lunes, 27 de diciembre de 2010

Seguridad: Otra vez sopa



Me repito y repito, el problema de la seguridad obedece a reintentar soluciones usando modelos obsoletos y fracasados. La seguridad se construye con medidas innovadoras basadas en funcionarios capaces y sin vinculación con las estructuras institucionales existentes. En ese sentido la medida tomada por la presidenta de designar a la Dra. Garré al frente del ministerio de seguridad ha constituido un doble acierto (convengamos que últimamente he coincidido poco con las medias tomadas por la presidenta para que no se me tilde de oficialista).

Es positivo que se asigne al tema seguridad una entidad institucional relevante y no una facultad delegada en otro funcionario y también es positivo que la máxima responsabilidad institucional sea ejercida por alguien que no tenga vinculación con las estructuras institucionales de seguridad ya establecidas. La única observación que puede hacerse es la inevitable asociación entre la anterior función de la ministra Garré frente al ministerio de defensa, que la vincula al manejo del máximo nivel de la fuerza que puede ejercer el estado (aunque también podría haberse hecho a propósito para conformar a algunos “derechosos” que reclama mandar los militares a la calle).

Hasta ahí mis coincidencias, pero a partir de estas veo que se cae en los mismos errores que han hecho fracasar anteriores políticas de seguridad. Para que no queden dudas de mi posición técnica, no política, hablaré de aquí en más como ingeniero y no como analista político. Parte de mis discrepancias se basan un trabajo presentado en el congreso mundial de ingeniería: “Ingeniería 2010”.

La primera discrepancia surge de la falta de definición política sobre el alcance de la seguridad pública, ya que si esta se restringe solamente al control del delito y la violencia social, caemos en la trampa ideológica de la derecha, pues la única solución posible cae en aspectos represivos o disuasivos por el uso o exhibición de fuerza. La posibilidad de combinar redes sociales con fuerzas de seguridad e instituciones de asistencia ante carencias extremas que puedan desembocar en conductas delictivas, impide actuar en profundidad sobre las causas del delito. La no coordinación de instituciones bajo una misma autoridad institucional provoca una actuación no coordinada de agentes públicos que deban concurrir ante emergencias de seguridad. Un ejemplo de ello podría ser la caída de un avión sobre un área poblada, un incidente meteorológico extremo (tornados, huracanes, incendios masivos, etc.), la toma de un penal (recordemos lo que pasó en Chile) y no necesariamente el accionar de okupas movilizados por agitadores sociales o delincuentes.

La segunda discrepancia, también política, es restringir el ámbito geográfico y jurisdiccional de las acciones de seguridad, las cuales deben ser de alcance nacional, subordinar a todos los agentes provinciales y municipales. Esto implica un gran riesgo político, pero sin peligro no hay gloria. Las políticas de descentralización permiten solo diluir la responsabilidad política, pero no son eficaces.

Mis otras discrepancias son estratégicas. La primera se refiere a la estructuración del modelo de acción de las medidas de seguridad, este modelo debe ser un modelo preventivo implementado a nivel táctico con la utilización de toda la tecnología disponible y la integración de la mayor cantidad de agentes públicos organizados en redes supervisadas por las instituciones del estado. La segunda discrepancia, es el mantenimiento de la estructura jerárquica de las fuerzas de seguridad, a nivel operativo, modelo que facilita la comisión de actos de corrupción o de convivencia con delincuentes. La tercera discrepancia es la no utilización del potencial tecnológico existente. el cual pareciera que solo se restringe a la utilización de cámaras de seguridad (lo cual es bueno para los vendedores de cámaras de seguridad).

Existen otras diferencias menores, pero creo que debe dar tiempo a las actuales autoridades para definir su rumbo de acción, el cual puede obtener algunos resultados, pero creo que difícilmente pueda obtener un éxito contundente en materia de seguridad pública.


 

lunes, 20 de diciembre de 2010

En defensa de Garré


No creo que la Dra Garré necesite de mi defensa, ni esta surge de mi plena coincidencia con ella o de la total aceptación de su gestión, pero el Grondona que escribe el artículo en la Nación es el que responde a las contradicciones ideológicas que se encuentra en las antípodas de mi pensamiento, y que es en realidad su verdadera ideología. Por ello, y como he tenido que reconocerle cierta honestidad intelectual en algunas de sus últimas notas, este artículo me reivindica con mi ideología, pues pocas veces se ve aflorar la intransigencia liberal de derecha como en este artículo.
El artículo arranca mostrando la hilacha de su autor, al establecer como decisivo que la sociedad se estructure entre quienes mandan y quienes obedecen, nada más antidemocrático que ese pensamiento. La afinidad de Grondona con la estructura militarista, no le ha permitido comprender la diferencia fundamental entre autoridad y autoritarismo, la primera se ejerce y se acepta, mientras que la restante se declama y se impone por la fuerza. El “hombre fuerte” que señala Grondona es un autoritario, pues su incapacidad para comprender los liderazgos de masas le hace confundir autoritarismo con autoridad. No es el primero ni el único que confunde estos conceptos, ya Sarmiento en su Facundo asimilaba la autoridad de los jefes montoneros al salvajismo y la barbarie. En esa línea de pensamiento toda autoridad emanada de la aceptación de las masas se convierte en autoritarismo y no en un consenso democrático de delegación de autoridad. Grondona, que cita a los griegos hasta el hartazgo, debería recordar que las circunstancias extraordinarias hacían que los griegos nombraran tiranos para superar épocas de crisis, como las que ocurrían en tiempos de guerra, pero la condición era que estos fueran aceptados por el pueblo. Los contractualitas como Hobbes, Locke y Rousseau, también muy citados por el autor, admitían que el hombre cedía su libertad a la autoridad del soberano, a cambio de que se le garantizara ciertos derechos. Como vemos, el primer párrafo del artículo ya identifica a su autor con la más rancia tradición antidemocrática y antipopular.
El artículo continúa planteando que la autoridad que ejercía Néstor Kirchner, no ha sido retomada por ningún funcionario, esta es una sutileza para tirar por elevación un palo a la presidenta, dejando entrever que los ministros ejercen su autoridad por “motus propio” y que la ausencia del ex presidente deja un gobierno sin autoridad.
Al plantear las características de la gestión de la Dra. Garré, indica que esta se equivoca al no definir a un “enemigo” en su gestión. Este concepto, propio de “la hora de la espada” desconoce que carecer de enemigo es una estrategia válida ya que la política de defensa se estructura en base a una política más general, y aunque Grondona prefiera que un general estructure la política, la política de defensa se acuerda con la política exterior. Si nuestro país plantea una integración regional y una solución pacífica al conflicto de Malvinas, no hay hipótesis de conflicto y por lo tanto no hay “enemigo”, y en esto coincido plenamente con la política de defensa. Plantear una hipótesis de conflicto, no solo llevaría a entorpecer la integración regional sino a destinar gastos en un equipamiento militar cuya utilidad sería nula. En ese contexto, el Dr. Grondona debería leer el plan nacional de defensa para ilustrarse, ya que existe un objetivo en la órbita de defensa que supone un rol distinto de las instituciones militares (coincida o no con él) que sustituye plenamente al planteo de una hipótesis de conflicto. La última y patética referencia de Grondona al equipamiento militar de Chile y Brasil, pretende agitar el fantasma de un hipotético conflicto que solo existe en mentes trasnochadas.
La crítica al no ascenso de ciertos oficiales a rangos superiores, es una potestad de la autoridad que Grondona le niega a la ministra, ya que es la autoridad quién designa a los subalternos que acompañan su gestión. Si bien no puede negársele el derecho a cualquiera a pretender ocupar determinado cargo, nadie se imagina como jefe de la policía al hijo del Gordo Valor, independientemente de la persona que este sea. Somos en parte obra de quienes nos precedieron, o si se prefiere para aquellos que gustan de asistir regularmente a misa: “pagarán los hijos las culpas de los padres”.
Veladamente Grondona propone, como todo derechoso, la fuerza como única solución al problema de la seguridad y cualquier planteo en contrario se descarta previamente como imposible. Supone entonces que la Dra. Garré fracasará al no poner a los delincuentes como “enemigos” y usar la fuerza de la policía instrumento de represión del delito. Ignoro si la Dra Garré fracasará o no, porque desconozco que medidas tomará. Algunas medidas que ha tomado me parecen acertadas y otras no, pero mis estudios sobre seguridad me permiten asegurar que la solución no pasa por utilizar un modelo represivo. No será entonces, el no utilizar la fuerza en la represión del delito la causa del fracaso de la gestión del ministerio de seguridad, aunque seguramente será el sonsonete de la derecha ante cada hecho delictivo.
La última perlita del artículo es disyuntiva que le plantea a la presidenta: “salvar la ideología a costa del buen gobierno, o rescatar el buen gobierno a costa de la ideología”, este pensamiento solo puede caber en las mentes de quienes, como decía Jauretche, ponen la nación al servicio de la ideología y no la ideología al servicio de la Nación. En definitiva este es el verdadero Grondona, un intelectual liberal de derecha, con alguna cierta honestidad intelectual, que a la hora de definirse en hechos cotidianos condiciona ciertas ideas liberales a sus naturales tendencias autoritarias de derecha. La Dra. Garré es una funcionaria con ideas de izquierda, que responde a las políticas delineadas por la presidente y mantiene cierta coherencia entre su ideología y su gestión, que para los tiempos que corren no es poco.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Actualizando




