Días atrás escribí una nota sobre el “PLAN INTEGRAL DE SEGURIDAD EN EDIFICIOS” (http://opinionpoliticaargentina.blogspot.com/2009/12/mala-seguridad-publica-buenos-negocios.html ), elaborado por la Secretaría Técnica de la Universidad Nacional del Sur, donde se demostraba fehacientemente a quien quisiera leerlo la falta de conocimiento sobre seguridad pública y privada que tenían quienes lo elaboraron. Hoy acaba de enviarme un mail, un amigo que me comenta sobre un artículo escrito en el diario Eco Días por Diego J. Kenis, titulado “Poco para Sonreír”, donde indica que: “el consejero departamental de Humanidades Sandro Abate reveló que dicho texto era en realidad en su mayor parte un plagio de un trabajo elaborado por el español Leonardo Lafuente Valentín, director de la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla – La Mancha y publicado en el sitio de internet Monografías.com, que en los pasillos académicos se conoce como “el rincón del vago”, por ser fuente de información lista para el copipegue del estudiante sin ganas de estudiar” , para quienes quieran corroborarlo, el enlace es: http://www.monografias.com/trabajos71/teconolgias-proteccion-edificios-publicos/teconolgias-proteccion-edificios-publicos.shtml .
Que un alumno universitario, con pocas ganas de trabajar utilice este recurso, no es extraño, que sea posible merced a que la mayoría de los profesores no controlan con alguna herramienta contextual los trabajos de sus alumnos con los contenidos de Internet, tampoco es extraño, pero que autoridades de la UNS presenten un documento que se supone que avala una erogación de mas de $ 1.500.000 (un millón y medio de pesos) a consideración de la comunidad universitaria, con un estudio que habíamos calificado de poco serio, técnicamente hablando; y que resulta ser una copia de contenidos de un sitio de Internet, es ya inaudito.
Dejemos de lado cualquier consideración que vincule a la erogación que se realizará basada en este informe y pensemos en el ejemplo que se da a los alumnos de la universidad y a la comunidad toda. Hace tiempo se descubrió que una jueza, también fundamentaba sus sentencias tomando contenidos de similares sitios de Internet y tuvo que renunciar, ya que la naturaleza de su investidura y los asuntos sometidos a su consideración no admitían tal falta de seriedad. En el caso de la UNS, la gravedad del caso es mayor aún, ya que institucionalmente una universidad forma profesionales, formación que no solo se realiza mediante la transmisión de conocimiento, sino mediante la observación de ciertas conductas que llevan consigo valores que se desean estén presentes en la vida de los futuros egresados. La transmisión de conocimiento implica por parte del docente un compromiso de estudio de las distintas fuentes, como son libros, publicaciones y también contenidos de Internet, pero siempre tamizados por el análisis y la posterior síntesis del docente, la transmisión directa desde una fuente de conocimiento, supone un mero acto informativo y no formativo, es la esencia misma de la función que debe realizar una universidad. No puede una universidad presentar a la comunidad un estudio con contenidos copiados de un sitio de Internet. No solo es vergonzoso, sino un tremendo papelón, pero como sabemos que los responsables no serán castigados, porque la falta de seriedad, responsabilidad e idoneidad no se castigó ni se castigará, espero que el ridículo cometido no sea olvidado, ya que como dice el refrán popular: del ridículo nunca se vuelve.
Que un alumno universitario, con pocas ganas de trabajar utilice este recurso, no es extraño, que sea posible merced a que la mayoría de los profesores no controlan con alguna herramienta contextual los trabajos de sus alumnos con los contenidos de Internet, tampoco es extraño, pero que autoridades de la UNS presenten un documento que se supone que avala una erogación de mas de $ 1.500.000 (un millón y medio de pesos) a consideración de la comunidad universitaria, con un estudio que habíamos calificado de poco serio, técnicamente hablando; y que resulta ser una copia de contenidos de un sitio de Internet, es ya inaudito.
Dejemos de lado cualquier consideración que vincule a la erogación que se realizará basada en este informe y pensemos en el ejemplo que se da a los alumnos de la universidad y a la comunidad toda. Hace tiempo se descubrió que una jueza, también fundamentaba sus sentencias tomando contenidos de similares sitios de Internet y tuvo que renunciar, ya que la naturaleza de su investidura y los asuntos sometidos a su consideración no admitían tal falta de seriedad. En el caso de la UNS, la gravedad del caso es mayor aún, ya que institucionalmente una universidad forma profesionales, formación que no solo se realiza mediante la transmisión de conocimiento, sino mediante la observación de ciertas conductas que llevan consigo valores que se desean estén presentes en la vida de los futuros egresados. La transmisión de conocimiento implica por parte del docente un compromiso de estudio de las distintas fuentes, como son libros, publicaciones y también contenidos de Internet, pero siempre tamizados por el análisis y la posterior síntesis del docente, la transmisión directa desde una fuente de conocimiento, supone un mero acto informativo y no formativo, es la esencia misma de la función que debe realizar una universidad. No puede una universidad presentar a la comunidad un estudio con contenidos copiados de un sitio de Internet. No solo es vergonzoso, sino un tremendo papelón, pero como sabemos que los responsables no serán castigados, porque la falta de seriedad, responsabilidad e idoneidad no se castigó ni se castigará, espero que el ridículo cometido no sea olvidado, ya que como dice el refrán popular: del ridículo nunca se vuelve.
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