domingo, 1 de febrero de 2009

El Estado ante lo social y lo individual

Cuando un estado prioriza el interés de la sociedad por sobre el interés del individuo, el estado es socialista o tiende a serlo, cuando el estado prioriza el interés individual sobre el interés de la sociedad tenemos un estado liberal o que tiende a serlo.

Existe una tercera posición que es conciliar el interés de los individuos con el interés de la sociedad, así está escrito, en el origen de la doctrina peronista (ver la introducción a las 20 verdades y la doctrina nacional). Es aquí donde esta tercera posición marca una gran diferencia con las otras posiciones políticas y establece una guía de acción política, que la mayoría de los dirigentes justicialistas han ignorado.

No solo el peronismo ha transitado el camino de la conciliación de los intereses sociales e individuales, en el origen del Radicalismo Alem e Irigoyen planteaban la necesidad de esta conciliación, esta posición dentro del seno radical enfrentó la visión del alvearismo, que planteaba una tendencia pro liberal. Algunos dirigentes del socialismo plantearon similares propuestas, lo mismo que algunos partidos provinciales.

Esta lucha entre el interés individual y el social, ha tenido actores que a lo largo de los años, repiten el mismo discurso con distintos oradores, pero siempre ligados a los grupos económicos hegemónicos del país, estos defienden el interés individual (de hacer negocios, por supuesto). El interés social no siempre ha sido representado por los mismos actores, si existen y existieron grupos y partidos de izquierda que mantuvieron posturas críticas coherentes (mas por obstinación ideológica que por un análisis realista de situación existente). Es curioso que los dirigentes del partido justicialista que deberían buscar políticas de conciliación, sean los que mas tomen medidas de gobierno que tiendan al predominio de un interés sobre otro (aunque en los últimos 20 años, han tendido mas que nada a defender el interés individual o lo que es lo mismo, los negocios de algunos “amigos”).

Ejemplos al canto, un caso típico de interés social es el medio ambiente, que sin entrar en fundamentalismos ecológicos o entelequias de sustentabilidad, es mantener condiciones de vida viables para las personas, los animales y las plantas, garantizando la no contaminación del suelo, el aire y las aguas. El interés individual que se contrapone, es el desarrollo de actividades productivas (por lo general extractivas) que perjudican el medio ambiente, ya sea por la naturaleza de la actividad o por el método de producción utilizado. Para esto existe una normativa muy rígida, hay que hacer infinidad de trámites, se necesita realizar muchas inspecciones y varias evaluaciones antes de poder poner en marcha un emprendimiento de este tipo, pero he aquí que grandes empresas realizan esto en pocas semanas, mientras que un pequeño empresario puede demorar años. En caso de tener una empresa en funcionamiento, vemos que grandes empresas tienen “accidentes ambientales” que ocasionan contaminación o directa y descaradamente contaminan ya que el estado no cuenta con los medios de control adecuados, pero por otro lado lavaderos, tintorerías o casas de fotografía, sufren clausuras y penalidades que los obligan a cerrar su empresa. ¿Dónde está la conciliación de intereses?, la gran empresa hace todo lo que quiere y la fuerza de la ley la sufre el pequeño empresario que no contamina ni una pequeña fracción de lo que contaminan las grandes empresas impunes.

Aquí funciona la “ley de la telaraña” que tan bien expusiera Martín Fierro: “la ley es telaraña que rompe la mosca grande y solo atrapa a la mosca chica”.

También hay otras perlitas de este tipo, la no reglamentación de la Ley de Bosques, el veto a la Ley de Protección de los Glaciares, la prorroga del contrato de explotación de recursos petrolíferos, la no defensa de nuestros intereses sobre nuestra plataforma continental en los foros internacionales, los permisos de pesca sin control en aguas territoriales que ya han agotado recursos pesqueros y han puesto en riesgo de extinción a varios, la no regulación de actividades minaras que no solo sobreexplotan recursos extractivos, sino que están dejando un pasivo ambiental que durará cientos de años y podríamos llenar muchos renglones más, pero en definitiva la falta de defensa del interés de la sociedad desde el punto de vista ambiental lleva a estos últimos gobiernos a tener un definido tinte liberal, por más que en su discurso digan lo contrario.

Mientras tanto la sociedad, ve como su entorno se contamina más día a día, ¿habrá que llamarlo a “patota” Moreno para que mida la contaminación?

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