Hace tiempo que otras ocupaciones más urgentes me alejaron de la obligación que me había impuesto de pensar y escribir sobre la política argentina. No dejé de leer e informarme de los hechos que fueron ocurriendo y así en una pausa de mis otras obligaciones trataré de actualizar mi opinión sobre los hechos que considero más importantes.
El primer hecho trascendente fue el de WikiLeaks: la fuga de información y su divulgación. Es innegable que el actual estado de los sistemas de comunicación impide guardar secretos, o aún más, impedir que estos se difundan. Si aceptamos esto, el hecho en sí no debería asombrarnos ya que en un volumen de información que circula por numerosos canales, la fuga es una realidad estadística, y lo que llama la atención sobre este caso, no es la fuga en sí, sino la reacción de los involucrados. La información divulgada no era desconocida por la mayoría de los actores de la política internacional, pero era “convenientemente olvidada”, de allí que su difusión pública resulte muy similar al caso del rey desnudo (aquel al que habían estafado diciendo que le harían un vestido magnífico al que los idiotas no podrían ver, todos los nobles enterados del caso alabaron al rey desnudo hasta que un niño gritó que el rey estaba desnudo). Así es que nadie se sorprendió con la difusión de los cables secretos, sino que se sorprendieron de que todo el mundo se entrara de los que ellos ya sabían y que no deseaban que nadie más supiera. Obviamente se castigó al mensajero, y el director de WikiLeaks fue acosado judicial y económicamente. Aquí se produce el hecho más llamativo, que fue la reacción de intelectuales y hackers. Los intelectuales se dividieron entre los que realmente son liberales y los que solo utilizan el liberalismo como argumento político. Los que realmente son liberales estuvieron a favor de lo hecho por WikiLeaks (merecería un capítulo aparte la nota de Mariano Grondona en La Nación, pero nobleza obliga a reconocer que reaccionó como un verdadero liberal y apoyó a Assange, cosa que no muchos de sus “colegas” hicieron) ya que los secretos sobre cuestiones de estado no integran el “corpus ideológico” del liberalismo. Lo más importante de todo esto, a mi criterio, fue la reacción de una cantidad importante de hackers nucleados en “Anonymous”, pues rompe la lógica personal de la mayoría de los hackers, que es ser un francotirador solitario equipado con un nivel de conocimientos superior a la media y una ideología anarco-tecno-individualista. La potencial capacidad de daño a las estructuras On-Line que podría tener este grupo, hace parecer a cualquier red terrorista como chicos de jardín de infantes.
El segundo hecho trascendente fue la toma de terrenos públicos, las protestas de los vecinos, la violencia que se desató y para variar los errores de los funcionarios públicos. Si empezamos por el principio debemos establecer que tanto el gobierno nacional como el gobierno porteño cometieron un error gruesísimo, desconocer la dinámica social de la exclusión o más precisamente desconocer que en la dimensión del fenómeno de la exclusión existen factores sociales, culturales y económicos que deben contemplarse para poder generar propuestas que permitan erradicar la exclusión. El hecho más importante que se ignoró es que dentro de la exclusión existe una economía de la marginalidad que hace que dentro de este ámbito de exclusión se produzcan estratificaciones sociales y económicas. Una categoría de esta estratificación lo da la posesión de viviendas en las villas de emergencia o asentamientos. El cambio que ha ocurrido dentro de la exclusión es la aparición de madres jefes de familia, que carecen de capacidad de ocupar y construir una “vivienda” en un asentamiento y recurren al “alquiler” como forma de solucionar su problema. Estas mujeres se sostienen mediante planes sociales, trabajos temporarios o prostitución, estos grupos familiares tienen cierta capacidad de pago, que es aprovechada por quienes tienen varias “viviendas” que alquilan. El otro factor concurrente es el agotamiento del espacio geográfico para construir nuevas “viviendas” o el costo de los materiales de construcción que requiere un núcleo habitable. Desconociendo esta realidad el gobierno porteño propuso estregar títulos de propiedad a los dueños de “viviendas” en esos asentamientos, pretendiendo que la dinámica del mercado inmobiliario eliminaría algunos asentamientos “poco Pro” como la villa 31, donde la valorización de los terrenos sumado a presiones de algunas mafias de la propia villa, terminaría convirtiéndola en otro Puerto Madero. Este error empujó a quienes no tenían posibilidad de disponer de una “vivienda” para ser legítimo propietario, a buscar un lugar que le permitiera acceder a la vivienda propia. A esto se sumó el interés de quienes hacían del “alquiler de viviendas” un “modus vivendi”, a ampliar su negocio y sumar más “propiedades” (familiares siempre hay para eso). Producido los hechos de apropiación, se produjo la reacción de los vecinos de esos espacios, que pertenecen a sectores donde la protesta con cacerolas no les va, sino mas bien los hechos directos. En el gobierno nacional alguien pensó que el lío que se estaba armando no tendría muchas consecuencias y que se llevaría puesto al gobierno porteño, también se equivocó y ese error costó vidas humanas. En síntesis la incapacidad de los funcionarios tanto los “pro”, como los “progre”, mostraron una vez más que sus errores los sufre el pueblo.
Como ven hay nuevos hechos, pero siempre sufren los mismos y son los mismos que se equivocan y se benefician.



domingo, 7 de noviembre de 2010

Voces extrañas

Como en el tango: “ahora vendrán voces extrañas”, todos hablan, opinan, se posicionan, tratan de ganar un espacio o ganar más espacio, lo cierto que una vez pasada la sorpresa por la muerte de Néstor Kirchner florecieron notas, entrevistas, opiniones y extraños malabares político-periodístico que nos muestra de cuerpo entero como una sociedad, o al menos una parte de ella, se posiciona ante un hecho tan inesperado como coyunturalmente trascendente.


Separemos de todo lo publicado, en primer lugar, la crónica de los hechos y las interpretaciones periodísticas. Independientemente de las interpretaciones a futuro y los posicionamientos ideológicos de muchos periodistas, la primera división de posiciones es ante el hecho mismo que se produce el velatorio de los restos de Kirchner. Algunos exageran la magnitud de la movilización popular y espontánea, otros le dan la trascendencia que se puede observar y otros la niegan. El espectro de periodistas oficialistas abundan en la trascendencia popular, institucional e internacional del hecho, más por interés de posicionamiento propio, que por el reconocimiento de las circunstancias que rodearon al infausto hecho. Sobre estos no quiero abundar en detalles ya que personalmente detesto la obsecuencia. Sobre los que reconocieron el hecho, se destaca a varios opositores a ultranza, por ejemplo: Mariano Grondona que ubica el hecho entre los tributos populares como los de Irigoyen, Evita, Perón y Alfonsín (a pesar de mis diferencias debo reconocer que tiene cierta honestidad intelectual que le permite, al menos, no negar la realidad). La categoría de quienes niegan el hecho se divide entre los miserables que niegan cualquier trascendencia a los hechos y quienes lo relativizan o minimizan, en estos está lo peor de la oposición que niega lo evidente subordinando una mínima honestidad intelectual a sus intereses o resentimientos (creo que la nota de Sebreli en La Nación es una claro ejemplo de ello).

La segunda división surge de cómo se plantea el escenario futuro y allí surgen tragicómicas expresiones, que van desde el disparate de Alberto Fernández, que en el colmo del despropósito calificó a Néstor Kirchner de semidiós, al vaticinio de la hecatombe política del espacio K. En este espacio de análisis lo que impresiona es la contradicción. Si Kirchner era de una dimensión tal que su figura es irremplazable, si desaparición lógicamente traerá los problemas lógicos de la falta de quien articulaba el espacio político y si su presencia solo traía enfrentamientos y crispaciones su ausencia, lejos de provocar problemas de conducción al espacio, favorecería acuerdos y mejoraría su ascenso en la preferencia de quienes se oponen a ese modo de hacer política.

El tercer elemento de estas “voces extrañas” son los consejos o predicciones sobre lo que pasará, donde el análisis se confunde con los prejuicios a favor o en contra, donde la ideología se infiltra en las predicciones y donde todos demuestran que a pesar de las fuentes “bien informadas” que citan, nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que realmente pasará, donde las predicciones son deseos personales de los que debería pasar y la mayoría solo busca cumplir con quien paga sus opiniones o con sus propias convicciones.

Debe destacarse que existen honrosas excepciones de algunos periodistas independientes o poco conocidos, donde su lejanía de las cocinas donde se “arman” las usinas de opinión les permite conservar cierta opinión propia.

