sábado, 3 de junio de 2017

Otra ves la seguridad ….


Resultado de imagen para bunker narco

Juro que no quería hablar sobre seguridad, pero vi por TV la “demolición” de un lugar de venta de droga, un show mediático que merecía mejor causa que un hecho intrascendente. Pocas veces vi algo tan patético, la ministra de seguridad de nación, el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, jefes de la policía bonaerense, jefes de la policía federal, funcionarios, curiosos y gente que pasaba y no entendía nada. Un tipo con una máquina rompiendo una vivienda, sin mucho miramiento por los daños que podría causar a los vecinos, aso sí mucha cobertura “periodística”.
¿Que tiene de importante demoler un lugar de venta de droga? ¿No hubiera sido mas provechoso expropiar ese lugar, re-modelarlo e instalar allí un puesto sanitario? Pero quizás falte una ley de expropiación. ¿Quien asegura que quizás esta misma noche no se venda droga a la vuelta de la esquina? ¿Quién esta condenado por ese tráfico de drogas¿, ya que la detención de un sospechoso no prueba nada hasta que se lo condene en juicio? Suponiendo que el supuesto delincuente apodado “el lágrima” fuera del jefe de esa operación. ¿Quienes fueron sus cómplices?¿Quién lo protegió?¿A quienes pago para poder vender drogas? ¿A quien le compraba la droga?¿Como llegaba la droga a manos de este supuesto delincuente?¿Quienes protegían a quienes le preveían de droga? Como dice una canción “nada que festejar”
¿Que sucede que es necesario este circo mediático? La respuesta obvia es que la gestión de los ministerios nacional y provincial ha fallado muchísimo, y es necesario recuperar imagen antes de las elecciones. Pero por favor, no nos tomen por tontos, insultan hasta la poca inteligencia que tenemos.
Sabemos que no eligieron a los mejores que podían haber elegido, por internas o negociaciones pre-electorales, no implementaron una política de seguridad, solo tomaron un grupo de medidas que no fueron muy distintas a las que otros gobiernos ya tomaron, e incluso tienen o tuvieron a los dos jefes de policía mas que cuestionados. El gobierno tienen que entender que hacer las cosas en forma prolija y sin entra en el juego de las prebendas no basta. En seguridad una política hoy, debe ser disruptiva, no gradual; y por sobre todo no se puede solucionar los problemas que existen haciendo lo mismo que otros hicieron y que fracasó.
Empecemos por el principio, en una de esas alguien cercano al gobierno lee esto y les comenta, y quizás como están desorientados empiezan a encaminar su gestión. Primero, la seguridad cambió a partir de la consolidación de los estados nacionales (después de la Segunda Guerra Mundial) mediante la creación de la ONU. La seguridad se transformó para asegurar la seguridad de las personas en lugar de garantizar la seguridad del territorio (coincido con Foucault en lo conceptual, pero difiero en lo cronológico). Este concepto se implantó con la llamada “guerra fría” donde el juego de espías y contraespías prescindía de escenarios territoriales para focalizarse en las personas.
Así la garantía de seguridad tiene que ver con que las personas se sientan seguras y no en tener un territorio seguro. Si vemos como se organiza la seguridad en nuestro país, veremos que todavía se focaliza en organizaciones territoriales y sus principales falencias apuntan a la falta de control sobre las personas. Este primer concepto debería guiar muchas decisiones el gobierno, pero no es así.
Segundo concepto, la garantía de seguridad para la población no se asienta en la gestión del poder ejecutivo. Se requiere un cuerpo normativo acorde y con las actualizaciones que la evolución de la sociedad demanda. Se requiere un poder judicial que responda en tiempo y forma a las demandas de la ley, que funcione de acuerdo a la sociedad en el que está inserto, ya que los procedimientos y prácticas judiciales atrasan un siglo. También se requiere funcionarios judiciales “honrados, trabajadores y con sentido común” como dicen los ingleses y que “si saben de leyes mejor”, en nuestro caso ni siquiera podemos asegurar esto último ya que han sido nombrados jueces sin título. Así, considerar que una política de seguridad puede hacerse solamente desde la gestión del poder ejecutivo es ir hacia un fracaso.
Por último, el poder ejecutivo, debe tener en cuenta que las instituciones que conforman las fuerzas de seguridad, no son una fuerza militar, sino una institución civil, con facultades extraordinarias otorgadas en el marco del cumplimiento de su misión. Tal es la facultad del uso de la fuerza extrema, algo que no está debidamente establecido y se utiliza las misma ley para juzgar a un ciudadano común que para juzgar a un policía (pongo por ejemplo el caso de un disparo accidental, algo que le puede ocurrir a un ciudadano común, pero no puede ocurrirle a un policía, y se aplica la misma ley para juzgar a ambos). Las instituciones que participan en el área de seguridad desarrollan distintas tareas, duplicando esfuerzos y reduciendo la efectividad general (por ejemplo, todas las fuerzas cuentan con cuerpos de peritos y no existe un cuerpo pericial único con las capacidades y recursos que hoy se necesitan). En el campo del funcionamiento de las instituciones su organización debería garantizar la mayor transparencia hacia el control gubernamental y de los otros poderes, pero una organización jerárquica, piramidal y dividida territorialmente según los mismos principios jerárquicos y piramidales conspira contra la garantía de transparencia.
Quizás si se rigieran por estos principios, se podría lograr una gestión en seguridad que no necesite de “shows mediáticos” para mostrar algún resultado y los ciudadanos podamos vivir sin riesgos sobre nuestras vidas y nuestros bienes.



2 comentarios:

Alejo Costa dijo...

Más o menos de acuerdo. El circo mediático es necesario para que no nos percatemos de que nos están rompiendo el culo. Te dejo mi blog y me hago seguidor y espero que me sigas (si te gusta).

http://eaeaeapepe.blogspot.com.ar/?view=magazine

PD: esto editalo, pero vez va con zeta...

Anónimo dijo...

Falta de información, falta de reflexión, de incapacidad de decisión propia ligada a acciones ajenas es lo que este país cosecha. El peor error de la democracia es gente ignorante votando. Por a fin de cuentas todos salimos perdiendo por un par de idiotas que no saben cómo hacerlo correctamente.