Cynthia García, se preguntaba llorando qué qué habían hecho... sinceramente, si tiene un par de días libres, le explicaría con gusto.
La causa de la derrota, la saben todos los que viajan por la carretera virtual: El peronismo agónico tenía que elegir entre Cristina o yo. Y gané yo, que soy una anónima por expresa orden de la lista negra que soporté durante décadas. Gané principalmente porque ella se creyó omnipotente y eligió con su dedo mágico a los peores candidatos de la historia (Aníbal Fernández, Zannini, Scioli, por no hablar de los adefesios que admitió recibir cuando Massa los expulsaba: Giustozzi, Mónica López, De Narváez, Roberti, el híbrido Cariglino.

Por eso, hace años que vengo diciendo que atravesamos la posmodernidad. Ahora es clarísimo que estamos en otra era. Bauticé a este impacto: transmodernidad.

Espero que nos guste formar parte de un mundo nuevo.

Lu

Ing. Alejandro Molina dijo...

Coincido en mucho con tu comentario, aunque creo que la reducción ideológica a "lo que yo pienso y los que no piensan como yo", tiene raíces en la ignorancia, en no reconocer las diversidad de posición entre la que se encuentra mi posición. Si le sumamos a eso, que muchos atribuyen a otros que ellos mismos suponen que piensan, tenemos el delirio ideológico que inició el kirchnerismo y que se propaló a todas las otras fuerzas políticas, e incluso las líneas editoriales de muchos medios (oficialistas y anti).