Creo que debemos un respetuoso silencio sobre nuestras opiniones, al menos como forma de garantizar el acomodamiento del gobierno a las nuevas circunstancias que debe sobrellevar y en respeto a la opinión popular que brindó su apoyo paraqué la presidenta pueda superar esta desgracia personal y continuar con su proyecto de gobierno, estemos o no de acuerdo con ella.

domingo, 31 de octubre de 2010

La vida sin Néstor


Creo que el futuro próximo de la política argentina podría llevar ese título, cualquiera sea nuestra posición ideológica o personal respecto al ex presidente, nadie puede negar el espacio que ocupaba en la vida política nacional.
No podría ser absolutamente sincero si negara que me no me sorprendió la respuesta de la gente ante la inesperada muerte de Néstor Kirtchner, y más que la cantidad de gente que asistió, la movilización no organizada. Es innegable que durante su vida política dentro del PJ, la gente que acudía a los actos donde participaba era movilizada por los aparatos de la burocracia partidaria; pero la mayoría de la gente que acudió a la Plaza de Mayo y que hizo largas colas para darle un último adiós llegó en forma espontánea y sin ser movilizada. De hecho la convocatoria de Moyano para el jueves al mediodía no alteró la fisonomía de los alrededores de la casa de gobierno.
Un análisis racional de lo ocurrido me obliga a ver que en la repentina muerte de Néstor confluyeron cuatro factores: el emocional, el político, el institucional y el mediático. En lo emocional lo inesperado de la muerte, la separación de una pareja de más de 30 años de convivencia y la interrupción del proyecto de vida compartido genera una empatía en una sociedad donde muchas parejas no pueden llevar adelante una vida en pareja, donde muchas mujeres llevan adelante los proyectos que alguna vez fueron compartidos, donde muchos hijos sufrieron la separación de su núcleo familiar y donde la solidaridad para quienes sufren pérdidas irreparables, afortunadamente, sigue siendo un valor que se conserva en medio de la pérdida de otros valores. Desde lo político, Néstor era el fundador de una línea política que no solo gobernaba el país, sino que presidía la organización política burocrática de mayor peso en el país: el PJ; su ausencia genera una vacío de poder, que para volverlo a llenar, puede generar pugnas violentas, como nos lo muestra nuestra historia reciente. El apoyo político que dieron los militantes peronistas garantiza la transferencia de ese poder a Cristina, como seguro de una sucesión no violenta y como apoyo a una línea de gobierno que aventaja en mucho a la actual oposición en la generación de propuestas nacionales, populares y progresistas. Desde lo institucional, Néstor era un ex presidente, cuyo mandato terminó con el suficiente apoyo popular, como para posicionar a Cristina como candidata y llevarla a la presidencia, era diputado nacional y secretario general del Unasur, la mayoría de los presidentes latinoamericanos acudieron a despedirlo, más que como gesto protocolar, como reconocimiento a quien impulsó su creación y como garantes de la continuidad institucional democrática del país, algo que forma parte del consenso logrado en el organismo y con lo que se han comprometido la mayoría de los gobiernos latinoamericanos. Por último, la cobertura mediática difundió el clima de apoyo no organizado que tenía la movilización espontánea de la gente; algo que debe haber influido para que quienes también deseaban expresar su adhesión o solidaridad concurrieran sin temor a compartir un espacio con “aparatos” movilizados, que no siempre tienen un comportamiento pacífico.
El análisis racional me explica muchas cosas, pero en el fondo soy peronista y donde está el pueblo está la causa, independientemente de las razones intelectuales, la componente emocional me propone otras conclusiones: el pueblo apoyó a un líder y el pueblo apoyó a Cristina como heredera de ese líder. Se demostró que el pueblo no necesita aparatos burocráticos, es más, cuando el pueblo se moviliza espontáneamente, los aparatos quedan eclipsados; la movilización de la CGT con Moyano a la cabeza fue un ejemplo más que palpable, en una plaza dominada por un sentimiento auténtico, la “aparateada” de Moyano se diluyó. El apoyo popular, político e institucional que se le brindó a Cristina, le otorga una seguridad y un poder que su gobierno no tuvo hasta ahora, lo que garantiza la continuidad del régimen político institucional e incluso le otorga un liderazgo político frente a una oposición, que salvo excepciones, es realmente mediocre y cuya reacción ante la muerte de Néstor lo confirmó.
La muerte de Néstor cerró su cuenta de debe y haber político, en vida, la proyección a futuro de sus actos dominaba ese balance. El apoyo popular a Cristina, nos obliga a quienes disentíamos con los resultados de su proyecto político a ser respetuosos de esa expresión popular. El balance de la vida política de Néstor, a criterio de la gente fue positivo y debemos respetarlo, al menos si nos decimos peronistas.
Se abre a futuro un abanico de posibilidades que no incluyen a un gobierno políticamente débil, ni a una presidenta incapaz de sobrellevar el peso de su cargo. Las posibilidades futuras estarán condicionadas a las alianzas que se conformen en este nuevo escenario político. De todos modos, el saco de Néstor le queda demasiado grande a muchos de los que pretenderán ponérselo, desde su propio entorno cercano y desde sectores no tan próximos a la agrupación que él lideró. Ellos no vacilarán en proponerse como continuadores de un proyecto político que por su enunciación genera más adhesiones que por sus resultados.
De ahora en más, tendremos que vivir sin Néstor, para quienes lo quisieron, para quienes se identificaron con él, para quienes tenemos una visión critica de su gestión y aún para quienes lo combatieron políticamente el escenario no será el mismo y eso demuestra la dimensión que tuvo y que la gran mayoría le negamos.
Néstor descansa en paz, su vida no fue en vano.


sábado, 23 de octubre de 2010

El límite es la vida

Confieso que esta frase, que recibí en un mail que empezó a circular después de los incidentes que costaron la vida de un joven de 23 años, me conmovió. Volvieron a mi cabeza rostros de compañeros de colegio, de profesores y de desconocidos cuya vida era arrancada por la violencia de una burocracia político-sindical. Corrían los primeros años de la década del 70 y “la violencia de arriba generaba violencia de abajo”, pero los muertos no eran los de arriba, eran jóvenes, eran los chicos los que recibían los disparos asesinos.

En esos años no me identificaba con el peronismo, creía como creo, en un movimiento nacional, popular y progresista, pero me distanciaba del peronismo la violencia, una violencia que se descontroló, y que se ejercía desde distintas posiciones del movimiento, una violencia que terminó invocando al peor de los demonios: la dictadura militar. En esos años estaba deslumbrado por la lectura de los documentos de la FORJA, autores como José María Rosa, Scalabrini Ortiz o Jauretche me acercaron al PI. Tuve la oportunidad de conocer personalmente al Dr. Alende por gestión del padre de un amigo mío; eso selló mi acercamiento al Partido Intransigente ya que la luchas internas del peronismo, por el que no sentía rechazo, me impedían acercarme a él. Ese distanciamiento del peronismo fue, en gran medida, por que los sectores con los que tenía más afinidad adherían a propuestas basadas en la violencia o directamente a las teorías del foco.

El comienzo del tercer gobierno de Perón dio origen a una lucha armada entre sectores de izquierda y derecha, la burocracia sindical se alineó con sectores de la derecha peronista y en Bahía Blanca todos recordamos patotas de sectores sindicales ligados al dirigente sindical Rodolfo Ponce. En esos días era común que aparecieran jóvenes dirigentes opositores baleados o muertos en las rutas. Recuerdo que alguien con mal gusto, puso un cartel en un sector donde solían aparecer estas victimas, diciendo: “Prohibido arrojar cadáveres”.
La violencia no disminuyó, sino que a la muerte de Perón, la triple A comenzó una escalada de violencia desde el propio gobierno que culminó con la peor violencia de todas, la que generó el terrorismo de estado, durante el llamado proceso de reorganización nacional. La barbarie de esta violencia opacó cualquier violencia anterior ocurrida en el periodo de gobiernos constitucionales e incluso en el anterior período del gobierno militar dictatorial, llamado revolución argentina.

Durante esos años, vi que la mayoría las victimas de esa violencia eran jóvenes que pertenecían al movimiento peronista, el aparato burocrático político-sindical sufrió solo detenciones simbólicas (si se las compara con las detenciones, torturas y desapariciones que sufrieron los jóvenes militantes).
Cunado terminó el horror, creí que habíamos aprendido la lección, que la violencia no sería mas un instrumento de la política y mucho menos que se ejercería por parte de la cúpula de la burocracia sindical. Alende me había decepcionado, su foto con los militares en Malvinas, avalando el desesperado intento de una cúpula militar en decadencia por mantener el poder me alejó del partido intransigente. Malvinas pudo ser un error admisible para los jóvenes que sentíamos la necesidad de una reivindicación histórica de nuestro derecho soberano, pero no para un hombre de la trayectoria de Don Oscar.

