domingo, 10 de enero de 2016

El PRO y la moraleja de “La Fierecilla Domada”

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El clásico de William Shakesperare, es una historia con una moraleja: quien no pone las cosas en claro desde el primer momento difícilmente pueda hacerlo mas tarde, o la menos sin pagar un costo mayor que el inicial. Algo similar le está sucediendo a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires que confió en los miembros del anterior gobierno y en una transición sin sorpresas. Sin dejar de reconocer sus buenas intenciones, el aparato corrupto de seguridad le jugó una muy mala pasada al permitir la fuga de 3 peligrosos delincuentes, hecho del cual no es culpable, pero si responsable.
Es muy ingenuo intentar controlar una estructura corrompida en todos sus niveles manteniendo a muchos de los corruptos en los puestos de responsabilidad que tuvieron en el anterior gobierno. El sistema de seguridad de la provincia de Buenos Aires tiene una estructura jerárquica piramidal, y la presencia de personal corrupto en puestos de mando intermedio dificulta el control de la organización cuando se pretende cambiar sus anteriores conductas.
En una estructura jerárquica la comunicación vertical tiene dos vías desde la máxima autoridad hacia los niveles inferiores de ejecución y desde los niveles inferiores hacia las máximas autoridades. La fuga de los presos mostró que la comunicación hacia abajo no funciona, ya que las ordenes impartidas no se cumplieron, lo mismo que el desconocimiento de hechos por parte de las máximas autoridades mostró que tampoco existe comunicación hacia arriba. En definitiva se puso de manifiesto que no se tiene control de la organización policial, ya que sin una comunicación efectiva no se ejecutan las ordenes que imparten las máximas autoridades y no se puede saber con certeza como se avanza en la ejecución de las ordenes.
El gobierno de la provincia debe actuar con la máxima rigurosidad dejando fuera de la institución policial y penitenciaria a todos quienes tuvieron responsabilidad de mando en la ejecución de las órdenes que no se cumplieran, hubiera o no responsabilidad individual por el incumplimiento. Si la orden no se cumple es imposible determinar en que eslabón de la cadena de mando se produjo el incumplimiento, ya que la investigación estará plagada de complicidades, ocultamientos, etc. Por lo tanto, solo dejando fuera de la institución a todos se puede asegurar que se deja fuera de ella al responsable y se envía un poderoso mensaje para que todos los miembros de la institución asuman la responsabilidad de la ejecución de una orden, incluso denunciando al que intenta obstruir el cumplimiento de la orden.
Una institución corrompida no puede auto depurarse, es como un organismo enfermo donde solo la acción de un agente externo puede llevar a la cura de la enfermedad. Este error de diagnóstico puede ser fatal para lograr el objetivo de reconvertir a las instituciones de seguridad en instituciones confiables y consustanciadas en garantizar la seguridad de la sociedad.
No establecer en forma inmediata a la asunción del nuevo gobierno, cadenas de mando confiables que garanticen la comunicación vertical de las instituciones, produjo el hecho que generó un gran costo político para la gobernadora. Ahora necesita tomar acciones drásticas que permitan preservar su imagen y asegurar la viabilidad de su proyecto político para la provincia. Debe apartar, no solo funcionarios policiales y penitenciarios, sino también funcionarios políticos. Solo así podrá mantener su autoridad frente a las instituciones de seguridad y ante la sociedad que se ha cansado de escuchar excusas cada ves que ocurren estos hechos.


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