En esos años descubrí un Perón que no había conocido, heredé de mi abuelo (que lo había conocido en la Escuela Superior de Guerra) un montón de libros sobre el peronismo, libros que estuvieron prohibidos y que se salvaron en los baúles del sótano de su casa. Descubrí la dimensión del estadista, la pasión del hombre, descubrí a Evita, comprendí al movimiento y desde entonces me sentí parte del movimiento. Aprendí con la militancia la diferencia entre partido y movimiento, encontré la ética cívica en la acción política que reivindica la búsqueda del poder como medio para producir los cambios que necesita la patria y no como fin. Acepté que los cambios que se requieren no pueden llegar sin que los intereses que se van a perjudicar resistan y que la violencia puede ser inevitable, pero con un límite: LA VIDA.

Ayer ese mail, me hizo recordar todo ese proceso, pero por sobre todo mi límite para aceptar cierta violencia imprescindible cuando se alteran la relaciones de poder. Por eso fui a la plaza para reclamar por ese chico de 23 años, por eso hablé con mis alumnos de la universidad que tienen mas o menos la misma edad, por eso reafirmo mi convicción, puede existir violencia cuando se alteran la relacione de poder, pero EL LÍMITE ES LA VIDA.

JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES DEL ASESINATO DE MARIANO FEREIRA, CARCEL A LOS INSTIGADORES Y RESPONSABLES DIRECTOS Y CONDENA SOCIAL A LOS RESPONSABLES POLÍTICOS

domingo, 19 de septiembre de 2010

Política Alopática

Generalmente cuando no escribo en el blog, es porque decidí terminar cosas pendientes o urgentes y postergo la escritura de ideas que se van agolpando en mi cabeza. En particular, me surgió esta cuando leí un libro de medicina naturista donde se planteaba la contraposición entre la medicina alopática y la homeopática. No pretendo tomar partido (aunque mi aversión al sistema de medicina imperante me sugiere otra cosa) sobre estas formas de medicina, sino rescatar lo que se propone en ellas. La medicina alopática utiliza el síntoma como signo de la enfermedad y la trata en base a ese síntoma, la medicina homeopática considera el síntoma como la manifestación de un desequilibrio sobre el estado de salud y trata de recuperar ese estado de salud. Mientras trataba de comprender estas teorías médicas, me surgió la idea de que también existe una forma de hacer política alopática y una forma homeopática, que siguen estas líneas de pensamiento.

La política homeopática, consideraría que los síntomas de malestar social o comportamientos sociales anómalos, son la manifestación de problemas que afectan el correcto orden social, de allí que la protesta, el piquete, el corte de calles o la toma de edificios no se agota en sí misma ni en las causas directas que la motiva. Dicho en palabras más sencillas si se toma una calle para reclamar planes de asistencia social el problema no es la falta de planes, sino que no parte de la sociedad requiere una asistencia por falta de trabajo o por un fenómeno de exclusión social creciente. Si los alumnos toman una escuela, el problema no es una estructura edilicia deficiente sino que la educación ha dejado de ser una prioridad en las políticas públicas. Si un obrero toma una fábrica (y no tomas sindicalmente organizadas para reforzar la posición dominante de un gremio) no es por despidos injustos o la negativa a un aumento de salarios, sino por la falta de un equilibrio entre los poderes económicos y la representación obrera, o por la ausencia del estado como regulador de las relaciones de producción y distribución.
La política alopática se agota en la causa inmediata, esta forma política es madre de la represión, ya que al ver otra causa más allá de la inmediata la represión suprime la manifestación del problema y pareciera que se llegó a l solución del conflicto. Otra conducta de esta forma de acción política es la negación de la realidad, mediante la manipulación estadística, mediática o meramente dialéctica.
Lo curioso de ambas formas políticas es la transversalidad ideológica, ya que se manifiesta tanto en políticos progresistas, conservadores o totalitarios. Prueba de ello, es el uso simultáneo de la represión y la búsqueda de soluciones a las causas que provocan la protesta, como ocurre con el aumento de los hechos delictivos, por un lado se niega su importancia (mediante estadísticas que nadie cree ni convalida), por otro se orquesta medicas represivas (cámaras de vigilancia, mayor presencia policial y solicitud de penas más duras); por otra parte se reconoce la existencia de problemas sociales y se diseñan políticas asistencialistas (funcionen o no). En este tema también se indica que existen profundas causas socioeconómicas, pero todo queda en un mero ejercicio dialéctico sin realizar acción alguna y como medida alopática se señala estadísticas comparadas de países desarrollados que no son aplicables a nuestro caso.
La historia nos muestra que cuando se tomaron medidas de gobierno que atacaron las causas profundas de los problemas sociales, la sociedad cambió. Lo poco o mucho que se ha avanzado se deben a medidas políticas eficaces de tipo homeopático, la politiquería se queda en lo alopático: represión y negación de la realidad utilizando estadísticas o generando argumentos difundidos y repetidos mediáticamente.

Si alguien piensa que puede atribuir conductas de un tipo a un determinado partido político, se equivoca; todos los partidos se manifiestan mayoritariamente alopáticos: oficialistas y opositores, izquierda y derecha, liberales o nacionalistas; todos caen en esta forma de hacer política, más inmediata, menos comprometida, mas mediática y menos confrontable.



domingo, 15 de agosto de 2010

Análisis Económico de Argentina en los últimos años. Una perspectiva cronológica del período histórico post convertibilidad

Suele ocurrir que muchas veces lo urgente oculta lo escencial, y los requerimientos de nuestras obligaciones cotidianas no nos dejan tiempo para las cosas que nos interesan, este suele ocurrirme a menudo y la frecuencia de mis articulos en este blog es la prueba. Pero a veces, solo a veces, algo que hacemos se comparte entre nuestras distintas actividades e intereses, este es el caso. Este artículo, forma parte de un trabajo de investigación que se presentará proximamente en un Congreso de Economía, pero con algunas modificaciones creo que puede ser de interés para comprender el desarrollo de la economía argentina de estos últimos años. Se puede compartir, disentir o criticar, pero creo que tiene la suficiente cantidad de elementos objetivos para contribuir a que se discuta sobre bases mas concretas la política económica reciente.       


Cronología

Podemos distinguir algunos hechos significativos a partir de los cuales se puede elaborar una cronología de hechos económicos que a grandes rasgos se compondría de los siguientes hechos:

a) El régimen de política macroeconómica caracterizada por un esquema de ancla cambiario (1991-2001).
b) Crisis financiera que derivó en reducción de reservas, fuga de capitales y terminó con la paridad cambiaria (2001).
c) Modificación de las reglas del ordenamiento macroeconómico y alteración de los precios relativos (2002 en adelante).

El período 2003 a 2007 exhibe un fuerte crecimiento económico y aumento de la actividad productiva, se destaca que entre 2002 y 2006 el sector manufacturero acumuló un crecimiento del 32,8%, incrementando su participación en el PBI nacional. Este proceso fué liderado por las empresas líderes extranjerizadas en la década anterior (Ver distintos trabajos de Basualdo). Los indicadores oficiales muestran que los sectores más intensivos en el uso del conocimiento mostraron un desempeño notablemente superior al de la década anterior, dicho conocimiento no es endógeno sino que es importado como parte de proceso productivo o de los sistemas de producción “blanda” incorporada (ver trabajo de Blanco en la página del INPI), cuya finalidad es el aumento de la remisión de utilidades vía royalties o contratos de provisión de servicios, pero de modo alguno constituyen procesos que generen externalidades positivas, en términos del aumento de los conocimientos existentes en los trabajadores o empresas subsidiarias.

Análisis del período histórico
Una descripción de las condiciones macroeconómicas y microeconómicas del desarrollo argentino puede elaborarse a partir del trabajo de Anlló, Kosacoff y Ramos (Ver trabajos de estos autores en la página de la CEPAL), elaborado por la Oficina de CEPAL en Buenos Aires, donde se aporta reflexiones y análisis de algunas áreas y sectores, Se divide el análisis en tres ejes: a) Un eje marco que agrupa las variables macroeconómicas, el empleo, la balanza comercial argentina y la inversión extranjera directa; b) Otro eje microeconómico que analiza la industria, el agro y las conductas innovadoras de ambos sectores; y c) El último eje que abarca las políticas sociales y los desequilibrios territoriales.

 
Contexto Marco

El período pos-convertibilidad está caracterizado por un alto desempeño positivo, expresado en un crecimiento a una tasa acumulativa anual promedio del 8,2% entre 2002 y 2007. Desde 1975 a 2007, el PIB per-cápita creció a una tasa anual del 0,6% anual y se generaron 19 años de crecimiento y 14 años de crisis, lo que justificaría el estancamiento y la volatilidad que produjeron una gran heterogeneidad y exclusión social.

 
Variables macroeconómicas

La crisis producida por la ruptura del régimen de convertibilidad puso en tela de juicio al sistema de contratos existente y a la propia organización monetaria, esto se puede ver en detalle en los trabajos de Cetrángolo, Heymann y Ramos en CEPAL. Según estos autores resultó notable el repunte de la economía en pocos meses y que no se registró la huida de dinero en las transacciones cotidianas. La memoria de los precios nominales reforzó la búsqueda de potenciales compradores y el alto desempleo impedía deslizamientos salariales.

Los incrementos de la producción agregada implicaron reducciones en los niveles de capacidad ociosa y una reducción del desempleo (a fines de 2006 estaba por debajo del 9%). Hubo un aumento de los salarios reales, menor a la caída previa para los trabajadores informales y mayor para los trabajadores formales. La estructura de precios relativos siguió en transición, con un aumento del gasto interno y una tendencia a la apreciación real frente con aumentos de los bienes transables, lo que generó una tendencia inflacionaria, dentro de rangos moderados. Si bien hubo cierta preocupación por esa tendencia, no se buscó frenar el aumento de la demanda.

El mercado de trabajo

Los 90 fueron años difíciles para el mercado de trabajo, y su comportamiento fue determinante en el deterioro distributivo, expresado por desempleo, precariedad y pobreza, como así mismo en grandes brechas de bienestar entre distintos sectores sociales. Sobre este escenario se produjo el abandono del régimen de la convertibilidad.

La recuperación económica post convertibilidad no sólo fue intensa, sino que tuvo efectos significativos en el mercado de trabajo, en especial en el empleo. La ocupación total creció, incluso relacionada con el ritmo de aumento de la actividad agregada. La elasticidad empleo–producto promedio alcanzó niveles superiores a otras fases expansivas. Como consecuencia de esto se han ido morigerando los principales problemas laborales y sociales que enfrentaba el país en 2002, respecto del desempleo y subempleo. Sin embargo, los valores continúan siendo preocupantes y la búsqueda de su pronta disminución continúa encabezando el listado de los desafíos que enfrenta la política económica y social.

 
Evolución de la balanza comercial

El coeficiente de apertura de la economía argentina, estimado como el promedio de la suma de exportaciones e importaciones en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), pasó de 11% para el trienio 1996-1998 a 22% en 2006; con lo que el sector comercial externo se ha convertido en un factor importante de la demanda agregada. La composición puede analizarse por:

a) Las exportaciones argentinas en los últimos 15 años, se multiplicaron por cuatro, en dos valores muy diferenciados. Alrededor de US$ 12 000 millones hasta1994, en US$ 25 000 millones a partir de 1996 y crecieron desde 2002, a casi US$ 50 000 millones.
b) Las importaciones han seguido al ciclo económico y en el 2006, superaron al valor que registraban en 1998. En esta última fase, la economía crece a tasas sostenidas y, simultáneamente, manteniendo importantes superávit comerciales.

Se destaca el desempeño de las exportaciones argentinas, que ha sido paralelo con la recuperación y crecimiento de la demanda interna. La canasta exportadora argentina permanece concentrada en cerca del 85% en bienes primarios, combustibles y manufacturas de bajo contenido tecnológico intensivas en recursos naturales o escala. Los bienes exportados de mayor contenido tecnológico pertenecen a la industria automotriz y química, en el marco de estrategias intra-firma a nivel regional.

 
Inversión Extranjera Directa en la Argentina

La crisis hizo sentir el deterioro de la situación patrimonial por el peso de la deuda en dólares de muchas empresas, dados los niveles de endeudamiento que crecieron en forma significativa, en un contexto de detracción de la demanda interna y la ausencia de crédito, interno y externo, que ponía a las empresas en una situación delicada.

En 2003, la inversión extranjera llegó a las cifras más bajas (aproximadamente US$ 1 600 millones), pero a partir de 2004 los flujos se recuperaron, alcanzando valores significativos, en términos del producto, ubicándose entre 2002 y 2005, por encima del 2% del producto promedio y alcanza a más del 2,5% entre 2004 y 2005. Sin embargo, no puede hablarse de una oleada de IED, así como tampoco de una retirada del capital extranjero.

En esta etapa un factor importante es el creciente peso de Brasil como inversor extranjero, no sólo por los flujos totales de inversión, sino por el hecho de haber adquirido empresas líderes o relevantes en su sector (frigoríficos, cerveza, cemento, petróleo, acero), pasando estos capitales a convertirse en actores de peso en la economía del país.

 
Contexto Microeconómico

La salida de la convertibilidad generó tanto el abaratamiento relativo de la mano de obra como condiciones favorables para la producción de bienes transables. A consecuencia de esto, la industria revirtió la tendencia a perder participación relativa en el producto total. Este desempeño se ha caracterizado por: la expansión de las ramas manufactureras y la creación de empleo. Sin embargo no se modificó la configuración sectorial de la industria de un modo significativo, a pesar que el cambio en los precios relativos acentuó las asimetrías de rentabilidad preexistentes dentro del sector industrial. El agro tuvo un sostenido crecimiento, con cambios radicales en su organización derivados de un conjunto de diversas innovaciones realizadas en el sector.

Desde 2002, la normalización de los mercados y la menor incertidumbre se asociaron a la reanimación de la demanda interna. Basado en la dramática reducción de los costos laborales y en los bajos precios de los servicios públicos, la financiación de la producción provino de los mayores márgenes empresarios.

 
La industria

Entre otras características importantes, para este período, se debe incluir:

a) La sobreinversión relativa en ciertos sectores y la insuficiente capacidad de otros, con un bajo coeficiente de inversión total durante la recesión.
b) La debilidad del entramado productivo interno, en términos de cantidad y calidad de oferta disponible y en las interrelaciones del sistema nacional de innovación.
c) Rigideces tecnológicas, cuya superación es difícil en el nuevo contexto de precios relativos.
d) La reducción y desaparición de personal de alta calificación.

En este período de crecimiento no ha habido un proceso de cambio estructural en el sector manufacturero, permaneciendo invariable el modelo productivo industrial heredado de los noventa, en el cual: no hay cambios significativos en los coeficientes de empleo, no hay cambios en los requerimientos de insumos y componentes importados, no se ha avanzado un proceso de sustitución de bienes intermedios y finales, no aparecen nuevos sesgos intersectoriales, no ha habido modificaciones importantes en la composición de la producción local y no se ha alterado la débil conducta innovadora de las firmas.
El modelo industrial resultante opera con algunas condiciones diferentes: a) costos laborales más bajos; b) mayor protección frente a la competencia internacional por efecto del tipo de cambio; c) crecimiento generalizado en el sector; y d) la fuerte reactivación de algunos segmentos productivos muy castigados.

 
El sector agropecuario

La reciente revolución de la producción vinculada a la explotación de la tierra presenta varios planos:

a) El cambio tecnológico: con la incorporación de Organismos Modificados Genéticamente (OGM), el uso de fertilizantes y herbicidas asociados, la aplicación de la siembra directa, los desarrollos tecnológicos asociados al acopio como el silo bolsa, la metalmecánica con el desarrollo de nuevas maquinarias agrícolas y los cambios organizacionales asociados a ello
b) Los mercados internacionales: por los aumentos en los precios de los commodities agropecuarios debido al aumento de la demanda sostenida de China y la India, y por una retracción en la oferta, debido al recorte de los subsidios en la UE
c) El mercado financiero: inicialmente como oferente de crédito barato a través de bancos, por la apertura y exceso de crédito en las plazas internacionales (por los episodios sucesivos de crisis “tequila”, Rusia, sake, etc.), y posteriormente montando un sistema paralelo, fuera del sistema formal de crédito, básicamente estructurado a partir de capitales internacionales.
d) Los nuevos actores: que surgieron en la nueva organización productiva que tuvieron las grandes compañías transnacionales proveedoras de insumos de base científica y sus centros de servicio (Monsanto, Syngenta; Bayer; Hoesch), la red de semilleros locales (por ejemplo, Don Mario), las nuevas redes empresarias locales (por ejemplo, Los Grobo, El tejar), y un menú de múltiples opciones de participación en la explotación de la tierra, con lógicas productivas ajenas a lo que tradicionalmente se hacía en el campo.
El agro presenta actualmente, una diversidad de opciones: se puede encarar el negocio como una inversión inmobiliaria (compra de campos para su alquiler posterior); como una inversión financiera (la participación en pooles de siembra); como reserva de valor (invertir allí como ahorro); como parte de una inversión industrial, a fin de dominar uno de los insumos claves; etc.

 
La innovación

Algunas encuestas de innovación permiten observar que en el período 1992 a 2004, un patrón de conducta en materia de innovación en el sector manufacturero. Una estilización de la conducta innovadora de la industria, puede resumirse en estos rasgos:

a) Un bajo gasto en actividades de innovación
b) El gasto concentrado en la adquisición de maquinaria y equipo
c) Las empresas que señalan poseer unidades de I+D, representaría una tasa relativamente alta a nivel internacional
d) Hay relativamente muchas empresas declaran haber introducido innovaciones
e) Una muy débil trama de vinculaciones al interior del sistema.

La economía y la generación de empleo, deberían ser impulsadas por el nuevo contexto a partir de la salida de la convertibilidad, que se vea acompañada en mayor medida con acciones empresarias tendientes a adquirir ventajas dinámicas en bienes con mayor contenido de conocimiento, lo cual no se ha observado aún.

 
Dilemas territoriales y en las políticas públicas

A partir de la salida de la convertibilidad se produjo una cantidad considerable de demandas sociales sin resolver, en un esquema territorial complejo. Ciertas regiones del país presentan problemas estructurales que no se pueden solucionar simplemente con una mayor actividad económica en vista a lo ocurrido en la recuperación económica reciente, sino que demandan atención mediante la acción de políticas específicas.

 
Políticas sociales

Durante los años posteriores a la crisis de 2001, se logró un gran posicionamiento en términos de crecimiento, sector externo y resultado fiscal. Se alcanzó niveles muy altos de superávit primario, basado en una particular conjunción de precios relativos, que explica en parte, ingresos tributarios superiores a los períodos anteriores. Este hecho supondría que se han dado las condiciones que permitan la resolución de algunos de los problemas estructurales de la economía argentina.
Se debe indagar sobre los elementos centrales de las deficiencias estructurales que deben ser considerados y explicar que rasgos comunes tuvieron los programas que fueron incapaces de resolverlos a tiempo o las respuestas poco adecuadas que se dieron a los problemas. Debe tratarse los dilemas asociados con la redefinición de las políticas públicas en relación con la necesidad de coordinación del gasto público descentralizado (salud y educación) y las presiones que ello genera en la situación fiscal de la Nación y las provincias. Simultáneamente, deben satisfacerse las demandas para redefinir los esquemas de protección social, ante la nueva dinámica laboral, tanto en relación con la provisión de salud como del sistema de pensiones.

 
Desequilibrios territoriales

Las distintas trayectorias económicas en territorios o provincias, fueron moldeando estilos de desarrollo socioeconómico y productivo que condicionan fuertemente las opciones laborales y las alternativas de inserción productiva de las personas. El período de recesión y crisis de fines de la década pasada agravó y empeoró la calidad de vida de vastos sectores de la población, los que tienen un correlato territorial bastante claro: áreas periféricas de los grandes centros urbanos (Buenos Aires, Rosario, Córdoba) y amplias regiones rurales y urbanas medias, del Norte del país.
Las regiones más rezagadas no son pobres por los bajos ingresos corrientes que percibe su población, sino que la desinversión pública y privada que se manifiesta en regiones carentes de un stock de capital productivo, social y humano relevante (tanto cuantitativamente, como cualitativamente), juega un rol determinante en este fenómeno. Simultáneamente, este déficit es incompatible con la generación de una dinámica de progreso sostenible en un futuro cercano.





viernes, 9 de julio de 2010

Creer en Dios o en la Jerarquía Eclesiástica

Personalmente disiento en mucho con Lilita Carrió, pero no puedo dejar de reconocerle sus cualidades intelectuales, por ello las declaraciones que realizó en torno al debate de la modificación de la ley de matrimonio civil me sorprendieron, ya que suponía que sus cualidades intelectuales le permitían poner en distintos planos sus creencias religiosas y sus convicciones políticas. Permítanme trascribir sus declaraciones publicadas en página 12 “Calificar a la homosexualidad de “perversión” es “la locura de algunos sacerdotes”, dijo, “no es la posición de la mayoría de la Iglesia”. “Yo jamás votaría en contra de las personas con identidad sexual diferente, pero tampoco podría votar tocando una palabra, dado que soy una gran creyente.”

Las autoridades eclesiásticas que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, son las mismas que no permiten el casamiento de sus sacerdotes en oposición al mismo principio que enarbolan para oponerse a un acto civil, libre y voluntario de personas no condicionadas. De existir en forma tan literal un “plan de Dios” que justifique tanta preocupación, la historia de las interpretaciones que ha hecho la jerarquía de la iglesia sobre dicho plan, está plagada de errores desde Galileo a la fecha, pasando por la Inquisición como ejemplo de imposición de un criterio único y violatorio de la prédica de Jesús de Nazaret.

Los tiempos cambiaron, hoy es impensable la existencia un tribunal religioso que juzgue la conducta de las personas, al menos dentro de la órbita de países democráticos. Algo que dejó establecido en forma explícita el Cristo fue “dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, separando claramente los planos religiosos y civiles. Esta separación fue sistemáticamente violada por las autoridades de la iglesia católica apostólica y romana, ya que intervino desde su origen en la administración del poder terrenal violando este principio de separación. La jerarquía eclesiástica participó del sistema monárquico en forma institucional y al imponerse el orden burgués fue desplazada de esta posición de poder. El nuevo orden propuso un estado laico, donde el plano religioso no intervenía formalmente en la toma de decisiones. La jerarquía religiosa se refugió en la autoridad moral de su investidura para influir sobre las decisiones del estado civil. Por ello cuando cualquier decisión de la sociedad civil difiere de los principios sobre los cuales se sustenta la autoridad religiosa, esta reacciona, no en relación a la medida sino a la pérdida de poder que representa perder las bases de su autoridad, por ello suele ser difícil hallar coherencia entre los principios morales que sustentan y los argumentos que utiliza.

Creo que el caso de la ampliación de los derechos de las uniones entre personas, ya que en definitiva de esto se trata, no debe existir diferencias entre parejas de distinto sexo y parejas del mismo sexo, en definitiva la unión de personas depende del consentimiento y compromiso de ellas. Negar este principio implicaría negarle el derecho a un mormón a tener dos esposas o a un musulmán a tener las esposas que pueda sostener. La estructura de las uniones de personas diferentes a las de una pareja de distinto sexo, como en el caso de más de dos personas, no ha alterado el orden de las sociedades mormonas o musulmanes, y por lo tanto el orden social no se verá alterado por uniones de personas del mismo sexo, a menos que se considere que el orden social debe estar dado por las directivas de la jerarquía de la iglesia.

La limitación sobre el derecho de la adopción plena por dichas parejas enfrenta una aberración lógica, ya que el argumento que se utiliza plantea que el modelo de familia se altera cuando dos personas del mismo sexo asumen la crianza de un niño, el mismo modelo se altera cuando los padres biológicos se separan y vuelven a formar pareja, e incluso si alguno tiene una pareja del mismo sexo. El modelo de pareja de distinto sexo no ha garantizado que los hijos, no sean homosexuales, criminales o buenas personas. Las experiencias de personas criadas por una sola persona, las más recientes de personas del mismo sexo que crían a hijos de alguno de ellos; e incluso las personas criadas en hogares mormones o musulmanes demuestran que no es el modelo de pareja de distinto sexo lo que influye en forma determinante en la formación de una persona.

Volviendo al caso Carrió, el hecho que un representante de la gente manifieste que esté de acuerdo con lo que propone una ley, pero no lo vote, porque la jerarquía de la iglesia asumió una posición contraria, inhabilita a la diputada al ejercicio del cargo para el que fue elegida, ya que la representación que detenta se legitima en virtud de su pensamiento político y no religioso. Si la diputada condiciona su accionar en lo político, no ya a su convicción religiosa, sino a una resolución de la autoridad religiosa, es que se subordina a dicha autoridad, pues votar una ley con la que está de acuerdo, no constituye una violación de su fe. Por esto creo, que la diputada Carrió debería renunciar a su banca, ya que ha aceptado incumplir su deber, no porque el hecho es contrario a su creencia religiosa (como sería firmar un fusilamiento, o incluso, una ley sobre el aborto), sino por subordinación a la decisión de una jerarquía religiosa que viola la separación entre estado e iglesia.

domingo, 4 de julio de 2010

Las oposiciones y yo

Se habla de la oposición, de grupo A, de peronismo disidente, de posición anti-K, en definitiva se trata de presentar como a una entidad a la oposición a este gobierno, cosa que ni remotamente es cierto. Si bien, como ya he declarado antes en varios de mis escritos anteriores, no soy afín a este gobierno, pero no veo que la oposición, como conjunto, pueda representarme e incluso representar a la mayoría de la gente, que como yo, no cree en este gobierno.


Para que quede claro, aunque resulte repetitivo, no puedo dejar de coincidir con el discurso de este gobierno, ya que en mi condición de peronista de izquierda, el discurso oficial se estructura con la ideología en la que creo y en la que milito. Mi diferencia con el actual gobierno nace en la diferencia que surge entre lo que dice y lo que realmente hace. Decía un viejo sacerdote salesiano, a quien debo mucha de mi formación ideológica, que el camino del infierno estaba empedrado de buenas intensiones, nada más apropiado que ese pensamiento para definir mi concepción de este gobierno. Que quede claro entonces, que no me separa la “lexis” de este gobierno, sino su “praxis”, al decir de algún prestigioso periodista gorila y habitué de comentarios en la nación. Son en definitiva, los hechos que produce este gobierno, la causa por la cual dejé de coincidir con él. No coincidir con el gobierno, no implica renunciar a mis creencias, sino afirmarlas, ya que mis creencias no están condicionadas por el discurso, sino por la coherencia de los resultados de las medidas de gobierno y su discurso.

Ahora bien, no ubicarme al lado del gobierno implica ubicarme junto a la oposición. Rechazo el maniqueísmo que obliga a estar a favor o en contra, rechazo tener que ser parte de algo para poder expresarme y rechazo sacrificar mis creencias por no estar de acuerdo con alguien; en definitiva rechazo ser parte de “esta oposición”. Adoptar esta posición me condena al ostracismo partidario, no puedo expresarme políticamente dentro del partido justicialista, ya que no me enrolo en las dos posturas dominantes: “pro-K” o “anti-K”. No soy K, paro tampoco puedo ser anti K, ya que a pesar de discrepar con un gobierno, no puedo coincidir con quienes hacen de la oposición una negación absoluta de todo lo que haga el gobierno, llegando incluso a negar cualquier cosa buena o coherente que haga y hasta proponiendo medidas que buscan debilitarlo a costas de mermar la asistencia social, los recursos del estado y hasta la soberanía política.

Dejando en claro estos aspectos, analicemos como se compone y como actúa esta oposición. La oposición como agrupación de partidos políticas opositores es solo una parte del arco opositor que ocupa el espacio político-institucional, existe el espacio social opositor, el espacio económico opositor y el espacio institucional opositor, sin mencionar la oposición tilinga de un medio pelo que no participa activamente, pero que sistemáticamente sigue líneas de pensamiento propuestas por algunos medios de difusión.

Los partidos políticos opositores se han caracterizado por una oposición sistemática sin efectuar una propuesta alternativa a las medidas de gobierno que consideraban erróneas, tampoco han fijado una posición ideológica clara desde la cual analizar los actos de gobierno, de modo de dejar en claro cuando se oponían por cuestiones ideológicas y cuando por cuestiones metodológicas, coyunturales o estratégicas. Sin esas definiciones la oposición se agrupó sin identidad y sin coherencia ideológica en un aglomerado opositor cuyo común denominador era la oposición a cualquier medida o acto de gobierno, en un intento por disminuir las probabilidades de que el gobierno acumulara intención de voto para las elecciones próximas. El gobierno aprovechó esta forma de oposición que no la cuestionaba por sus errores e incoherencias y hasta creo que la fomentó, pues ante la proximidad de un acto eleccionario, las incoherencias de esta oposición le restaba apoyo ciudadano y fragmentaban la unión anti-gobierno con sus propias apetencias políticas individuales. Cuando el desgaste que le produjo al gobierno los errores que cometió, dispersó el apoyo que recibía de sectores ideológicamente afines, permitió que los distintos partidos de la oposición (dentro de los cuales el más significativo son sectores del propio peronismo) obtuvieran una mayoría parlamentaria; el arco opositor no pudo consolidar una estrategia parlamentaria en virtud de sus propias contradicciones.

La oposición social obedece a la lógica de la distribución de la ayuda estatal fragmentada, producida por la falta de políticas universales que condujeron a la inevitable distribución desigual de la asistencia que maneja el gobierno desde la cartera de acción social, los sectores más favorecidos se convirtieron en aliados del gobierno y los menos favorecidos convergieron hacia sectores de oposición sin importar cuales fueran, por ello resultó curioso ver a militantes de la Corriente Clasista Combativa apoyando a grupos de la oligarquía vacuna argentina. Aquí el gobierno actuó favoreciendo sectores que lo apoyaron incondicionalmente (Delia y Pérsico son dos claros ejemplos), lo que generó la reacción de quienes vieron en ello políticas clientelistas y asumieron posiciones críticas y de oposición a todo tipo de medidas, incluso las universales. Esta oposición se vinculó a grupos de poder económicos que pudieron reemplazar la asistencia que debería provenir del estado sin ningún tipo de condicionamientos y en forma universal. Es interesante resaltar que no hubo vínculos entre esta oposición social y los principales partidos políticos del arco opositor.

Este gobierno, más que distribuir la riqueza, reformuló el mapa del poder económico, generando la adhesión de grupos económicos que se beneficiaron con ello y agrupando a sectores económicos que se vieron perjudicados por esta nueva configuración de las relaciones de poder económico en el país. Este gobierno permitió el surgimiento de grupos vinculados a la obre pública, que reemplazaron a otros grupos subsidiados mediante acuerdos con los gobiernos de Menen, De la Rua y Duhalde. Estos grupos emergentes se conformaron simultáneamente con la concentración en manos de pocas empresas de los sectores agroexportadores, productores de la cadena primaria de la agricultura (en general aceiteras y molinos) y terminales portuarias, que se expandieron mediante la introducción de la soja transgénica. La misma concentración se apreció en minería y petróleo. Se suma a todo esto, que la composición mayoritaria del capital que opera en el país es extranjero. Varios grupos que se están viendo desplazados operan políticamente y a través de los medios desacreditando (con o sin motivo) a funcionarios, a medidas que los perjudican en mayor o menor grado; e indirectamente al gobierno para condicionar su accionar. Lejos de reconocer que las medidas económicas se tomen en beneficio de la gente, sostengo que el gobierno genera una oposición que presiona contra él, desde grupos económicos perjudicados por medidas económicas tomadas desde el gobierno. Aquí puede apreciarse que esta oposición se vincula estrechamente con grupos políticos del arco opositor, pero salvo acciones de tipo mediático no se ha vinculado con sectores sociales de la oposición.

Dentro de los sectores institucionales el gobierno ha generado conflictos con varios sectores entre los que se destacan: la jerarquía de la iglesia católica, representaciones sindicales no vinculadas al pacto que mantiene con la CGT y con grupos ambientalistas. Por distintas razones, el gobierno generó conflictos que llevó a estas instituciones a convertirse en instituciones que se oponen al gobierno aunque esta oposición tiene distintas razones. Con la iglesia católica se disputó el espacio sobre decisiones que estaban en el ámbito que la iglesia consideraba como propio (ley de educación sexual, casamiento de parejas del mismo sexo, aborto, etc.), con sectores no pertenecientes a la CGT se negó la representación de la CTA, se negó la representación a comisiones internas surgidas en conflictos laborales, donde la representación de sindicatos pertenecientes a la CGT fueron funcionales a los intereses de la patronal; y por último las posición del gobierno frente a la ley de desmonte del NOA, el conflicto de Gualeguaychú, el veto a la ley de glaciares, la renovación de los permisos de explotación petrolera, el otorgamiento de permisos de pesca que permiten depredar el recurso, entre otros enfrentaron la gobiernos con grupos ambientalistas. Esta oposición surgida del apoyo del gobierno a sectores económicos transnacionales que perjudican con su accionar el medio ambiente o los recursos naturales, fue utilizado por algunos partidos opositores (como es el caso de Proyecto Sur), pero no constituyó el sustento de ninguna crítica de la oposición política, más que nada por que no desean entrar en conflictos con estos intereses económicos.

El ultimo componente de oposición, lo constituyen grupos de sectores perteneciente a un variopinto de la clase media urbana (la clase media rural es oposición por haber tomado partido en el conflicto del gobierno con sectores rurales). Estos sectores pertenecientes al más típico medio pelo descripto por Don Arturo Jauretche, son susceptibles de adscribir a cualquier crítica y convocatoria “cacerolera” que le permita justificar su situación económica personal echándole la culpa al gobierno, la falta de un serio compromiso político, militando un rato con la cacerola junto a “gente como uno”; y culpando al gobierno de cosas que realmente no entiende con argumentos repetidos de la fuente mediática que la representa. Estos son los que sustentan la oposición política de partidos faltos de representación legítima, a intereses económicos que ellos mismos desconocen y a instituciones que dicen representarlos (como el caso de la iglesia) y a otras que realmente les representan (las ambientalistas), pero no tienen verdadera conciencia de su importancia.

Al analizar la oposición comprendo a algunos intelectuales que prefieren apoyar al gobierno a pesar de reconocer sus errores, debido a la naturaleza y composición de la oposición, pero no coincido con ellos, aceptar un gobierno que no hace lo que dice aunque coincidamos con lo que dice y con algunas cosas que ha hecho, implica aceptar realidades a medias, hacer concesiones sobre los cambios que cada vez son más necesarios en el país real, en el que se construye día a día con hechos concretos, donde mueren chicos de hambre, donde faltan remedios en los hospitales públicos que atienden a grandes sectores que no tienen acceso a la medicina privada, donde la educación ya no es el gran nivelador de la igualdad de oportunidades, donde el delito y la violencia se han convertido en las opciones más viables para construir un proyecto de vida, donde cada día el estado delega mas funciones en quienes no están preparados ni tienen vocación de servicio, donde se cruza en forma indiferente la línea entre el interés público y el interés privado, donde los funcionarios políticos constituyen una casta, donde la justicia tiene los dos ojos bien abiertos, donde se pierde día a día valores morales y solidarios sin que nadie se lamente, donde nos volvemos mas egoístas, donde no vemos a nuestro prójimo, donde no hacemos un mínimo autoexamen crítico de nuestras vidas, donde tratamos de sobrevivir a pesar de los otros que no pueden; y la lista sería interminable, pero es por eso que no quiero ser complaciente no con el gobierno, no con la oposición, porque creo que este país merece un destino mejor del que nos están ofreciendo; y aunque mi decisión me cueste estar solo, sabré que puedo mirar a los ojos de mis hijos sin que puedan reprocharme nada, podré mirar a los ojos de los otros sin vergüenza y, podré decir lo que pienso sin que nadie me obligue a callarme.

sábado, 19 de junio de 2010

La razón del Cambio


Ningún poder puede establecerse sin contar con las bases morales necesarias, a falta de ellas se recurre a “códigos”, estos representan acuerdos explícitos o tácitos cuyo cumplimiento sustituye a las bases morales que pueden o no ser parte de los códigos, así un mafioso se convierte en un “hombre de honor” al respetar los “códigos” impuestos por una asociación de delincuentes. Cuando se crea un “imaginario colectivo”, cumplir con ese imaginario implica “tener códigos”. Pero todo esto no reemplaza a la moral, solo crea una sensación de “ser moral” por cumplir esos códigos. En política, se asume que no existe moral, lo que lleva a reemplazarla por el cumplimiento de códigos que han acercado a los políticos profesionales a tener un comportamiento próximo al mafioso. La falta de moral es la razón subyacente de los reclamos e inestabilidad de las administraciones políticas corruptas e incapaces, por ello se requiere retomar las bases morales que sustenten el poder político como forma de mantener las instituciones políticas, ya expliqué en otros artículos, que esta fue la razón por la cual surge Obama en EEUU y también el reclamo de diciembre de 2001: “que se vayan todos”.

Pero a veces no se requiere de reacciones violentas, ni que los poderes de turno buscan que la elección recaiga en quién garantice el mantenimiento del poder detrás de las instituciones. En esas circunstancias la percepción del electorado se vuelca hacia un candidato que surge fuera de las estructuras políticas tradicionales y que se caracteriza por no tener vínculos con el resto de las fuerzas políticas y con propuestas muy diferentes del resto de los candidatos. Este es el caso de Antanas Mockus, ex rector de la universidad de Bogotá quien debió renunciar a su cargo por haberse bajado los pantalones en una reunión de la universidad y debido a ello tomó fama en todo Bogotá, Mockus se presentó como candidato independiente y ganó las elecciones, el carecer de compromisos políticos previos le permitió actuar sin condicionamientos, designó a expertos universitarios que tampoco tenían compromisos políticos y lanzó un plan radical de cambio de conductas, su éxito se pudo medir en la reducción de muertes violentas, la reducción de accidentes de tránsito, la optimización de la administración pública y la reducción de los índices de corrupción.

Al finalizar su mandato (no hay reelección), su antiguo opositor Enrique Peñaloza, percibió el humor social, se presentó como candidato independiente y ganó las elecciones, su gestión se basó en el uso de la obra pública y la transformación del espacio público como motor de transformación social, llegando incluso a cambiar el sistema de transporte público, estas transformaciones generaron descontentos y críticas solo superadas por el convencimiento de Peñaloza sobre la necesidad de las obras que proponía. Al terminar este su mandato, hace un pacto con Mockus, quién nuevamente se postulaba, pero que no tenía mucha intensión de voto a su favor, con el apoyo de Peñaloza, Mockus obtiene un segundo mandato, pero su gestión es condicionada por el pacto con Peñaloza para mantener el plan de obras que este había iniciado.

La historia sigue y esta mejor contada por la secuencia de videos que pongo al final del artículo, pero hasta aquí basta para hacer nuestro análisis político y reafirmas algunos conceptos que, intencionalmente, muchos prefieren dejar de lado.

Creo que la historia de Mockus, Peñaloza y el pueblo de Bogotá es ilustrativa de la necesidad de una moral que exceda el marco de los “códigos” comúnmente aceptados. Sin una base moral no puede sustentarse ninguna transformación sustancial de las realidades políticas, económicas y sociales. También queda claramente demostrado que los pueblos suelen tener una muy buena intuición cuando sienten que deben cambiar su futuro, como hizo el pueblo de Bogotá al elegir a Mockus, quien proponía un cambio radical al modelo político que existía. También se ve como algunos políticos saben cómo adaptarse a los cambios que pide la sociedad, como hizo Peñaloza al apartarse de la estructura política existente y presentarse como independiente. Por último, queda claro que pueden existir bases racionales para un pacto político que preserve las conquistas que hace una administración y se tracen políticas de estado racionales que preserven las conquistas de la gente. Pero por sobre todas estas razones, ya sea en la aplicación de medidas progresistas, en la búsqueda de un desarrollo social y en la racionalidad de acuerdos políticos si éxito descansa en las bases morales de cada cambio que se realizó.



(Esta secuencia de videos puede verse en You Tube)

http://www.youtube.com/watch?v=5OdhD5D5its&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=flgIjKH0okw&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=mR5p1ckXG0M&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=qz-fgjBFqQs&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=C1k8Py6D__A&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=AlcxbK4pJ8U&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=mT0wGvM8IBQ&NR=1

lunes, 24 de mayo de 2010

Etapas (para Juan Manuel)


Podemos pensar la vida como etapas, en las cuales compartimos, nos acompañamos, sufrimos de ausencias y establecemos vínculos que nos acompañan para siempre o que se van diluyendo en el devenir de esas etapas. Nuestra primera etapa es, o más bien debería ser, integrarnos con quienes decidieron ser los vínculos de una nueva vida, que continuara el circulo de la vida. Esa primera etapa está marcada por el compartir el crecimiento, ser los tutores del retoño de vida que requiere los cuidados iniciales para crecer fuerte y sano, en esta etapa desarrollamos un vínculo que nos marcará para siempre. Aquí la cotidianidad nos marca costumbres y hábitos compartidos que son los que primero extrañamos, cuando la distancia nos priva de compartir esos momentos, y se integran como un bálsamo cuando el regreso pone fin a la ausencia.

Lástima que no sea así para todos, hay quienes deben sufrir la carencia de vínculos o soportan ausencias definitivas, y llevarán a lo largo de todas sus etapas de la vida esa carencia como una pesada carga que deberán superar. Mi alegría es, haber contribuido a evitar las carencias esenciales, las ausencias evitables y la falta de los vínculos más importantes, esos que no se notan hasta que se los extraña, no porque no existan, sino porque perdemos su cotidianeidad.

La etapa de afianzar el crecimiento hace surgir la responsabilidad de tomar las primeras decisiones y cambiar las antiguas relaciones de tutelado, el vínculo adquiere nuevas características, debemos aprender a hacer cotidiana la ausencia temporal, donde la parida y el regreso mezclan cotidianamente expectativas, temores y alivio. El vínculo se torna más difícil de demostrar por vergüenza, el cuestionamiento y los límites definen el arte de esta etapa de la convivencia.

La última etapa de la convivencia familiar es la preparación para la independencia, donde, si el crecimiento fue bueno, se consolidan las capacidades que permiten abandonar la relación cotidiana de la convivencia familiar, formar su propio espacio de convivencia y proyectarse hacia su futuro.

Durante estas etapas se convive con quienes transcurren otras etapas de sus vidas, la de acompañar las etapas de quienes nos unen los vínculos desarrollados precedentemente o que por circunstancias de la vida formamos vínculos que nos hacen parte de las etapas de otros. Esta convivencia marca presencias y ausencias, algunas marcadas por la distancia y otras definitivas. Pero el vínculo verdadero permanece, más allá de la distancia y más allá de la ausencia, basta un poquito de introspección para ver que los vínculos verdaderos están allí intactos.

Parecería la fría descripción de un proceso, y quizás sea una manera de controlar mis emociones, porque cada transición entre etapas plantea expectativas, miedos, alegrías y todo un cúmulo de emociones a las cuales es difícil sustraerse.

Con la etapa de la autonomía termina una cotidianidad, que notaremos en la cama vacía por la mañana, la mesa con un plato menos, la rueda del mate ocasional, la conversación intrascendente del momento de ocio, el reproche de los olvidos rutinarios y la espera del retorno anunciado. Nuestras pérdidas serán tus ganancias, habrá un despertar distinto, una nueva mesa, nuevas ruedas de mate, otras charlas intrascendentes, otros olvidos y la espera de otros retornos.

Seremos de ahora en más, parte de quienes acompañen tus etapas, te veremos repetir el maravilloso ciclo de la vida, compartiremos una mesa distinta, mas grande, con charlas mas extensas en la sobremesa, la rueda de mate tendrá sabor a reencuentro, quizás las charlas no tengan el mismo carácter intrascendente ya que aprovecharemos el tiempo para intercambiar las experiencias no compartidas, los olvidos serán mas sobre efemérides y los retornos estarán marcados por un calendario de reencuentros.

Pero por sobre todas las etapas, en forma transversal y permanente existe entre nosotros el vínculo más maravilloso y permanente: al amor. Un vínculo que se mantendrá a pesar de la distancia, a pesar de la falta de cotidianeidad; y así como siente el mutilado su miembro sobre el muñón, a pesar de la ausencia, el vínculo estará siempre presente a pesar de la ausencia.